Sunday, April 22, 2012

El joven nazi y la ocupación de Jerusalén - Burak Bekdíl - Hurriyet



(ya había comentado que no volvería más al tema del poema de Gunter Grass, pero aunque mi interés principal por este artículo reside en su segundo tema, al existir previamente otro inicial, el affaire Grass, en donde se realiza una crítica oportuna y razonable a la actuación del ministro del Interior israelí Yishai, mantengo la parte fundamental de su argumentación)

(...)

Cualquier persona que no sea (abierta o encubiertamente) intelectual o religiosamente anti-israelí podría entender el sentimiento de que resulta difícil de acoger a un ex nazi en Israel. Pero el señor Grass no es un nazi hoy en día. Y no se le prohibe la entrada por lo que hizo en su adolescencia, como otros millones de adolescentes alemanes.

Si Israel considera que el Sr. Grass sigue siendo un nazi hoy en día, debería buscar un tribunal internacional para el poeta. Entonces, si lo pienda ¿qué pasa? Simple. El Estado de Israel, con la decisió del Sr. Yishai, se está comportando como los países que critica por ser antidemocráticamnte intolerantes.

Es bueno saber que Israel no ha emitido una fatwa condenando a muerte al señor Grass, o que los judíos en todo el mundo no han amenazado con quemar las tiendas que venden los libros del Sr. Grass. Sin embargo, la prohibición de viajar se ve no sólo como infantil, sino también autodenigrante.

Pero volvamos a la ocupación. No pasa un día en el mundo islámico (o en el mundo intelectual occidental) sin que mucha gente se levante en contra y condene la ocupación de "al-Quds" (también conocida como Jerusalén). En esta columna muchas veces hemos sostenido lo contrario: una contra-ocupación no es una ocupación.

Ahora, queridos islamistas, tengo un "testigo" a quien supongo que no podrán refutar. Olvídense de mis palabras y escuchen lo que la principal autoridad religiosa musulmana de Turquía, el profesor Mehmet Görmez, tenía que decir la semana pasada:
"Después de que el profeta Omar hubiera conquistado al-Quds, fue invitado a rezar a una iglesia (ya que no había mezquitas en Jerusalén). Pero él se negó educadamente porque le preocupaba que sus hombres, los conquistadores musulmanes, pudieran convertir la iglesia en una mezquita después de haber orado en ella".
Ahora, vuelvan a leer ese párrafo una vez más, o mil veces si lo desean: "Después de que el profeta Omar hubiera conquistado al-Quds...". Y pregúntense a continuación por qué no había mezquitas en Jerusalén en la época de la conquista. ¿Todavía no se les ocurre nada?

Permítanme explicárselo: Pues debido a que Jerusalén no era una ciudad musulmana. Y ahora vuelvan a reclamar su devolución ya que se encuentra bajo la "ocupación judía".

La negativa a rezar en la iglesia cristina fue un gesto muy noble del profeta Omar. Yo, personalmente, no puede esperar, queridos islamistas, que ustedes se comporten de una manera tan virtuosa y gallarda como el profeta, pero por lo menos pueden hacer algo más fácil: dejar de pelear por una ciudad que perteneció a otras religiones antes de que sus antepasados ​​la conquistaran.

Y por favor, recuerden quien procede mi testimonio cuando a partir de mañana inunden de odiosos email mi correo electrónico. ¿O es que el profesor Görmez también es un incrédulo como yo?

Berak Bekdíl

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