Eso no es el sionismo - Assaf Wohl - Ynet
La manifestación de las agrupaciones de la izquierda del sábado ©Gil Yohanan
Las organizaciones de la izquierda han movilizado a un total de “2.000 participantes” en su demostración del sábado, es decir, un poco menos que el número de invitados promedio a la boda de un chico de una yeshivá. De hecho, en la superficie puede parecer que esta cifra no representa gran cosa, pero si nos fijamos en el campo de la izquierda en general, 2.000 participantes pueden representar un gran porcentaje de ella. Mientras tanto, vimos otra innovación en la manifestación del sábado: el número de grupos que participaron en esa demostración fue casi mayor que el número de participantes reales.
Parece que el principal esfuerzo realizado por los organizadores de esta demostración (que fue presentada por error como una "protesta") era centrarse en demonizar a los asentamientos. Los mensajes que transmitían desde su suficiencia eran deshonestos y carecían de lógica.
Según los participantes, los asentamientos son la raíz de todo mal. Ellos son la única razón de que el Oriente Medio no sea o no se comporte como Disneylandia. Qué sencillo. Después de todo, antes del establecimiento de asentamientos como Alon Moreh, el Mufti de Jerusalém ya se postulaba para el cargo de presidente del Congreso Sionista, y en 1929 celebró los primeros hummus Olímpicos de Hebrón. Mientras tanto, la masacre de Maaleh Akravim se llevó a cabo, al parecer, por los aborígenes separatistas. !! Qué lástima que los colonos llegaran y echaran a perder este idilio !!
Mientras la izquierda radical continúe mintiéndose a sí misma de esta manera, sus objetivos no se conseguirán. El objetivo de los izquierdistas en la demostración del sábado fue colocarse de nuevo en el centro del espectro político y arrastrar hacia el campo de la izquierda a todos aquellos que giraron hacia la derecha al contacto con la realidad. Sin embargo, el medio elegido por los líderes de la izquierda estaba en contradicción con sus propios intereses.
En primer lugar, retratar a la izquierda radical como una "izquierda sionista" no contribuye a la credibilidad de los oradores del mitin. Por ejemplo, según Achinoam Nini (la cantante Noah), Jerusalém debe ser la capital de dos pueblos. ¿Pero, es la partición de nuestra capital realmente sionismo? Mientras, uno de los organizadores del evento declaraba “líricamente” que "los sionistas no son ni colonos, ni cerdos, ni racistas". Si esta es “la izquierda sionista", ¿dónde está esa ilusionante izquierda?
Después de todo, irónica y paradójicamente, los esfuerzos de esta “izquierda sionista” se concentran en evitar el derecho judío a establecerse en Jerusalém. Por supuesto, esta diferenciación étnica que preconizan, donde y no deben vivir los judíos, no es un "apartheid", y es que, después de todo, hablamos de los colonos judíos que son “racistas y fascistas".
Sin embargo, no se puede tener ambas cosas. Los que se oponen a que los judíos puedan residir en Sión no son merecedores de ser llamados "sionistas". No estoy yendo tan lejos como para afirmar que los izquierdistas "han olvidado lo que significa ser judío", como un famoso líder político dijo una vez en voz baja. Sin embargo, muchos de los manifestantes de este sábado seguramente han olvidado la visión del sionismo de un Estado judío. Los que aspiran a un "estado de todos sus ciudadanos" sobre las ruinas del Estado judío no se identifican con el sionismo y no son sionistas.
Además de todo esto, yo espero que las organizaciones que se refieren a sí mismas como "de izquierda" hagan frente a otras cuestiones, además de los asentamientos. La justicia social, por ejemplo. Me doy cuenta de que algunos izquierdistas trabajan por el bien de los derechos humanos, y por lo tanto voy a tratar de centrar mi alegación: la justicia social no sólo está reservada a las personas de lengua árabe, a los trabajadores extranjeros y a los sudaneses. Por ejemplo, ¿qué pasa con las víctimas de las hipotecas? ¿qué pasa con los judíos evacuados de Gaza en el 2006 y aún atrapados en casas portátiles?¿y con los trabajadores sociales y los maestros que apenas superan la línea de la pobreza? Bueno, respecto a ellos, no hay manera.
Después de todo, el campo de la izquierda en Israel se compone sobre todo de gente procedente de las élites y de personas acomodadas. Para estas personas, no existe ninguna urgencia en lo que respecta a protestar en nombre de estos desfavorecidos.
Como alguien que defiende los valores humanistas, me gustaría ver una verdadera izquierda sionista en Israel. Una izquierda que se asemeja más al histórico partido Mapai que a la organización árabe israelí Adalah, una izquierda que también santifique la educación y el bienestar, y no sólo la industria del odio contra los colonos.
Muy a mi pesar, la "izquierda sionista" israelí ha olvidado lo que significa ser sionista. Incluso peor que eso, parece haber olvidado lo que significa ser de izquierdas.
Labels: AWohl, Izquierda israelí, Sionismo
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