Wednesday, July 27, 2011

¿Se enterará la izquierda judía israelí? (No existe una izquierda árabe israelí - Salman Masalha - Haaretz)


Uri Avnery en una manifestación de Hadash. ¿Qué fue primero, la izquierda israelí radical o los tontos útiles?

No hay izquierda sin los árabes, sentenció Oudeh Basharat (Haaretz, 19 de julio), y agregó: "Si los 11 diputados del Hadash y de los partidos árabes se hubieran evaporado en la votación sobre la Ley de (anti)Boicot, la diferencia a favor de los partidarios de la ley habría aumentado de 9 a 20 votos".

Es cierto, no hay izquierda sin los árabes, pero esta consigna es sólo una verdad a medias. La izquierda se supone que debe superar la división y tensión nacional al plantear una agenda ciudadana que trascienda las fronteras étnicas. La pregunta es si existe una agenda de izquierdas entre los árabes de Israel. Porque para que haya una verdadera izquierda en Israel, también tiene que haber algún tipo de izquierda árabe. Y parece que esa izquierda no existe.

Basharat hizo bien en tratar de distinguir entre su partido, el Hadash, y las diversas facciones árabes, ya que el Hadash es, en esencia (no en la realidad), un partido judeo-árabe, formado en torno al Partido Comunista de Israel (Maki). Sin embargo, Basharat no puede negar que el Hadash, desde hace ya mucho tiempo, ha perdido su carácter único dentro del panorama político israelí y sus líderes, especialmente en la parte árabe, no se preocupan por una discusión ideológica, política y social, sino más bien por las consignas y por una competencia populista y chauvinista con los otros partidos del sector árabe.

Una prueba evidente de esto se puede encontrar en las palabras de Mohammed Nafa, el secretario general del Maki, y que fueron publicados en la web en árabe del Hadash. Hay que leer sus palabras para entender el deterioro de un partido que en el pasado presumía de ser judeo-árabe y de tener una agenda progresista cívica y social. El secretario general del partido, sin vergüenza alguna, se pone a defender al régimen asesino y al tirano sirio:

"Nunca nos rendiremos al ejercicio de la prostitución por parte de Israel al tratar de presentarse como una víctima", le escribe a sus lectores en árabe, y agrega: "Tenemos que estar más involucrados en la lucha contra la ocupación israelí y estadounidense en lugar de atacar al régimen sirio. Las dictaduras de Siria, Corea del Norte e Irán son preferibles a los ocupantes estadounidenses, israelíes y de la OTAN, y a todos sus colaboradores árabes, especialmente los estados del Golfo".

Así, con estas palabras, el grupo que se supone que es la bandera de la izquierda en Israel se alinea con los ignorantes ayatolás de Irán, con la dictadura de Corea del Norte - uno de los peores regímenes de la Tierra - y con el régimen asesino y tribal del presidente sirio Bashar Assad, que desde hace meses ha estado masacrando a los ciudadanos sirios y corta las gargantas de aquellos que desean y buscan la libertad.

¿Pueden estas "perlas de sabiduría" del secretario general del Partido Comunista de Israel formar parte de cualquier programa de izquierda? Yo lo dudo. [N.P.: Yo, por mi parte, diré que sí, que la izquierda judía israelí dirá que forma parte de la típica retórica árabe sin importancia, y que adelante].

Parece que aparte del odio ciego a los Estados Unidos e Israel, que en las últimas décadas se ha convertido en una especie de religión populista árabe, no tienen nada más que ofrecer, y no ciertamente esa agenda genuina que se supone que debe presentar una izquierda conformada por los judíos y árabes de Israel.

Basharat llega a la conclusión correcta en su artículo: "Sólo una alianza entre los árabes y aquellas fuerzas sanas de entre los judíos podrá detener la caída en el fascismo, y los ciudadanos árabes tendrán la sensación de que tienen una buena razón para ir a votar ya que cuentan con aliados".

Es verdad, una alianza sana entre árabes y judíos podría servir como un dique para bloquear el fascismo que de repente azota el país. Pero parece que según las palabras del secretario general de Maki, las cuales hemos citado antes y no dan fe de una especial cordura, no existe razón alguna para que los ciudadanos árabes y judíos voten por un partido cuyo líder espiritual es una persona que defiende esos puntos de vista.


PD. Insisto, la izquierda judía israelí supera esas palabras y otras muchas peores que ellas sin casi pestañear. Además, ejercerá estupendamente su muy apropiada labor de Pigmalión, de algo debe servir su inagotable superioridad moral.

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