Friday, September 24, 2010

Una futura historia de Palestina: ¿Quieren una solución de dos estados? Entonces, háganlo bien – Barry Rubin - RubinReports


Israel a tiro de Qassam (versión antigua) desde la nueva Palestina

El siguiente artículo no pretende rechazar una solución de dos Estados sino de señalar los problemas que inevitablemente surgirán cuando finalmente llegue a ser. Recientemente, una importante revista americana ha colocado como gran tema de su portada un reportaje en el que se informaba que los israelíes no están desesperadamente ansiosos por obtener la "paz", claro que sin informar por añadidura las verdaderas razones de que esto sea así:

La cosa es muy sencilla: De una manera razonable, los israelíes quieren saber si sería mejor o peor, después de llegar a un acuerdo, la promesa de paz a cambio de aceptar un Estado palestino completamente independiente.

La realización de una estrategia requiere averiguar dónde las cosas pueden salir mal y así trabajar para evitar o reducir las consecuencias. Fingir que los problemas se acabarían definitivamente es la mejor manera de obviar las posibles futuras catástrofes. Así que echemos un vistazo a lo que sucedería:
- Una celebración de gala celebra el Día de la independencia de Palestina. Algunos líderes mundiales vienen con promesas de ayuda financiera. Los líderes árabes que asisten ofrecen poco dinero y, salvo por el presidente de Egipto y el rey de Jordania, evitan el contacto con la delegación de Israel.

- Estas celebraciones son marcadas por la ausencia de los líderes de los países - entre ellos Irán, Siria, Libia, Sudán y Yemen – que se niegan a reconocer el nuevo estado.

- Hamas, con el control de la Franja de Gaza, junto con la Yihad Islámica y otros grupos palestinos, también rechazan la entidad "traidora". Los gobernantes de Gaza marcan la ocasión con el lanzamiento de cohetes contra Israel. El presidente palestino asegura con voz hueca que su país incluye también toda la Franja de Gaza, pero no la controla.

- Casi ninguno de los medios de comunicación occidentales se hace eco de las declaraciones de algunos líderes del grupo palestino Fatah de que la independencia del nuevo país no es el fin del conflicto, sino el primer paso hacia la victoria total y la conquista (y destrucción) de Israel.

- Tampoco se recogen las declaraciones de grupos de árabes israelíes – de ideología islamista y nacionalista árabe - que ahora pretende desmantelar el carácter sionista del Estado de Israel, un objetivo respaldado por varios periódicos europeos.

- Tampoco es ampliamente reseñado por los medios occidentales que el nuevo país se proclama oficialmente un estado árabe y musulmán y al mismo tiempo ridiculiza la idea de aceptar a Israel como un estado judío.

- Dentro de unas semanas, infiltrados - algunos de Hamas, otros de Fatah - cruzan la frontera entre Palestina e Israel para atacar a los automovilistas israelíes y las aldeas agrícolas, provocando destrucciones y participando en sabotajes. El gobierno de Palestina realiza una grandilocuente condena de los atentados y afirma que está tratando de detenerlos. Pero los ataques continúan a pesar de que algunos partidarios de Hamas son detenidos, golpeados y encarcelados brevemente. Es muy posible que un pequeño número de cohetes puede que sean lanzadas contra el territorio israelí o haya intentos de derribar aviones que despegan del aeropuerto de Israel.

- Muy pronto, el Museo de Historia de Palestina abre sus puertas con una exposición donde se reclama la totalidad de Israel como parte de Palestina por derecho. A los escolares que lo visitan se les dice que Tel Aviv, Haifa, Beer Sheva y el resto de Israel les pertenece y que algún día formarán parte de Palestina. Un gran exposición mostrará las presuntas atrocidades cometidas por Israel y ensalzará a los héroes que han inmolado sus vidas matando a muchos civiles israelíes.
Sin embargo, todas estas cosas, junto con la constante incitación anti-israelí en los medios de comunicación palestinos, mezquitas y libros de texto, atraen poco la atención de extranjeros. El conflicto ya ha terminado, ¿no es así? Y dar a conocer estos hechos, se dicen los corresponsales unos a otros, sólo supondría "hacer el juego a los radicales israelíes" y "socavar la paz".

Israel, por supuesto, protesta ante las Naciones Unidas y los gobiernos occidentales por la constante incitación y por las agresiones que sufre, pero los esfuerzos diplomáticos no traen ninguna respuesta. Es por ello que Israel toma medidas para su defensa y construye una valla fronteriza con un alto coste, lo que ayuda un poco a su seguridad. Sin embargo, cada vez que las patrullas israelíes abren fuego contra los palestinos que se tratan de infiltrar en su territorio, surgen las protestas palestinas respaldadas por los estados de mayoría musulmana, alegando que se trata de una agresión israelí no justificada.

En el Oriente Medio, el acuerdo de paz trae pocos cambios. Es cierto que en algunos países el odio hacia Israel disminuye un poco. Sin embargo, Siria sigue estando poco interesada en la paz. Por otra parte, el temor cada vez mayor al eje compuesto por un Irán nuclear, Siria y los grupos islamistas revolucionarios, intimida a los otros países árabes a la hora de hacer la paz con Israel. Después de todo, dicen, ahora que hay un Estado de Palestina que no necesitan hacerlo.

Grupos islamistas lanzan manifestaciones en contra del "traidor" régimen palestino responsable de la “capitulación de Palestina” y recluta nuevos miembros. América no es mucho más popular por haber facilitado el nacimiento de un estado palestino desde que éste tuvo que realizar obligadas concesiones y no puso toda la tierra bajo el dominio musulmán. Los ataques violentos en contra de EEUU, Europa y, en ocasiones, las instituciones palestinas, tienen lugar en una media docena de países.

Desde de todo esto podemos pasar a imaginar varios escenarios probables:
- La creciente tensión fronteriza y los ataques transfronterizos conducen a incursiones de parte de Israel para luchar contra unos terroristas contra los cuales el gobierno palestino no actúa con eficacia. Esto da lugar a una crisis en la que Israel es calificado como el agresor que amenaza la paz y donde se piden sanciones contra ella.

- Un golpe de estado puede tener lugar dando lugar a que Palestina se convierta en un régimen militar que podrían ser más militante, con deseos de un enfrentamiento contra Israel, o más prudente, tratando de aplastar a Hamas.

- Como resultado de las tensiones con Israel, los conflictos internos, la conversión en un régimen radical o en un régimen militar, el gobierno palestino obtiene equipo militar, incluidos misiles antiaéreos avanzados, violando el acuerdo de paz. ¿Qué es lo que hará el mundo para hacer cumplir el tratado? Probablemente muy poco.

- Como resultado de la lista de escenarios que figuran en el párrafo anterior, podría haber un llamamiento del gobierno palestino a la asistencia de tropas extranjeras, posiblemente sirias o iraníes. ¿Qué es lo que hará el mundo al respecto? ¿Cómo respondería a las inevitables acciones militares de Israel contra esas amenazas y violaciones del tratado?

- El golpe de estado más probable, y la correspondiente toma del poder, provendría de parte de Hamas - mucho más probable que la conquista de la Franja de Gaza por parte del gobierno palestino responsable del acuerdo de paz -, lo que daría lugar a un régimen pro-Teherán que tal vez se asociaría con los líderes de Fatah más militantes, rompiendo el acuerdo de paz y anunciando una alianza con Irán, lo que colocaría a los intereses estratégicos occidentales y de Israel en peor situación que nunca.
Por supuesto, también podemos suponer que todo va bien y que todos viviremos felices para siempre, que los palestinos sólo se interesarían por mejorar sus niveles de vida y mantener las cosas tranquilas. También eso podría suceder. Pero mientras los peores escenarios reseñados son especulaciones, en el mejor de los casos tienen mayores raíces en la experiencia y en la realidad que la alternativa "más favorable”. En todo caso, para apostar la vida de millones de personas, el futuro de Israel y los intereses estratégicos occidentales deberíamos basarnos en algo más que un deseo y una ilusión, y no negarnos a reconocer las amenazas en cuestión.

Díganme, si pueden, si las predicciones anteriores son ridículamente poco probables o imposibles. La única y probable respuesta será: “¡Cállate! Usted está poniendo en peligro la posibilidad de la paz!”. De hecho, un experto europeo en el Oriente Medio respondió a este artículo diciendo que Israel también hace cosas malas y que el palestino de la calle quiere la paz. Pero esos sentimientos, basados en gran medida en deseos e ilusiones, no tienen nada que ver con los graves problemas reseñados aquí.

¿Alguna vez han contemplado un debate serio sobre cualquiera de estos puntos por parte de los expertos occidentales, de los medios de comunicación, o de los gobiernos? ¿Hay alguna señal de que se han adoptado medidas dentro del enfoque occidental para evitar tales posibles derivas?

Por supuesto, todo esto es hipotético. En la práctica, la Autoridad Palestina no va a firmar la paz durante muchos años. Si bien muchos leerán este artículo como una razón para oponerse a cualquier solución de dos estados (N.P.: para dos pueblos] en conjunto, yo, como la mayoría de los israelíes, estoy a favor de una solución de dos estados si se construye correctamente. Sin embargo, si no se toman en serio estos peligros, ¿por qué Israel debería hacer concesiones, tomar riesgos y precipitarse en una situación que sería muy probablemente peor que la actual? Todo lo que estamos diciendo es que demos una verdadera oportunidad a la paz. Pero sólo si es probable que esa paz sea duradera y sus resultados sean mejores que el statu quo actual para todos los interesados.

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