Monday, August 23, 2010

Posponer la paz para más tarde - Gadi Taub - Ynet


Evacuados de Gush Katif

Israel se siente paralizada. Mucha gente por aquí entiende que el statu quo es una vía expresa a la desaparición del sionismo. Estamos poco a poco hundiéndonos en el pantano bi-nacional, y si no somos capaces de dividir la tierra de Israel nos acabaremos hundiendo en él.

Sin embargo, parece que no hay manera de dividir la tierra. La fe de los israelíes en una partición dentro del marco de un acuerdo de paz se ha visto muy erosionada, y no es de extrañar. Los palestinos no están dispuestos a renunciar a su demanda de lo que ellos denominan como "el derecho de retorno" (en la práctica, el derecho internacional no reconoce tal derecho), y esto significa que no habrá acuerdo.

Por otro lado, la fe en una partición unilaterale israelí también está erosionada a raíz de la experiencia de la retirada de Gaza. No obstante, esta erosión es injustificada: una medida unilateral no tiene por qué parecerse a la retirada de Gaza. De hecho, incluso un estilo de retirada de Gaza en Judea y Samaria es mejor que la continuación del statu quo. Aún así, muchas personas creen que sería imposible evacuar a unas 70.000 personas por una pequeña y supuesta paz global.

Entonces, ¿cómo podemos querer no obstante dividir la tierra sin paz? Si lo hacemos así, sin duda sería un sueño. Además, incluso si no tenemos un socio para la paz, podemos tener un socio para una medida unilateral. Los palestinos están trabajando en su propia maniobra unilateral: la promesa de Salam Fayyad de declarar unilateralmente la independencia puede servir como una medida complementaria a la retirada israelí, inclusive si eso no es una obligación.

Al parecer, la clave aquí es separar la cuestión de la partición de la cuestión de la evacuación: No hay necesidad de convertir la evacuación en una condición para la partición.

En primer lugar, Israel finalmente puede aprobar una ley de compensación para la evacuación de Cisjordania. Podemos suponer que esa ley podría minimizar drásticamente el alcance del problema de los asentamientos.

En segundo lugar, Israel puede declarar que a "los sionistas por la tierra", en oposición de los "sionistas por el Estado", se les permita permanecer en su lugar de residencia y renunciar a su ciudadanía israelí. Ellos pueden seguir viviendo allí bajo un gobierno palestino. Después de todo, hay una gran minoría árabe en Israel, así que no es impensable una pequeña minoría judía en Palestina. Si fuera necesario, iríamos a rescatarlos y llevarlos de vuelta a casa. Para eso tenemos la Ley de Retorno. Serían capaces de volver y obtener su ciudadanía israelí cuando volvieran si lo desearan.

En tercer lugar, también en oposición al modelo de Gaza, la retirada propiamente dicha se puede coordinar con la Autoridad Palestina de una manera ordenada y gradual. Un traspaso ordenado del poder está en el propio interés de Fatah. Ellos también vieron los resultados de la retirada unilateral de Gaza y el asesinato de su gente por parte de Hamas, es por eso que les temen más a ellos que nos temen a nosotros, y con razón.

En cuarto lugar, a diferencia de estilo solitario de la desconexión de Sharon, esta vez nos retiraríamos bajo los auspicios internacionales. Los Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas y los rusos - y posiblemente incluso a la Liga Árabe -, sin duda se alistarían a la causa de poner fin a la ocupación, e incluso podrían otorgar garantías económicas y militares, posiblemente en forma de una fuerza internacional.

Un hecho desagradable de este conflicto es que los elementos para su resolución completa, resolviendo las cuestiones de justicia absoluta que existen en ambos lados, chocan con las profundas convicciones y aspiraciones de ambas partes. Es por eso que las posiciones en la negociación adoptadas por ambas partes (en ciertas cuestiones) se caracterizan por un "No" absoluto y por unas líneas rojas que no llevan a ninguna parte.

Sin embargo, si estas cuestiones de justicia absoluta se separan de los problemas prácticos, podríamos comenzar con el particionamiento de la tierra y retrasar el final del conflicto a otro momento posterior.

Seremos capaces de hacer frente a las cuestiones de justicia en el futuro, y también modificar las fronteras si fuera necesario, pero por el momento vamos a conformarnos con un alto el fuego que se base en intereses comunes más bien que en un "amor mutuo".

Lo más importante, dos Estados-nación prevalecerán, y el sionismo no se dirigiría hacia el abismo.


PD. Única, y siempre la misma pega. Siempre se utilizan las previsiones "positivas", colaboración, ayuda exterior, etcétera... Siempre será más lógico, visto lo visto, apostar por unas previsiones que contemplen sobre todo los aspectos y las situaciones "negativas", falta de colaboración palestina y exterior, exacerbación de tensiones por parte del ala radical de los países árabes pata torpedear el proceso (gracias a sus marionetas palestinas), violencia...

Si el proceso unilateral es necesario, hay que ponerse en su desarrollo más complicado, sin ilusiones, si finalmente no fuera así, mejor que mejor. Pero siempre hay que contar con que la otra parte nunca deseará ayudarte a solucionar tus problemas ni ponértelo fácil, iría en contra de sus intereses a medio y largo plazo.

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1 Comments:

Blogger Renton said...

Tengo la esperanza de que esta vez las negociaciones irán a buen puerto, esté el susodicho dónde esté...

Los EEUU están interesados en la resolución del conflicto, y eso... lo cambia todo.

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3:33 PM  

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