Friday, July 29, 2016

Muy interesante: Una brecha generacional haredi propicia y favorable - Evelyn Gordon




Si uno lee últimamente los titulares de los medios israelíes podrá comprobar por qué muchos judíos estadounidenses están convencidos de que el extremismo ultra-ortodoxa es cada vez peor. El lunes, los partidos haredi (ultra-ortodoxos) presentes en la coalición lograron aprobar una ley restrictiva para los no ortodoxos en lo referente al uso de los baños rituales estatales. A principios de este mes, los tribunales rabínicos dominados por los haredi se negaron a reconocer las conversiones de un estimado rabino ortodoxo americano, Haskel Lookstein; y desde hace meses los partidos haredi han bloqueado la aplicación del sensato compromiso elaborado por Natan Sharansky sobre el culto de los no ortodoxos en el Muro Occidental. Sin embargo, si miramos únicamente estos titulares nos perderemos una parte crucial de la historia: los jóvenes haredim, sin dejar de estar apasionadamente comprometidos con el judaísmo ortodoxo, están rechazando cada vez más las posiciones de línea dura de su liderazgo rabínico sobre numerosas cuestiones, incluyendo el tema laboral, el servicio militar, el estudio académico, y aislamiento comunal.

Vamos a empezar con el tema laboral. Oficialmente, el liderazgo rabínico todavía sostiene que los hombres deben estudiar la Torah a tiempo completo. Sin embargo, la proporción de hombres haredi que entran en el mercado laboral está en constante aumento, y el año pasado superó el 50% por vez primera desde que Israel inició el seguimiento de estos datos. Ahora es del 51,2%, y el gobierno espera que alcance el 63% en 2020.

En cuanto a las mujeres haredíes, cualquiera que piense que están confinados en la cocina están muy por detrás de la realidad. El año pasado, el 73,1% de las mujeres haredíes trabajaban, por encima del 61,5% de tan sólo cinco años antes. Eso ya está muy por encima de la meta del gobierno del 63% en 2020. Y dado que la comunidad haredi no puede proporcionar suficientes puestos de trabajo para todas estas mujeres, están cada vez más integradas en una economía más amplia, incluyendo la alta tecnología. Obviamente, esto implica un mayor contacto con los no haredim.

Las nuevas actitudes hacia el trabajo también están influyendo en una nueva generación de políticos haredim. El Haaretz mostraba hace poco un fascinante perfil de Israel Porush, de 36 años de edad, el alcalde de la ciudad haredi de Elad, cuyo padre y abuelo fueron prominentes miembros de la Knesset y viceministros. Los anteriores Porush se centraron en las preocupaciones tradicionales de los haredim. Sin embargo, el joven alcalde Porush tiene un objetivo diferente: en palabras de la periodista Meirav Arlosoroff, "que el mayor número de habitantes de la ciudad acceda como sea posible al mercado laboral". Con este fin, no sólo ha traído empresas de negocios como un centro de desarrollo de software a la ciudad, sino que además ha negociado acuerdos con dos gobiernos locales vecinos, uno judío secular y otro árabe, para crear parques industriales conjuntos.

En la educación, el cambio es igualmente dramático. No sólo el número de haredim en la universidad ha dado un salto de un 83%, con cerca de 11.000, a partir de 2011-2015, sino que además las actitudes hacia los estudios seculares en las escuelas secundarias también está cambiando.

No nos imaginaríamos esto mirando a la vieja generación de políticos haredi: el domingo, a instancias de los partidos haredi, la coalición gubernamental acordó derogar una ley que impone sanciones económicas a las escuelas haredi que no enseñan el plan de estudios básico.

Pero al día siguiente, el Jerusalem Post citaba un nuevo estudio que encontró que al 83%de los padres haredi les gustaría que sus hijos asistieran a escuelas secundarias que enseñan materias seculares junto a las religiosas, como ya lo hacen las escuelas haredi. Otro 10% consideraría esta opción. Por otra parte, observaba el artículo, el número de chicos haredi que asisten a las escuelas secundarias haredi, las cuales preparan a los estudiantes haredi para los exámenes de matriculación seculares, se ha duplicado desde el 2005. Aunque el número permanece bastante bajo (1.400 inscritos en el año pasado), los resultados de la encuesta indican que esto puede deberse menos a la falta de demanda que a la falta de oferta: hoy en día, poco más que existen una docena de tales escuelas.

La encuesta también da credibilidad a la afirmación del ministro de Educación Naftali Bennett de que la legislación coercitiva no es necesaria para resolver el problema de los estudios seculares. Ayudar a otras escuelas a empezar, en lugar de poner obstáculos en su camino, podría ser igual o más eficaz.

Con respecto al servicio militar, el cambio también es evidente. En 2014, 2.280 haredim se alistaron al ejército, y unos 340 al servicio social, lo que representaría alrededor de un tercio del total de jóvenes haredi de 18 años que podría alistarse al ejército anualmente (unos 8.000), y en algunos lugares las cifras son más altas: en Elad de Porush, alrededor del 40% de los hombres hacen el servicio militar.

Por otra parte, el estigma contra el servicio militar se desmorona rápidamente. Tal como señaló recientemente Rachel Levmore, un miembro del panel del gobierno que nombra a los jueces de los tribunales rabínicos, hasta este mes la más alta corte rabínica de Israel nunca había incluido un juez que sirvió en el ejército. Sin embargo, tras la ronda de este mes, la mitad de sus jueces son ahora veteranos del ejército, incluyendo dos sefardí haredim y un haredi asquenazi. Esto último es particularmente notable porque el servicio militar es mucho menos común entre los haredim asquenazíes.

Como escribió Levmore, estos números envían un mensaje importante: el servicio militar ya no descalifica a los haredim para posiciones rabínicas prominentes. Hoy en día, usted puede servir en el ejército y todavía ser nombrado miembro del Tribunal Supremo Rabínico, con la aprobación unánime de un panel que incluye a rabinos haredi y a un miembro haredi de la Knesset.

Es cierto que estos cambios en la sociedad haredi no conducirán a cambios de actitud en la élite dirigente a corto plazo. Los principales rabinos haredim tienen cerca de noventa años, y sus sustitutos serán hombres de una edad similar o algo inferior. En otras palabras, son productos de un mundo muy diferente, uno donde el Holocausto acabó con la mayoría de los judíos de Europa, donde el sistema del ejército y de la escuela de Israel buscó activamente crear "nuevos judíos" que siguieran el molde de la élite secular gobernante, por lo que la reconstrucción del mundo de la Torah se convirtió en una necesidad imperiosa, y para ello el aislamiento de la sociedad y el conocimiento secular se consideró esencial para lograr este objetivo. Esta es la visión del mundo que absorbieron en sus años de formación la actual élite dirigente haredi, y no lo abandonará en su vejez.

Pero los haredim más jóvenes se han criado en un mundo muy diferente, uno en el que el estudio de la Torah floreció, donde la población religiosa también crecíó, y donde las instituciones del Estado, desde el ejército a las universidades, dieron la bienvenida a los haredim sin tratar de conseguir que dejaran de ser haredim. En consecuencia, esta generación se siente menos amenazada por el mundo secular, confía en su capacidad para trabajar y asistir a la universidad, e incluso realizar el servicio militar sin perder su identidad haredi.

El cambio de abajo hacia arriba es por lo general más lento que la versión de arriba hacia abajo, pero también tiende a ser más duradero. Y por lo tanto, los titulares de los últimos meses son engañosos: la evolución dentro de la sociedad haredi en su conjunto proporciona realmente muchos y poderosos motivos para ser optimistas.

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