Saturday, February 25, 2012

Con el tiempo, todos los seres humanos serán refugiados de Palestina - Daniel Pipes


Robert Capa, inmigrantes judíos en el campo de absorción de Shaar Ha'aliya, Haifa - Magnum Photos.

(Hoy, en Bobelia, en el suplemento cultural del Global, aparece una reseña de uno de esos típicos y tópicos literatos de la izquierda del país del buen rollito sobre un libro de memorias o recuerdos del famoso poeta palestino M.Darwish. Obviamente, la reseña responde a lo previsible, habla de la expulsión de palestinos - y también de como algunos de ellos, como la familia de Darwish, pudo regresar a Galilea -, de Sabra y Chatila, cómo no, e inclusive de una "limpieza étnica" en Gaza (¿la de los colonos judíos?). Pero lo surrealista es la foto de apoyo, que se titula ambiguamente "desplazados en Haifa en 1950", y que teniendo en cuenta el contenido de la reseña se podría pensar que hace referencia a los refugiados palestinos. Pues no, las personas que aparecen son inmigrantes judíos llegados a Israel en 1950, al campo de absorción de Shaar Ha'aliya. Véanlo aquí)

De todos los temas que impulsan el conflicto árabe-israelí, el más central, primario, duradero, emocional, complejo y maligno, es la situación de esas personas conocidas como los refugiados palestinos.

Los orígenes de este caso único en el mundo, observa Nitza Nachmias, de la Universidad de Tel Aviv, se remonta al Conde Folke Bernadotte, el mediador del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Al referirse a los árabes que huyeron del mandato británico de Palestina, argumentó en 1948 que la ONU tenía una "responsabilidad en el alivio de su situación" ya que fue una decisión de la ONU, el establecimiento de Israel - es decir, la guerra civil desatada por las organizaciones árabes palestinas opuestas a dicha resolución y la invasión posterior de los ejércitos de varios países árabes - lo que finalmente dio lugar a los refugiados. Sin embargo, ese inexacto punto de vista aún se mantiene vivo y vigoroso, y ayuda a explicar por qué la ONU dedica una atención exclusiva a los refugiados palestinos en espera de su propio estado.

Fiel a la herencia de Bernadotte, la ONU estableció una serie de instituciones especiales dedicadas exclusivamente a los refugiados palestinos. De éstas, el organismo de Socorro y de Obras Públicas para los Refugiados de Palestina de las Naciones Unidas (UNRWA), fundada en 1949, fue las más importante. Esta es una organización dedicada exclusivamente a hacer frente a las necesidades un pueblo específico (la Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados se ocupa de todos los demás refugiados, los "no palestinos") y es el mayor organismo de las Naciones Unidas en términos de personal.

La UNRWA, aparentemente, define su marco con gran especificidad: "Los refugiados palestinos son personas cuyo lugar de residencia habitual era Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948, que perdieron sus casas y sus medios de subsistencia como resultado del conflicto árabe-israelí de 1948". Por supuesto, el número de estos refugiados (que inicialmente incluía a algunos judíos) ha disminuido mucho en los últimos 64 años. Aceptando la (exagerada) cifra de la propia UNRWA ascendía a 750.000 refugiados originales de Palestina, de los cuales alrededor de 150.000 personas aún viven.

El personal de la UNRWA ha dado tres pasos importantes durante los últimos años para ampliar la definición de "refugiados palestinos". En primer lugar, y contrariamente a la práctica universal, permitió que continuara el estatuto de refugiado para todos aquellos que se convirtieron en ciudadanos de un Estado árabe (en Jordania, en particular). En segundo lugar, en una decisión poco subrayada, tomó la decisión en 1965 de extender la definición de "refugiado de Palestina" a los descendientes de aquellos refugiados originales masculinos, un cambio que permite únicamente a los refugiados de Palestina transmitir su condición de refugiado a las generaciones posteriores. El gobierno de los EEUU, el mayor donante de la agencia, protestó sólo ligeramente ante este cambio trascendental. La Asamblea General de Naciones Unidas la hizo suya en 1982, por lo que ahora la definición de refugiado de Palestina incluye oficialmente a "los descendientes de los refugiados palestinos masculinos, incluidos los niños adoptados legalmente". En tercer lugar, en 1967 la UNRWA añadió también a esa categoría a los refugiados de la Guerra de los Seis Días, que hoy representan alrededor de un quinto del total de los refugiados palestinos.

Estos cambios tuvieron resultados dramáticos. En contraste con todas las otras poblaciones de refugiados, cuyo número disminuye cuando la gente se asiente o fallece, la población de refugiados palestinos se ha multiplicado con el tiempo. La propia UNRWA reconoce este extraño fenómeno: "Cuando la Agencia comenzó a trabajar en 1950, estaba respondiendo a las necesidades de los cerca de 750.000 refugiados palestinos. Hoy en día, hay 5 millones de refugiados palestinos que tienen derecho a servicios de la UNRWA". Además, según James G. Lindsay, un ex abogado general de la UNRWA, en la propia definición de la UNRWA, esa cifra de 5 millones representa solamente a "la mitad de los potencialmente elegibles para el estatuto de refugiado de Palestina".

En otras palabras, en lugar de disminuir su número y ser ahora solamente 1/5 de su cifra original, tal como era lógico esperar tras transcurrir seis décadas, la UNRWA ha multiplicado la población de refugiados original por 7. Esa cifra aún podría crecer más rápido debido al creciente sentimiento de que las mujeres refugiadas también deberían poder transmitir su condición de refugiada. Incluso cuando en los próximos 40 años el último refugiado palestino original o real haya fallecido, los pseudo-refugiados seguirán proliferando. Así la categoría de "refugiado de Palestina" se incrementará de manera indefinida y continuada. Dicho de otra manera, y tal como Steven J. Rosen observaba, "con las normas de la UNRWA, llegará un tiempo en que todos los seres humanos serán refugiados de Palestina".

Se la condición de refugiado de Palestina puede ser justa, esta expansión infinita apenas preocupa. Pero la verdad es que esta situación tiene unas consecuencias destructivas para ambas partes: para Israel, que sufre los estragos de una categoría de personas cuyas vidas se truncan y se distorsionan con el sueño imposible de un regreso a la casa de sus bisabuelos, y para los "refugiados" en sí mismos, cuya situación implica una cultura de dependencia, de agravios, de rabia y de futilidad.

Todos los otros refugiados de la Segunda Guerra Mundial (finalizada tres años antes del conflicto árabe-israelí) - y del conflicto India-Pakistán de 1947 -, incluyendo a mis propios padres, se han asentado y continuado con sus vidas hace ya mucho tiempo, mientras, la condición de refugiado de Palestina ya se extiende demasiado tiempo y debe ser reducida a los refugiados reales y originales antes de que cause más daños.

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