Wednesday, January 28, 2009

Poniendo su casa en orden (SY Agnon) - Peggy Cidor - JPost
















Todas las fotografías proceden de una galería en PBase de Buchandel

Cuando tenía 18 años, Shmuel Yosef Halevi Czaczkes, más tarde conocido como SY (Shai) Agnon, escribió un poema y se lo mostró a su padre, esperando atentamente. La reacción de su padre fue la siguiente: "¿Así que usted ha escrito un poema?. ¿Cuál es el problema? !! A su edad, Franz-Joseph [de los Habsburgo] era ya emperador !!".

Podemos aprender dos cosas de esta anécdota. En primer lugar, que el famoso cáustico ingenio de nuestro único - hasta ahora – Premio Nobel de Literatura era aparentemente genético. La segunda, es que contrariamente a la forma de pensar de algunos eruditos modernos, los jóvenes deben ser muy cuestionados. Después de todo, aunque Agnon no se convirtió en un emperador, llego a ser uno de los más grandes escritores del siglo XX, y no sólo en Israel y en hebreo.

Esa anécdota es una de las muchas que se contaron a principios de esta semana en la inauguración oficial de la renovada Casa Agnon de Rehov Klausner 16, después de casi tres años de trabajos de restauración en la pequeña casa de Talpiot. El acontecimiento fue un modelo de moderación y de buen gusto, y se celebró con una respetuosa deferencia a la particular modestia, casi ascética, de la forma de vida de su propietario.

"Hemos tenido dudas durante bastante tiempo, incluso sobre el color de las baldosas", explicaba Eilat Liber, el jefe de proyecto de restauración. "El estilo del interior de estas casas durante ese período era bastante colorido, con diferentes colores en cada habitación y en las baldosas, pero éramos conscientes del estilo de vida sumamente modesto de Agnon, quien a lo largo de los años cambió el pavimento por unas más simples de color gris. Finalmente optamos por una restauración exacta de la primera planta - el hall y la pequeña sala de estar -, para ser fieles al estilo original de la época en la planta superior. En cualquier caso, durante todo el proceso hemos tenido a Emuna [Emuna Yaron, la hija de Agnon] a nuestro lado, cuyos recuerdos y voluntad nos han ayudado de una forma incalculable".

Hoy en día, la casa se ve totalmente reformada. Hay un sencillo pero acogedor jardín, que incluye una gran foto de Agnon trabajando en su jardín, una gran sala que ocupa casi todo el primer piso, un pequeño salón, con su sencilla mesa de madera cubierta con un mantel blanco, un azucarero y una taza de té sobre ella, y, a la entrada, el maletín, el paraguas y el sombrero de Agnon, esperando en silencio por si los necesitara para salir a dar un paseo por el barrio.

"Esta casa tiene como propósito servir de lugar de inspiración a escritores, académicos y jóvenes que se esfuerzan en su camino hacia la literatura y el arte en general", dice Tzilla Hayun, la presidente de la Cámara Agnon, quien ha participado en el proyecto de restauración desde el principio.

"Tenemos previsto que se convierta en un importante centro de cultura, con eventos literarios y artísticos. Y tenemos previsto organizar exposiciones. La primera, titulada “El Espíritu del Lugar", ya está funcionando. El conservador, el artista Eilat Hashahar Cohen, escogió una serie de obras de arte moderno inspiradas en la vida y la obra de Agnon, centrándose en Esther, la esposa de Agnon. Además de organizar exposiciones temporales, también existe una exhibición permanente sobre la vida de Agnon. La enorme biblioteca se encuentra en trance de ser computarizada. Queremos convertirlo en un lugar dedicado a esos profanos que aprecian las artes, así como a los académicos y a los estudiantes de literatura. Tendremos conciertos, conferencias y una serie de encuentros sobre una amplia gama de temas. La Cámara Agnon también producirá eventos culturales que tendrán lugar en Tel Aviv y en otras ciudades".

Irónicamente, a Agnon no le gustaba la casa. En una carta dirigida a su esposa Esther, quien permanecía aún en el extranjero mientras que su marido había regresado a Jerusalém y comprado la casa, le escribía que después de haber vivido en ella durante dos semanas todo le resultaba una pesadilla: los trabajadores (a quienes describe arruinando lo que sus otros compañeros construían) no le permitían concentrarse en nada. Además de sus quejas de que no podía tener una sola hora de paz, agregaba que el mobiliario era feo, llegando a la conclusión de que su sensación general era que estaba "sentado en una tienda de comestibles".

Emuna confirma que a su padre nunca le gustó la casa. "Aunque en los últimos años se convirtió en una verdadera casa para nuestra familia, a mi padre nunca le gustó, y sólo se sentía verdaderamente a gusto en su biblioteca privada, en el piso superior. Se pasaba todas las mañanas escribiendo en su atril y, después, durante las primeras horas de la tarde, se sentaba en su escritorio de dura madera y repasaba lo que había escrito durante la mañana".

La casa de Talpiot fue la cuarta en la que vivió la familia Agnon. Fue diseñada y construida por el arquitecto Fritz Kronberg, uno de los más famosos de su tiempo.

"Las casas, en general, fueron un tema más bien delicado y doloroso en la vida de Agnon", explica Liber. "La primera, mientras aún estaban en Alemania, fue destruida por un incendio. Todos los libros de Agnon, entre ellos algunos muy raros, y sobre todo, su casi finalizado manuscrito de lo que se suponía sería su obra monumental dedicada a las historias hasídicas, se perdieron en el desastre. Y antes de eso, todavía de niño, sus padres se mudaron de un lugar a otro. En su ciudad natal de Buczacz nadie puede decir con seguridad donde vivió la familia Czaczkes".

Los problemas de vivienda de Agnon no terminaron con su llegada a Israel. Durante los disturbios de la población árabe en la década de 1920, una casa que alquiló en Talpiot fue destruida y saqueada. Como resultado de ello, finalmente decidió adquirir una casa en propiedad. Y escogió a Kronberg como su arquitecto ya que, entre otras razones, era vecino suyo.

"Es cierto que la actitud de Agnon hacia esta casa no fue sencilla", explica Yinon Micha, jefa de departamento dentro del Ministerio de Cultura y una de las fuerzas impulsoras detrás de este proyecto de restauración y de su financiación.

"Sin embargo, es el lugar donde vivió y escribió durante 40 años. En esta casa, sencilla y casi tan austera como él mismo, Agnon escribió algunas de las piedras angulares de la moderna literatura israelí e internacional, relatos cortos como “Una historia sencilla” y novelas como “Sólo ayer”, “Un invitado de la noche” y “Shira”. Puede que no le gustara este lugar, pero era su casa".

Emuna, quien publicó los relatos e historias que su padre no había publicado en vida, recuerda sus años en esa pequeña casa donde fue tan feliz.

"A mi hermano Hemdat y a mí nos decían que no hiciéramos ruido mientras nuestro padre estaba escribiendo, pero aparte de esas horas, se podría traer a los amigos, y muy mucha gente solía venir aquí, sobre todo los sábados por la tarde. En aquellos días, yo no era consciente de la situación de mi padre. Sólo cuando cumplí 16 o17 años, y era una estudiante en un seminario para profesores en Safed, remití un trabajo y recibí una gran nota, y la reacción entre los demás estudiantes fue: 'Bueno, es la hija de Agnon', ahí comencé a comprender quien era mi padre".

Después de la muerte de Agnon en 1970, sus hijos decidieron vender la casa. Fue un momento de auge de la construcción en Talpiot, ya que después de la Guerra de los Seis Días ya no estaban sujetos a los ataques procedentes de la parte árabe de la frontera. El anterior alcalde de Jerusalém, (hasta 1965, cuando fue reemplazado por Teddy Kollek), Mordechai Ish-Shalom, no podía soportar pensar que la casa de Agnon, donde solía ir muy a menudo en vida del escritor, sería sustituida por uno de esos rascacielos que entonces se construían en la zona. Según Emuna, fue Yitzhak Rabin, de hecho, quien propuso que Ish-Shalom remitiera al gobierno una sencilla proposición: “Conservar la casa de Agnon".

El asunto se convirtió en urgente sobre todo después de que la casa del renombrado erudito y profesor, Yosef Klausner, hubiera sido demolida. Ish-Shalom, entonces alcalde de Jerusalém, estaba tan en sintonia con las necesidades del escritor que coloco un cartel de advertencia en la calle que decía: "Silencio, un escritor está trabajando".

Por último, fue la Municipalidad de Jerusalém quien decidió comprar la casa en 1970 y convertirla en un pequeño museo para el público.

Con los años, se puso de manifiesto que una restauración radical debía realizarse para evitar el deterioro adicional de la antigua casa, construida en 1931. Hace tres años, Yinon pidió a Hayun que la llevara a cabo; Hayun contrató a Liber, y juntos solicitaron donaciones de particulares y de fundaciones. La primera en reaccionar fue la Fundación Bracha, seguida rápidamente por el Fondo de la familia Meitar, un donante anónimo, el Ministerio de Cultura y el municipio. La suma total necesaria, 3 millones de NIS, fue recogida y el proyecto ejecutado.

En su primera visita oficial a la casa restaurada, el alcalde Nir Barkat señaló que el siguiente paso debería ser la compra de la parcela cercana (antes de que también se convirta en un gran edificio), y añadir un auditorio para la Cámara Agnon. Según Hayun y Yinon, Barkat no dijo que no, pero es evidente que el dinero para la parcela deberá ser obtenido del magro presupuesto del municipio.

"Por el momento, en la medida de lo que hemos podido conocer, el propietario de la parcela es reacio a vender. Eso podría darnos el tiempo suficiente para encontrar el dinero", dice Yinon.

Emuna ¿Cuáles son sus sentimientos actuales sobre la casa de su infancia?: "Al principio no podía soportarla", dice la octogenaria. "Recuerdo que podía ver el Mar Muerto desde la ventana de mi dormitorio y el Monte del Templo desde el otro lado. Pero después de un tiempo me acostumbré a ello y ahora, después de los trabajos de restauración que se han realizado, estoy totalmente satisfecha. Me gusta".

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