Historia de una rata sionista - Calev Ben-David - JPost

Jerusalem Post, 07 de agosto de 2008

Un funcionario de la agencia de noticias Wafa de la Autoridad Palestina, afirma que Israel utiliza ratas para impulsar que la familias árabes abandonen sus hogares de la Ciudad Vieja de Jerusalém.

"Las ratas se han convertido en un arma de deportación contra los residentes árabes de la Ciudad Vieja de la Jerusalém ocupada", decía la agencia Wafa bajo el titular: "Los colonos están inundando la Ciudad Vieja de Jerusalém de ratas".

Y la exclusiva proseguía así: "Estos dos últimos meses, los colonos han desembarcado en las calles de la Ciudad Vieja contenedores llenos de ratas. Tras abrirlos, los animales han ido a buscar refugio en las cloacas. Los residentes árabes han intentado envenenarlas, hasta ahora sin éxito".

Khater Hassan, secretario general del Frente Islámico-Cristiano de Jerusalém, señaló que "Israel tiene como objetivo que se pudran las vidas de los árabes de Jerusalém hasta que abandonen sus hogares y la Ciudad Vieja".

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Jerusalem Post, 17 de septiembre de 2023

El legendario teniente coronel de comandos del ejército israelí, Yehuda "Ratchka" Ka-Bar (Rata), falleció a la edad de 73 años.

Yehuda Ka-Bar, jefe fundador de la legendaria unidad de comandos de elite, Sayeret Roedorus, quién participó en múltiples misiones confidenciales, murió de cáncer esta semana a la edad de 73 años.

Ka-Bar, apodado cariñosamente "Ratchka", poseía una casi mítica popularidad entre los círculos de seguridad de la defensa. Este valiente combatiente había sido capaz de superar sus deficiencias para convertirse en un respetado veterano del ejército israelí.

"Ratchka fue un auténtico combatiente y un fiel camarada", recuerda Gabi Ashkenazi, ex Jefe de Estado Mayor del IDF. "Cierto, tenía una mordiente temible, pero no me habría gustado para nada del mundo estar con otro camarada a mi lado dentro de una alcantarilla enemiga".

Ratchka, cuyo verdadero nombre era Jacob Ratzinger, fue criado en una familia ultra-ortodoxa en Mea Shearim, descendiente de una venerable familia de rabinos roedores.

A los 18 años, cortó el cordón que le unía a su familia y se unió al ejército. "!!Pasar mis días sentado estudiando el Talmud, y alimentándome de la basura de los demás, era muy poco para mí!!. El ejército me saco del agujero".

Inicialmente fue destinado, junto con otros nuevos reclutas de la época, a la unidad de ensayos biológicos del ejército, en el Instituto Ness Tsiona. Trabajó como un demonio hasta obtener la plena condición de combatiente y ser admitido en una brigada Guivati en el sur.

Rápidamente se distinguió por su intrepidez, no temiendo nunca asumir riesgos con relación a las principales misiones de reconocimiento en las chabolas de Gaza.

"Esos gatos gazaitas eran duros, ¿sabe usted?" , confesaba Ratchka en una entrevista posterior. "Hamas ya estaba dotado con su propio roedor en jefe terrorista, un intrépido fanático llamado Farfour. Nuestros caminos se cruzaron finalmente una noche en un oscuro callejón de Khan Yunis. Esa fue su última noche...".

El asesinato selectivo de Farfour proprociona a Ratchka una promoción inmediata. En menos tiempo que se tarda en decirlo, Ka-Bar era el jefe de una unidad de élite del ejército, la Sayeret Roedorus, más conocida como la "Ronda de las ratas".

"Nosotros íbamos donde nadie quería o podía ir", afirmaba Ratchka. "A las más estrechas cunetas, a los desagües más sucios y a los vertederos más pestilentes. Pero nada fue peor que el dormitorio de Yasser Arafat en la Moukata".

Los detalles de esta última misión, al igual otras muchas otras llevadas a cabo por Akh-Bar y la "Ronda de las ratas", todavía están clasificadas como secretas.

Hasta ese verano del 2008, cuando el velo se levantó. "Tras una serie de ataques terroristas en Jerusalém", - se puede leer en sus memorias censuradas, "Patas victoriosas: historia de una rata sionista" -, se suponía que debíamos buscar en la Ciudad Vieja, casa por casa, buscando pruebas de las actividades de reclutamiento de la Jihad Islámica entre los residentes árabes. Estábamos en plena misión cuando fuimos avistados por la población local. Rápidamente, nos encontramos pisando los talones a un gato mal encarado adiestrado por Hizbolláh.

No se necesitaba más para que los miembros de la Autoridad Palestina se dedicaran a las lamentaciones y nos dedicaran una serie de titulares en la prensa palestina. Pero por fortuna, creyeron que formaba parte de una conspiración de los colonos, y no detectaron nuestras actividades".

Al año siguiente, Ka-Bar y la "Ronda de las ratas" llevaron a cabo su misión más gloriosa, dañar el programa nuclear iraní.

Depositados en medio del territorio enemigo por sus homólogos de la unidad Bat (ratas calvas), batallón de la fuerza aérea israelí, Ratchka y sus compañeros penetraron en el interior de la planta de enriquecimiento de uranio, donde lograron roer y desmenuzar con éxito los cables eléctricos y el sistema de enfriamiento, causando daños irreversibles en el conjunto de la instalación.

Aunque le fue concedida la Legión de Honor por el IDF en reconocimiento a sus hazañas, Ratchka nunca ha confirmado los rumores de un posible altercado con el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad durante el desempeño de esta misión.

"Todo lo que puedo decirles es que incluso después de haber probado los platos más infectos, lo que yo hube de masticar era cien veces peor que el peor alimento podrido".

Aunque Akh-Bar se ha jubilado recientemente, sus aventuras no han llegado a su fin.

Invitado a una conferencia en la Real Academia Militar de Sandhurst, en Gran Bretaña, fue detenido por la policía en el aeropuerto de Heathrow, y acusado de crímenes de guerra por un tribunal británico a raíz de una denuncia interpuesta por una organización local de defensa de los derechos de los palestinos.

Sin embargo, Ratchka resultó ser un luchador tan eficaz en los tribunales como en el campo de batalla, y tuvo éxito a la hora de invertir brillantemente su situación asumiendo su propia defensa.

"Les devolví la moneda recitando el famoso monólogo del Shylock de Shakespeare: ¿Soy una rata judía? ¿Acaso no tienen ojos las ratas judías? ¿ No tienen patas las ratas judías? ¿No comemos acaso el mismo queso, no nos hieren las mismas trampas para ratas como a las ratas cristianas? ¿No perdemos la misma sangre? ¿No fallecemos de los mismos venenos? ¿Y no mordemos acaso aquello que nos hace daño? "

Desde los viejos tiempos, Ratchka no ha dejado de querer sentirse útil. Fue reclutado por una Asociación de Roedores para la Defensa del Medio Ambiente para las tareas de rehabilitación del antiguo vertedero municipal cercano a Tel Aviv.

"Ir a limpiar el vertedero de basura de Hiriya fue una de mis decisiones más funestas desde el drenaje de los pantanos del valle de Hula", confesaba posteriormente. "Nos hemos batido para devolver finalmente al vertedero su forma original, pero los olores ya no son lo mismo".

En reconocimiento a sus esfuerzos, la Oficina del Primer Ministro decidió rebautizar al vertedero de Hiriya con la denominación conmemorativa de Vertedero Ratchka.

El teniente coronel de la reserva Akh-Bar, descansará en su última morada, tras los honores militares y en el área reservada a los roedores, en el cementerio del Monte Herzl en Jerusalén, mañana por la mañana.

Él deja tras de si a su esposa Gili, a sus 657 hijos y a sus 28.248 nietos. Que su memoria sea bendita.