Tuesday, May 26, 2009

Palestina año 1695: una Palestina muy poco políticamente correcta



En una época en que es de buen tono poner constantemente en cuestión la legitimidad judía sobre Israel, el descubrimiento de una obra histórica capital sobre esta cuestión, escrita en el s. XVII, aporta un nuevo esclarecimiento de la más alta importancia.

"Viaje a Palestina", es el título de una obra escrita en 1695 por Hadrian Reland (o Relandi), cartógrafo, geógrafo, filólogo y profesor de filosofía de origen holandés. El subtítulo de la obra, redactada en latín, es: "Monumentis Veteribus Illustrata”, y fue editada en 1714 por Editions Brodelet.

Esta bella historia comienza de manera casi anecdótica, en un estante de una librería de Budapest que encierra antigüedades literarias, entre las cuales una parte se refiere al judaísmo: antiguas reliquias desgastadas por el tiempo pero de gran valor histórico (y monetario), a veces manuscritos, probablemente robados y provenientes de antiguas sinagogas. Este libro puede hoy en día ser consultado en la Universidad de Haifa.

El autor de esta obra, uno de los primeros orientalistas, conocía las lenguas hebraica, árabe y griego (antiguo).

En 1695, Relandi (o Reland) es enviado en viaje de estudios a Israel, la Palestina de entonces, para un objetivo bien específico: censar más de 2.500 lugares (aldeas y ciudades) que aparecían en el texto del Tanah (la Biblia) o de la Mishna, en su apelación original. En cada caso, Reland menciona el nombre hebraico tal como aparecía en el texto y el versículo exacto al cual se refería. Reland también hace figurar su equivalente en latín o griego antiguo.

Además de ese notable trabajo lingüístico, el autor realiza sobre todo un censo de la época para cada localidad visitada: primeramente una consideración de orden general, especificando que la tierra de Israel por aquel entonces estaba prácticamente desierta, muy poco poblada. La mayoría de sus habitantes se concentraba entonces en las ciudades de Jerusalém, Acre (Akko), Safed, Jaffa, Tiberiades y Gaza (Aza). Sobre todo, la constatación establecida por el geógrafo concluye que existe una presencia dominante de judíos sobre esta tierra, algunos cristianos y muy pocos musulmanes, cuya mayor parte eran beduinos.

Algunas observaciones extraídas de este apasionante estudio:

- Ninguna localidad de entonces conlleva nombre e inclusive origen árabe

- La gran mayoría de las ciudades y aldeas tienen un nombre hebreo, y algunas griego o latino.

- Prácticamente ninguna ciudad que hoy en día tiene un nombre de origen árabe se denominada así por entonces: ni Haifa, ni Jaffa, ni Nablus (Shkhem), Gaza o Jenin.

- No existe ninguna traza en las investigaciones de Reland, en fuentes históricas o filológicas seguras, de nombre árabes más tardíos, tales como Ramallah, Al Halil (Hébron), o Al Qods (Jerusalém).

- En 1696, Ramallah se llamaba "Beteïle", del nombre bíblico "Bet El", Hebrón se llamaba... Hebrón y Me'arat haMakhpelah (Cueva de los Patriarcas) : Al Halil, del nombre dado a Avraham Avinou, en árabe.

- La mayor parte de las ciudades estaban pobladas de judíos, con excepción de Nablus (Shkhem), que contaba con 120 salidas de una misma familia musulmana, los "Natashe", así como con 70 samaritanos.

- Nazareth, en Galilea, era un ciudad enteramente cristiana: con unos 700 cristianos.

- Jerusalém contaba con más de 5.000 habitantes, de los cuales la gran mayoría eran judíos, y algunos cristianos. Reland no evoca más que algunas familias beduinas musulmanas aisladas, compuestas de obreros temporales estacionales, dentro del ámbito de la agricultura o la construcción.

- En Gaza vivían cerca de 550 personas, el 50% judíos y el 50% cristianos. Los judíos estaban especializados esencialmente en la agricultura: viñas, olivos y trigo (Gush Katif). Los cristianos se ocupaban sobre todo del comercio y del transporte de los diferentes productos de la región.

- Tiberiades y Safed eran localidades judías. Se sabe sobre todo que la pesca del lago Tiberiades constituía el principal recurso de la época.

- Una villa como Um El Fahem, por ejemplo, era completamente cristiana y contaba con 10 familias

Uno de los resultados que se desprende de esas investigaciones es la contradicción definitiva y insalvable aportada a los argumentos árabes, a saber: la afirmación de una legitimidad palestina o incluso de un "pueblo palestino".

Incluso se puede tomar como prueba el hecho de que el nombra latino, "Palestina", es el que ha sido retomado como propio por el campo árabe...

Fuente: UPJF y Think-Israel

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1 Comments:

Blogger Iojanan said...

Leído con tranquilidad podemos comprobar con una certeza casi estadística lo que ya se sabía por otros medios históricos: el judío, con más o menos intensidad siempre habitó esa tierra, el mundo musulmán sólo la valoró cuando se percato de su transformación. ¿Es tan difícil aceptar esa realidad?

8:50 PM  

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