Sunday, July 18, 2010

Hablando al Muro - Emmanuel Navon - JPost BlogCentral




El Kotel en los años 40 y previos


El jefe negociador de la Autoridad Palestina (AP), Saeb Erekat, negó una información del periódico londinense pan-árabe, Al-Hayat, en el que se afirmaba que el Presidente de la AP, Mahmoud Abbas, había presentado una propuesta de compromiso por escrito en la que "Israel mantendría su control sobre el Muro Occidental (Kotel)".

¿Algún francés pensaría que necesita la aprobación de alguien para mantener su control sobre la Torre Eiffel, o Estados Unidos para mantener el suyo sobre la Estatua de la Libertad? El hecho de que Erekat esté reclamando una soberanía palestina sobre el último vestigio y símbolo de la historia judía (del Templo de Jerusalém) es tan ofensivo como absurdo, aunque cualquiera que esté familiarizado con la "relectura" de la historia por parte de los palestinos no se sorprendería.

Unos días antes de la negación de Erekat, el Mufti nombrado por la AP alegó que Israel estaba poniendo en peligro la mezquita de Al-Aqsa (diario Al-Hayat Al-Jadida, 26 de junio de 2010). El pasado domingo, la televisión de la AP difundió una imagen de una especie de demonio con aspecto judío devorando la mezquita de Al-Aqsa.

Acusar a los judíos de tratar de destruir la Mezquita Al-Aqsa no es un libelo de sangre y una difamación de reciente aparición. Hadj Amin al-Husseini inauguró esta práctica en 1929, declaración que causó asesinatos masivos de judíos, y Arafat lo repitió en septiembre de 1996 y en septiembre de 2000. En 06 de diciembre de 1931, el mismo al-Husseini convocó una Conferencia Pan-islámica en Jerusalém con el declarado propósito de galvanizar e impulsar al mundo musulmán en torno a la lucha política contra los judíos. Él difundió para ello fotomontajes que mostraban a judios con ametralladoras atacando el Domo de la Roca.

En septiembre de 2000, Arafat lanzó una guerra de terror contra los civiles israelíes (denominada hábilmente Intifada al-Aqsa), instando a los árabes palestinos y a todo el mundo musulmán a "defender" la mezquita de al-Aqsa de los judíos. Envió a las agencias de noticias extranjeras un foto montaje que representaba a un policía israelí golpeando aparentemente a un árabe indefenso y cubierto de sangre. Esta foto fue publicada en la portada del diario The New York Times con el título: "Un policía israelí y un palestino en el Monte del Templo". En la imagen, al fondo, se veía una estación de gas, lo que evidentemente no se halla en ninguna parte del Monte del Templo. Por otra parte, el supuesto "palestino" era en realidad un estudiante judío americano de una yeshiva que había sido golpeado por una turba árabe.

La narrativa palestina también niega que el Muro Occidental sea un lugar judío y un remanente del Templo de Jerusalén. Pero esta negación es un fenómeno reciente. En el siglo XVI, el turco Solimán el Grande ordenó a su principal arquitecto otomano diseñar una plaza de oración para los judíos frente al Muro Occidental, y emitió un decreto (firman) reconociendo su derecho a orar allí. Hasta el siglo XI, no hubo acuerdo entre los estudiosos musulmanes sobre el lugar exacto donde Muhammad ató a su Pegaso, Al-Buraq en árabe [N.P.: una especie de criatura híbrida o caballo volador que le llevó por los aires hasta el Cielo y Jerusalém en el denominado "viaje nocturno"]. En el siglo XVII, la mayoría de los eruditos musulmanes afirmaba que Muhammad había atado su Pegaso en el lado sur del Monte del Templo. Sólo a partir de la segunda mitad del siglo XIX algunos clérigos musulmanes empezaron a reivindicar que Muhammad ató a su Pegaso en el Muro Occidental de la muralla. Por cierto, eso sucedió precisamente cuando los judíos comenzaron a llevar rollos de la Torá y muebles para rezar en el Muro Occidental, cuando preguntaron a las autoridades otomanas si podían aplanar y mejorar el piso de la zona de oración y cuando trataron de comprar los derechos de propiedad sobre el Muro Occidental al Wakf musulmán. Fue en ese momento cuando los árabes "decidieron" que el Muro Occidental era el lugar donde Muhammad ató a su Pegaso, y es cuando empezaron a llamarlo el Muro de Al-Buraq.

Durante el Mandato Británico, Hadj Amin Al-Husseini utilizó el mito de Al-Buraq para impulsar su guerra contra los judíos. Afirmó que los judíos estaban tratando de comprar el Muro Occidental al Wakf para conseguir progresivamente apoderarse de todo el Monte del Templo, destruir el Domo de la Roca y la Mezquita Al-Aqsa y reconstruir del Templo de Jerusalén. El muftí y sus secuaces trataron de impedir físicamente el acceso de los judíos al Muro Occidental mediante la construcción en la zona del barrio musulmán al-Mugrabi y amontonando basura y excrementos humanos junto al Muro. Incluso se construyó una letrina a un metro y medio del Muro, un acto prohibido por la ley musulmana si el Muro hubiera sido verdaderamente un lugar santo musulmán, por lo tanto era la prueba definitiva de que el "descubrimiento por los musulmanes de la santidad" del Muro para el Islam era una farsa.

Cuando el gobierno israelí abrió la entrada norte de túnel del Muro Occidental, en septiembre de 1996, la Liga Árabe se levantó en armas: declaró que el túnel - de hecho, una combinación de dos túneles, uno que fue excavado por los arqueólogos israelíes en 1987, y el otro (el túnel asmoneo) que data de 2.000 años - corría por debajo de la Mezquita Al-Aqsa, y, por lo tanto, era ilegal. Esta declaración era descaradamente falsa: los túneles no corren por debajo de la mezquita, ni siquiera bajo el Monte del Templo. Sin embargo, los hechos no impidieron que Arafat, a partir de entonces, afirmara que el verdadero nombre del Muro Occidental era Al-Buraq, que era un sitio musulmán y que el Corán lo afirma, cosa que tampoco es cierta (El Corán no menciona en ningún momento a Jerusalem).

En febrero de 2001, el Mufti de Jerusalén emitió un fatwa declarando que el Muro Occidental formaba parte de hecho de la mezquita de Al-Aqsa. Por supuesto, cualquier persona versada en la historia bíblica o con conocimientos arqueológicos rudimentarios sabe que el Muro Occidental es el último vestigio del Segundo Templo judío, lo que ya le data 635 años antes de la construcción de la mezquita en el año 705. No obstante, el Mufti insistió en que el Muro es exclusiva propiedad musulmana, y "ni una piedra de este muro tiene relación alguna con la historia hebrea".

En su discurso de junio de 2009 en El Cairo, el presidente Barack Obama afirmó que la negación por parte de los musulmanes del Holocausto es "sin fundamento, ignorante y llena de odio". También lo es la negación y la falsificación de la historia judía antigua. Uno se pregunta cómo Obama podrá lograr la paz entre Israel y los palestinos sin antes decirle a éstos lo qué le dijo al mundo musulmán hace un año. Si no lo hace, su negociación seguirá siendo equivalente a lo que ha sido hasta ahora: hablar con un muro.

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