Saturday, January 03, 2015

Los rivales de Bibi en apuros por los escándalos - Ben Caspit - Al Monitor



La campaña electoral israelí continúa asombrando y generando desarrollos estratégicos, cada uno de los cuales puede llegar a ser un punto de inflexión en torno al cual todos los jugadores pueden crear un orden totalmente nuevo. La coalición "Cualquiera menos Bibi" recibió varios poderosos golpes al final de diciembre que minaron el equilibrio, la estabilidad y las posibilidades de éxito de dicha coalición en las elecciones que se celebrarán el 17 de marzo. Todavía no todo está perdido, pero hoy la posición del primer ministro Benjamin Netanyahu, a 77 días de las elecciones, se ve mucho mejor que hace unas semanas. La lista de los políticos que se unieron para reemplazarlo (el presidente laborista Isaac Herzog, la ex ministra de Justicia Tzipi Livni, el ex ministro de Finanzas Yair Lapid, ex ministro Moshe Kahlon, el ministro de Asuntos Exteriores Avigdor Liberman y el líder de Shas, Aryeh Deri) están ahora a la defensiva.

Varios de sus miembros, especialmente Liberman y Deri, han recibido duros reveses electorales y públicos.

Dos planes secretos se planificaron en los últimos meses por estos importantes protagonistas de la telenovela política israelí. El primero era el plan Liberman-Kahlon, quienes pretendían unirse el día después de las elecciones y aparecer juntos ante el presidente Reuven Rivlin (quien otorga al candidato mayoritario la tarea de formar el gobierno). Según este plan, ellos tenían la esperanza de conseguir al menos 25 escaños entre ellos, lo que constituiría un nuevo bloque que, al día siguiente de las elecciones, podría convertirse en el partido más grande en la Knesset.

Estos dos políticos, aún procediendo del bloque de derecha, serían capaces de formar un gobierno que voluntariamente incorporaría a Herzog, Livni y Lapid. Una coalición de este tipo, de acuerdo con este plan, los habría convertido en el sorprendente "caballo negro" de la campaña.

Esta alianza (aunque aún no finalizada, incluye ya un claro entendimiento entre las diversas partes), colocando a Liberman como candidato a la jefatura del gobierno y a Kahlon para el ministerio de Finanzas. Con el fin de formar un gobierno estaban dispuestos a ofrecer una rotación a la coalición Herzog-Livni (en tal caso, Livni renunciaría a "la rotación" que Herzog le había prometido si ellos ganaban).

Este plan empezó a echar humo tras la dramática investigación policial, que cayó como un rayo sobre el sistema político israelí, de los más cercanos colaboradores de Liberman en su partido Yisrael Beiteinu, el 23 de diciembre, los cuales están bajo arresto y están siendo interrogados. Esto, en el marco de una aventura en la que numerosos miembros de ese partido están bajo sospecha, convertía al partido en una especie de caja B y una cámara de compensación bancaria mediante la cual fueron transferidos fondos de la tesorería del país a diversas asociaciones e instituciones a cambio de fuertes comisiones. El propio Liberman no ha sido interrogado y no se le considera como un sospechoso, pero nadie puede apostar que ese sea el punto final. En cualquier momento dado, cualquiera de las personas cercanas a Liberman puede enredarle en algo. Y eso nos colocaría en un escenario completamente diferente.

Liberman ha estado atacando agresivamente a la policía y a la Fiscalía del Estado desde que se abrió la investigación. Liberman cita sobre todo el momento de la investigación que, según él, coincide totalmente con el momento de las elecciones. Las estadísticas parecen justificar las quejas de Liberman: él ha sido atacado con todo tipo de investigaciones o proyectos de acusaciones legales antes de cada campaña en la que ha estado involucrado desde al menos 1999. Pero los ataques verbales contra el "estado de derecho" no le ayudarán en su sorprendente y publicitado viaje desde las profundidades de la derecha israelí al centro político.

A la derecha le encanta odiar a la Oficina del Fiscal del Estado y a la policía, pero el centro político todavía considera "al estado de derecho" como un valor sagrado. Por lo tanto, es probable que sufra una decepción con los ataques verbales de Liberman. A partir de ahora, Liberman tratará de devolver a parte de su perdido electorado ruso al redil del partido en virtud de la "persecución" de la policía. Aunque la magnitud del daño que la investigación causará al Yisrael Beiteinu todavía no está clara, es bastante obvio que el sueño de Liberman de atravesar el umbral de 10 escaños hacia los 15, se ha desvanecido en el aire en esta etapa. Todo esto hace que el primer plan descrito anteriormente se haya vuelto casi irrelevante.

El segundo plan es el de ministro de Economía y Comercio Naftali Bennett, el presidente de HaBait Hayehudi. Bennett está tratando de anestesiar el mapa político. Difunde video clips de entretenimiento que se vuelven virales en los que se disfraza como un hipster progre de Tel Aviv. Deliberadamente, no atribuye a sí mismo objetivos que sean demasiado elevados, no habla de la jefatura del gobierno y no fija la mirada del público en su posible deseo de ser ministro de Defensa. Pero tras las puertas cerradas, el objetivo de Bennett  y de su gente tiene como objeto el asiento más alto de Israel, la silla del primer ministro.

Según el plan, Bennett seguirá creciendo en las encuestas y "acogerá" a parte del electorado de Netanyahu. Bennett es más joven, más innovador, más claro y es mucho más "cool". Él atrae a un gran número de jóvenes que se cree están alineados con el centro e incluso trajo al partido a Yinon Magal, un presentador de televisión y editor en jefe de la popular página web de Walla. Como Bennett, Magal es secular y ha servido como comandante en la unidad especial de élite del ejército israelí, el Sayeret Matkal, hasta que finalmente "vio la luz", se volvió hacia la derecha y se posicionó más cercano a la religión. Hoy en día, Magal mantiene posiciones de la derecha nacional.

Si Bennett alcanza el umbral de 20 escaños (ahora está en algún lugar cercano a 16-18), entonces él podrá acercarse a Netanyahu el día después de las elecciones y festivamente decirle que si él quiere gobernar, tendrá que dar un giro hacia Bennett. O por lo menos, la cartera de Defensa. Ambas opciones provocan sudor frío a un gran número de israelíes, en especial ante la creciente tendencia a una disminución de los partidarios del proceso de paz. Pero este plan sigue vivo y coleando, y progresando exactamente como ha sido programado para que progrese.

Uno de los polos importantes de la campaña para reemplazar a Netanyahu se supone que sería el líder del Shas, Aryeh Deri. Deri es un político astuto, con experiencia y un líder ultra-ortodoxo carismático que fue condenado en 1999 por sobornos y enviado a la cárcel por un largo período. Deri volvió a la política y logró entronizarse a sí mismo de nuevo a la cabeza del Shas, el partido ultra-ortodoxo sefardí de Israel que se une tradicionalmente a todos los gobiernos de derecha, y a veces también a los gobiernos de centro-izquierda. El problema de Deri es que el hombre que él depuso del liderazgo Shas, el ex ministro Eli Yishai, quien juró vengarse.

El 28 de diciembre, el canal 2 de la televisión israelí emitió una cinta en la que el venerado y gran líder religioso del Shas, el fallecido rabino Ovadia Yosef, decía duras palabras sobre Deri y expresaba su apoyo incondicional a Yishai. La cinta se convirtió en una enorme y melodramática tormenta política, y como resultado Deri presentó su renuncia al Consejo de Sabios de la Torah del Shas.

Pero la renuncia de Deri no era auténtica, fue planeada. El Consejo de Sabios de la Torah, efectivamente, solicitó a Deri que retirara su renuncia y aceptara el "decreto" del Consejo exigiéndole que continuara liderando el partido. En estos momentos, Deri sigue estando "indeciso". Incluso si se retracta de su renuncia (según estimaciones generalizadas), es difícil creer que Shas volverá a su antigua fuerza. Por el momento, las encuestas muestran que el público está harto del Shas (actualmente 10 escaños), que Deri sólo recibiría cinco escaños mientras que Yishai, que ha establecido un nuevo partido opositor, ni siquiera alcanzaría el umbral electoral. Bajo ciertas circunstancias y en un mal día, podría ocurrir que tanto Deri y Yishai permanezcan fuera de la Knesset y el poder de los ultra-ortodoxos en Israel, que se incrementa de año en año debido a su demografía, reciba un duro golpe a causa de las intrigas políticas y su decadencia.

A partir de este momento, no está claro si este proceso es bueno o malo para los que aspiran a sustituir a Netanyahu. Deri tiene una alianza política a largo plazo con Liberman y podría, potencialmente, apoyarlo para coronar a Liberman y Kahlon (junto con Herzog, Lapid y los ultra-ortodoxos asquenazíes) a expensas de Netanyahu. A partir de ahora, sin embargo, lo que preocupa a Deri no es ni Netanyahu ni Liberman, sino su propia supervivencia política.

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