Sunday, January 26, 2014

Yaalon se disculpa por haber ofendido personalmente Kerry, pero no se retracta - Debka



El ministro de Defensa israelí Yaron se vio obligado a pedir disculpas la noche del martes 14 de enero por los comentarios off-the-record que realizó a los periodistas, y en los cuales relegaba el papel del secretario de Estado de EEUU John Kerry en las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos, a menudo estancadas, a una "obsesión fuera de lugar y un fervor mesiánico". Él también fue citado desestimando el plan de seguridad de EEUU como "no valiendo ni por el papel sobre el que fue escrito".

Después de unas excepcionalmente duras reprimendas del Departamento de Estado y de la Casa Blanca, su oficina comunicó que : "El ministro de Defensa... se disculpa si el secretario se ha sentido ofendido por las palabras atribuidas al ministro. Israel y los EEUU comparten el objetivo común de avanzar en las conversaciones de paz con los palestinos. Apreciamos los muchos esfuerzos del Secretario Kerry con ese fin".

En los días previos a la disculpa, el Departamento de Estado acusó a Ya'alon de "comentarios ofensivos e inapropiados, especialmente teniendo en cuenta todo lo que los EEUU está haciendo para apoyar las necesidades de seguridad de Israel".

La Casa Blanca agregó su propia reprimenda cuando el ministro trató de enfriar la situación diciendo: "Las relaciones entre los EEUU e Israel son íntimas y muy significativas para nosotros. Los EEUU son nuestro mejor amigo y el aliado más importante", agregando:" Cuando hay diferencias, se discuten dentro de la habitación y eso también va para el secretario Kerry".

Pero luego, después de una entrevista de dos horas con el primer ministro Binyamin Netanyahu, esa misma noche del martes, Ya'alon vio que no había manera de salir del atolladero con una disculpa completa y explícita. Y así se tragó la afrenta a su propio orgullo como un líder militar largamente familiarizado con cada centímetro de su terreno, ya que es el precio que debe pagar por haber ofendido al Secretario de EEUU.

En el fondo la cólera de Washington se dirigía más bien a las palabras pronunciadas por el propio Netanyahu en el funeral del fallecido primer ministro Ariel Sharon, el 13 de enero. En presencia del vicepresidente Joe Biden, el primer ministro citó la promesa de Sharon de 2001 de no volver a permitir que Israel y el pueblo judío pague por los errores de Occidente tratando de apaciguar a Hitler en 1938, lo que desencadenó en la solución final para el pueblo judío.

La administración Obama asumió el comentario del primer ministro como una indirecta sobre lo que Israel considera un apaciguamiento de Irán y la aceptación de sus aspiraciones nucleares. En este sentido, la crítica de Netanyahu fue más acentuada que la de Ya'alon.

Este enfrentamiento entre Washington y Jerusalén refleja fuertemente hasta qué punto la administración Obama ha rebajado a Israel como un activo estratégico en comparación con su nuevo favorito, Irán, cuyos líderes pueden realizar comentarios irrespetuosos sobre Washington mientras que las observaciones israelíes son reprobadas.

En septiembre pasado, el presidente Hassan Rouhani desairó públicamente al presidente Obama en la Asamblea General de la ONU negando una invitación para una cita. Dado que el acuerdo nuclear se firmó en noviembre pasado, Rouhani había expuesto en público la capitulación del presidente de los EEUU y de Occidente a los dictados de Irán. Sólo esta semana, Abbas Araghchi, un simple viceministro de Asuntos Exteriores iraní, contradijo a la Casa Blanca - y al presidente Obama - al afirmar que Irán no iba a desmantelar el elemento clave de su programa nuclear. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, saludó esas palabras de manera indulgente diciendo que "No importa lo que los iraníes dicen, sino lo que hacen".

Esta regla no se aplica obviamente con los líderes de Israel, a los que no se les permite decir lo que piensan. En su reproche al ministro israelí, la portavoz del Departamento de Estado Jennifer Psaki dijo: "El secretario Kerry y su equipo, entre ellos el general John Allen, han trabajado día y noche para tratar de promover una paz segura para Israel debido a la profunda preocupación del secretario por el futuro de Israel. Cuestionar los motivos del secretario Kerry y distorsionar su propuesta no es algo que se esperaba del ministro de Defensa de un estrecho aliado".

Los líderes de Israel y la población israelí en general no dudan de que el secretario de Kerry y el general Allen están trabajando duro en cuestiones de seguridad . El problema es que también detectan claramente su intención de decirle a Israel lo que Estados Unidos considera que es lo mejor para su seguridad y la forma de manejar la situación en términos de un Irán nuclear y de las demandas palestinas, con poco respeto por la imagen que de esos asuntos tiene Israel.

Ya'alon llevó esa brecha en la percepción a la superficie cuando reveló en esos comentarios privados off the record: "John Kerry, que ha llegado hasta aquí totalmente determinado y actuando con una obsesión incomprensible y con fervor mesiánico, no puede enseñarme nada sobre el conflicto con los palestinos".

Esta brecha entre Washington y Jerusalén es más amplia que nunca.

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