Monday, June 30, 2008

Dos lecciones de la segunda Intifada deslegitiman la doctrina del apaciguamiento - Sever Plocker - Ynet

¿Por qué la gente elige olvidar la segunda Intifada e ignorar sus enseñanzas?

La segunda Intifada, que comenzó en octubre del 2000 para terminar en octubre del 2004, no es ya objeto más que de raros debates o análisis. La segunda Intifada ha sido colocada al margen y después evacuada del debate público. Las obras que le han sido consagradas están depositadas en los trasteros de las librerías. Las crónicas políticas no la mencionan apenas. Los medias la han olvidado. Las instituciones culturales la ignoran.

La amnesia sobre la segunda Intifada es sorprendente cuando se toma en consideración la importancia de las perdidas que ocasionó y su elevado precio.

Se trata de lo que la sociedad y la economía de Israel han debido pagar por ella, y del desastre que la Intifada ha supuesto para los palestinos y para Palestina. ¿Cuál es pues la razón de esta amnesia que disimula su negación? El deseo humano de ignorar una secuencia de hechos que rompe con los usos corrientes y que comprometen la vida ordinaria. Desde que la Intifada terminó, nos hemos apresurado a eliminarla de nuestra conciencia y de volver al confort de lo que es familiar, aceptable, previsible, normal.

La segunda Intifada ha puesto en causa e invalidado dos hipótesis de base, una especie de axiomas universalmente aceptados a lo largo de todo el proceso. Según la primera hipótesis, la prosperidad económica es la base de la paz. Según la segunda, el terrorismo no puede ser derrotado por la fuerza. Esas dos tesis probablemente estaban enraizadas en nuestra percepción colectiva y ahí permanecieron siempre, inspirando la visión dominante cuando el conflicto israelí-palestino estalló nuevamente. Los dos postulados son políticamente correctos y proporcionan una doctrina de análisis y de elucidación coherente.

Si se rompe con esas hipótesis, abandonamos las interpretaciones a las cuales estamos habituados para entrar en lo desconocido. Es por eso que tanta gente prefiere olvidar que hubo una segunda Intifada, y quieren ignorar sus enseñanzas. Sin embargo, lo que se sepulta resurgirá algún día, inevitablemente.

La segunda Intifada estalló en el momento en que la prosperidad de la economía palestina estaba en su cenit. En definitiva, tras ella, los frutos de los acuerdos de Oslo se desvanecieron progresivamente para las capas y las categorías sociales más desamparadas de Cisjordania y Gaza. El nivel de vida de los palestinos había subido como una flecha, había dinero, los turistas afluían a toda Tierra Santa, los inversores extranjeros valoraban el coste y la buena mano de obra de los palestinos, mientras que los comerciantes palestinos descubrían el poder de compra de los consumidores israelíes.

Esos éxitos fueron borrados de un plumazo en octubre del 2000. La segunda Intifada ha costado a los palestinos la anulación de las realizaciones económicas de una generación. Serán necesarios al menos de 10 a 15 años para que la renta per capita en Palestina recupere su nivel de Octubre del 2000.

El bienestar y el porvenir de millones de palestinos ha sido sacrificado sobre el altar de la devoción de la revolución nacional y religiosa. La normalización, la estabilidad, el crecimiento de una clase media y la búsqueda de un nivel de vida más elevado eran un desastre y un crimen a los ojos de líderes como Yasser Arafat y Ahmed Yassine. Ellos querían la violencia, la guerra permanente, la sangre y el fuego, y eso es lo que obtuvieron. Ambos, actualmente, están enterrados en el suelo de Palestina junto con millares de sus compatriotas que han pagado el precio de sus antojos.

¿Y para conseguir qué? Para nada. Después de todo, no había razón para que Israel consiguiera una victoria aplastante e irresistible en la segunda Intifada. Centenares de artículos escritos durante toda la Intifada ponían en guardia a los dirigentes de Israel contra toda tentativa de combatir el terrorismo por la fuerza, ya que entonces el fracaso estaría garantizado. El ejército regular de un estado democrático no podría vencer jamás a grupos terroristas-resistentes, o guerrilleros, y que operan entre poblaciones civiles oprimidas como pez en el agua. Es lo que nos enseñó el genio argentino-cubano, Che Guevara, y otro genio vietnamita, Ho Chi Minh.

A falta de más alternativas, Israel ignoró esas recomendaciones y avisos estratégicos. En una acción multiforme, integrando los ataques contra los estados mayores del terrorismo urbano, la eliminación de los jefes terroristas más importantes y el despliegue de medios de información humanos y tecnológicos, Israel venció a sus enemigos. Lo increíble se produjo, - y aún así fue rechazado desde el primer momento -, en particular después de la hospitalización de Ariel Sharon.

El mundo continua derramando dinero a título de ayuda para la Autoridad Palestina, con la esperanza de comprar así un arreglo o un acuerdo de paz. Mientras, la mayor parte de los palestinos han votado a favor de una nueva “revolución” destructora bajo la égida de Hamas. Decenas de millares de israelíes han continuado estableciéndose en Cisjordania, complicando la vida cotidiana de los palestinos, aunque la victoria del ejército israelí en la segunda Intifada haya demostrado que las implantaciones no son una riqueza sino un fardo.

Entretanto, la falsa idea de que una “organización terrorista no puede ser vencida” paraliza al gobierno israelí desde que Hamas llegó al poder en Gaza: en definitiva, en lugar de que sean ellos, Hamas, quien nos reconozca, seremos nosotros finalmente los obligados a reconocer al estado de Hamastan.

¿Ha existido alguna vez la segunda Intifada, o se tratará solamente de un mal sueño?

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Sunday, June 29, 2008

Simpatía selectiva o los otros refugiados (los refugiados judíos de los países árabes) - Petra Marquardt-Bigman - JPost BlogCentral

Es difícil pasar por alto la ambivalencia de algunos de los reportajes y comentarios de la prensa sobre el congreso inaugural del grupo Justicia para los Judíos de los Países Árabes (JJAC), celebrado en Londres la semana pasada. La cobertura de la BBC fue criticado con razón por Zword y por el excelente blog "Point of No Return" a causa de la aparente afán de ofrecer una opinión "equilibrada", lo que significa que en gran parte la presentación de los reportajes se dedican a sembrar dudas sobre la legitimidad de las cuestiones planteadas por la JJAC.

Teniendo en cuenta esta cobertura, no es de extrañar las reacciones ilustradas en el ciberespacio sobre estas revelaciones tan inoportunas y desconocidas para algunos, como por ejemplo enterarse de que la implacable hostilidad con que el mundo árabe reaccionó a la creación de Israel en 1948 no sólo dio lugar a una guerra que provocó que aproximadamente 700.000 árabes palestinos se convirtieran en refugiados, sino que también condujo a la expulsión y el despojo de unos 850.000 judíos de los países árabes.

Un artículo de Julius Lyn en The Guardian, informando positivamente de la labor de JJAC dio lugar a un animado debate entre aquellos que estaban de acuerdo con el autor y los que le criticaban. Entre estos últimos, no era difícil encontrar personas que ni siquiera parecían darse cuenta que sus argumentos se basaban descaradamente en un evidente doble rasero. Uno de ellos que no tenía ninguna duda de que los refugiados palestinos tenían todo el derecho a exigir una indemnización, e incluso el "derecho de retorno", despedía sumariamente la expulsión de judíos de Egipto exclamando: "La guerra crea refugiados." Al parecer, no se le ocurrió que esa "visión" se aplicará a los refugiados palestinos de 1948, que tendrían unos derechos que ya quisieran para sí los judíos de Egipto. Y entonces coronaba su "argumentación" con la siguiente conclusión: "no puede ser una contribución positiva al proceso de paz que pongan sobre la mesa la descarada mentira de que posiblemente 850.000 judíos tengan derecho a alguna compensación, lo que supone un número mayor que el de palestinos expulsados de Israel. "

De hecho, se trata de un mayor número, al igual que su pérdida de bienes y propiedades. Pero esa no es la principal preocupación de la JJAC: como testimonia el profesor Irwin Cotler antes de una exposición informativa conjunta ante los diputados de la Cámara de los Comunes y de los Lores del Parlamento de Gran Bretaña: la principal preocupación de la JJAC es que ha llegado el momento del reconocimiento del hecho de que "el dolor y el sufrimiento de los 850.000 judíos desarraigados y desplazados de los países árabes - el éxodo olvidado - ha sido expurgado y eclipsado tanto en las conversaciones de paz del Oriente Medio Oriental como en la búsqueda de justicia en estos últimos sesenta años".

Por otra parte, como sostuvo el profesor Cotler:

"Esta narrativa revisionista no sólo ha eclipsado y olvidado - y borrado - este éxodo de la memoria y del recuerdo, sino que niega también que se trata de un éxodo forzado, y que es el resultado de un doble rechazo y agresión... En pocas palabras, los países árabes no sólo rechazaron un estado palestino y fueron a la guerra para aniquilar al naciente estado judío, sino que también tuvieron como objetivo a los judíos que vivían en sus respectivos países, con lo que se generaron dos grupos de refugiados: los refugiados palestinos como consecuencia de la guerra árabe contra Israel y los refugiados judíos a consecuencia de la guerra árabe contra sus propios ciudadanos judíos".

Sin embargo, aunque parece que hay cierta disposición a reconocer que los refugiados judíos de los países árabes deben tener derecho a exigir una indemnización por sus pérdidas materiales, al parecer hay muy poca disposición a reconsiderar lo que el profesor Cotler denomina razón la "narrativa revisionista". En un comentario titulado "La otra cara de la historia judía", Rachel Shabi afirmó que muchos judíos abandonaron voluntariamente sus antiguas comunidades en los países árabes, ya que en su opinión también se podría argumentar que "el sionismo provocó que tanto los palestinos abandonarán sus hogares como el traslado de los judíos del Oriente Medio a Israel ". Israel pues, debe compartir la responsabilidad por la "reacción" (árabe) que condujo a la expulsión y el despojo de los judíos de los países árabes:

"Los funcionarios de la Agencia Judía sabían que sus actividades en Palestina podría poner en peligro a los judíos en el Oriente Medio ... Sin embargo, optaron por continuar con esas acciones y se comprometieron a "rescatar" a los judíos si las cosas no tomarán un giro a peor. Si los propios funcionarios sionistas estaban preocupados por una reacción en el mundo árabe, ¿cómo puede luego Israel ser absuelto de responsabilidad por el éxodo judío de esos países? "

Obviamente, este es nuevamente un ejemplo flagrante de doble rasero: este argumento justificaría que los miembros de un grupo fueran responsables de los actos de otros miembros de ese grupo en otras partes del mundo, como si el internamiento de ciudadanos japoneses-americanos después de Pearl Harbor hubiera sido perfectamente aceptable, y actualmente, si seguimos el razonamiento de la Sra. Shabi, podría servir para justificar "una reacción" contra las minorías musulmanas en Occidente.

Otro argumento bastante peculiar fue avanzada por David Cesarani que sostuvo que los "judíos de las tierras árabes que se asentaron en Israel merecen una indemnización, pero de Israel. Y, en gran medida y según tengo entendido, los mizrachim ahora mismo están bien integrados y son un próspero pilar de la sociedad israelí". Asimismo, concluía que "aunque hay una abrumadora necesidad de examinar el despojo y el desplazamiento de los judíos de zonas del norte de África y del Oriente Medio, y también una restitución y reparación de una parte de ellos, no es apropiado adjuntar este problema en el contexto de una solución a los conflictos del Oriente Medio".

Cesarani, realmente, no explica por qué los dos grupos de refugiados que fueron desplazados y desposeídos en el contexto del mismo conflicto deben ser tratados de manera muy diferente - un grupo estaría en el centro de atención, mientras que el otro grupo sería ignorado a causa de que sería demasiado problemático afrontar el "dilema ". Por supuesto, es cierto que los judíos que fueron expulsados de sus antiguas comunidades en el mundo árabe encontraron un refugio en el todavía incipiente estado judío, y que contribuyeron, y finalmente compartieron, su prosperidad. Pero las dificultades que tuvieron que soportar en el momento en que se convirtieron en refugiados fue una experiencia no menos traumática que la sufrida por los refugiados palestinos. El hecho de que los palestinos fueron condenados a permanecer a cargo de la
UNRWA durante seis décadas fue consecuencia de la elección de los estados árabes, que habían comenzado la guerra que produjo estos refugiados, mientras que la comunidad internacional no hizo nada para aliviar la difícil situación de los refugiados judíos mientras dedicaba considerables medios para cuidar a los refugiados palestinos.

Cualquiera que sea la campaña de la JJAC en última instancia, ya ha logrado algo, exponer la absoluta hipocresía de los que dudan de la legitimidad de Israel y, al mismo tiempo, excusan la persecución de los judíos en los países árabes como consecuencia de una "reacción", e insisten en que debe ser Israel el considerado responsable de la difícil situación de los refugiados palestinos que huyeron de una guerra iniciada por los estados árabes empeñados en aplastar el recién establecido estado judío.

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Saturday, June 28, 2008

¿Debajo de Israel, qué? - Alain Rubin - UPJF

Hace ya unos años, un periodista francés (Ilan Halévy, militante judío antsionista que... durante bastante tiempo ha ejercido responsabilidades en el seno de la OLP) publicó un libro con un título chocante: "Debajo de Israel, Palestina".

El título resume el objetivo: Israel no es más que un ilegítimo y opresivo injerto europeo, una simple variación de la República de los Boers, en la cual los afrikaners protestantes holandeses y los hugonotes franceses son reemplazados por unos europeos y unos árabes de "confesión" judía, unos y los otros considerados falsamente como exiliados hebreos de Europa y de los países árabes islámicos.

Este genero de obra, que ignora deliberadamente más de veinte siglos de historia, se esfuerza en desarrollar una argumentación que hoy en día se puede encontrar en la Autoridad Palestina, lo que no extrañará, pero también en Condoleezza Rice y, por supuesto, bajo la pluma de la cohorte de periodistas de molde que nos sirven diariamente artículos hostiles a Israel o, bajo el aspecto de libros de historia donde "nos cuentan sus historias": las de sus certezas ideológicas, vendidas el gran público como verdades irrefutables.

Estas certezas están diseñados para deslegitimar a Israel. Actualmente, esos esfuerzos se centran en obtener la condena de la construcción de 1.300 alojamientos en los barrios judíos de Jerusalém. Estos barrios, se nos dice, deben convertirse en partes del futuro Jerusalém capital de Palestina, una "tierra árabe" como decía ayer un oficial sirio.

!! Ostias !! (N.P. mis escusas por mi traducción) Una pregunta: Si, debajo de Israel se encuentra "Palestina", ¿debajo de Jerusalén, qué hay?

En 1840, un censo otomano constataba que más del 50% de los habitantes de lo que se convertiría, después de 1948, en la "Ciudad Vieja", hoy llamada "Jerusalén oriental", eran judíos. De este modo, Jerusalém, cuyos habitantes judíos son para nuestros periodistas y para Madame Rice "colonos", es decir, intrusos no deseados, era desde 1840 una ciudad poblada principalmente por judíos.

Los ancestros árabes-musulmanes de los actuales palestinos constituían por entonces menos del 25% de los habitantes de la ciudad endormecida, y que se había convertido en la supuesta tercera ciudad santa del Islam.

En 1948, antes de que fuera anexionada por Jordania, la parte oriental de Jerusalém comprendía la ciudad intramuros donde se encontraba el viejo barrio judío de los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, XIX y XX. Hasta 1948, la Jerusalém de la época de la Yishuv era una verdadera capital ultra mayoritariamente judía. ¿"Tierra árabe dicen"?

En otras palabras, !! debajo de la Jerusalém palestina, se encuentra Israel, su pueblo !! Se comprende pues que la arqueología sea considerada, aquí y allá, como un crimen colonialista sionista. Demuestra lo que se puede encontrar por todas partes, bajo la Jerusalém otomana, bizantina y romana, así como en los viejos barrios y en las antiguas aldeas "árabes".

!! Coño !! (N.P. nuevamente ha sido sin querer) Otra pregunta: los palestinos también llaman a Jerusalén "Al Quds" (pronunciado el qouds). ¿De dónde procede este nombre? ¿Qué pueblo, que cultura y que lengua se encuentran bajo este nombre árabe?

Para los judíos, Jerusalém es, en hebreo, Yiroushalaim 'Ir ha-Qodesh: la santa Jerusalén. Al-Quds no es otra cosa que la deformación, por mimetismo, de ha-Qodesh.

"Debajo de Palestina", para retomar el lenguaje de nuestros "perdonavidas" del "colonialismo de los judíos sionistas", nunca dejó de encontrarse Israel, aquí y allá, en todo el país. Se nos objetará seguramente que si Jerusalén es la santa, "Al-Quds", es porque que Mahoma la había soñado santa - cuando voló sobre su mítica yegua (N.P. realmente era un animal mítico que poseía características de varios) para reencontrar a Salomón, Jesús, Moisés, desde la roca donde Abraham se dispuso a sacrificar a su hijo - y es por eso que los conquistadores árabes, vencedores de los bizantinos, la han renombrado así, "sin tener ninguna relación con un nombre que los judíos ya le habían dado desde casi dos milenios y medio antes".

Comprobamos no obstante, como nuestros periodistas e historiadores domingueros, que escriben sin complejos: "debajo de Israel, Palestina", funcionan ante la cuestión de Jerusalém y, más generalmente, de Israel / Palestina, como geólogos domingueros. Son como esos amateurs que ignorando la tectónica de placas, buscan fechar la antigüedad de las capas geológicas de un plegamiento observando las zonas de retrocesos (de inversión de estratos), y califican como capas más recientes a los estratos de mayor edad, al encontrarse más cerca de la superficie y por encima de estratos más modernos a causa de los movimientos de la corteza terrestre. Así es como los periodistas y los periodistas historiadores de la escuela de pensamiento que domina los medios de comunicación, pueden ver "debajo de Israel, a Palestina", sin por supuesto pararse a comprobar que es lo que está por debajo de "Palestina".

Desde un punto de vista político, la antigüedad no siempre es un criterio. Como hemos visto recientemente en Kosovo. El centro histórico de Serbia se ha convertido en una segunda Albania.

Que los judíos sean, como nación, más o menos antigua que los árabes y los otros grupos musulmanes que forman el pueblo palestino (circasianos, chechenos, argelinos, negro africanos descendientes de esclavos, fellahs egipcios, albaneses, bosnios, etc), no es un criterio absoluto en una necesaria negociación.

Los demócratas siempre podrán objetar a Israel que los nuevos barrios mayoritariamente judíos, donde 1.300 viviendas deben ser construidas para alojar a los hijos de los actuales residentes, no existían en 1948 al este de la Ciudad Vieja, en la cual los judíos fueron mayoritarios desde 1840 a 1948, y que esos nuevos barrios no se han convertido en mayoritariamente judíos más que después de 1967.

Los demócratas podrán objetar que dichos barrios deberían convertirse en barrios palestinos, sin que los judíos deban cesar de poder vivir allí igualmente, ya sea como residentes israelíes en Palestina y sujetos a las leyes del nuevo estado, o como palestinos de la minoría nacional judía, al igual que en Israel existen israelíes de la minoría nacional árabe, y como podrá haber en Israel residentes árabes refugiados de 1948, o hijos de esos refugiados, circulando libremente entre Israel y Palestina, en el marco de un acuerdo de paz y de reconocimiento mutuo. Por contra, tratar como "colonos" a los judíos del Jerusalém oriental no tiene nada que ver con la democracia, eso en realidad quiere indicarnos la búsqueda de una futura Palestina "Judenrein".


Notas:

En 1920 y 1921, la Liga de Naciones (precursora de la ONU) reconoció la legitimidad de la política de reconstrucción de la nación judía sobre su territorio histórico, donde se había formado hace tres milenios, y que constituía, desde siempre, el centro de sus pensamientos y de sus aspiraciones, y donde subsistía una pequeña minoría judía que era tratada por las autoridades otomanas y por sus vecinos musulmanes de forma casi similar a como eran tratados los antiguos esclavos negros por los sureños blancos de los EE.UU. hasta las leyes "civiles" de 1960. La Liga de Naciones autorizó el retorno de los exiliados a las diferentes partes de la antigua Israel (Judea y Samaria, Galilea y Galaad, en la orilla oriental del Jordán). La administración británica, sin embargo, prohibió el regreso de los judíos a la orilla oriental del Jordán (Gilead).


En 1947, el plan de partición de las Naciones Unidas preveía dos estados nacionales en el territorio del Mandato Británico de Palestina. Uno formado por una mayoría judía, pero con una fuerte minoría árabe, y el otro de mayoría árabe y con una pequeña minoría judía. Calificar de "colonos" a los judíos habitando partes del futuro estado palestino, equivale a defender una homogeneidad nacional árabe, al tiempo que se sostiene, por el contrario, el regreso de cinco millones de árabes que pretenden descender de los 700.000 mil refugiados que dejaron Israel en 1948 (voluntariamente, y/o como consecuencia de las expulsiones), como consecuencia de la guerra desatada por la Liga Árabe. De acuerdo con esta manera de presentar el conflicto se desprende un acuerdo de paz del que resultarían dos estados árabes: uno puramente árabe, la futura Palestina, y el otro predominantemente árabe con una fuerte minoría judía, el actual Israel .

UPJF

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Vida de los judíos marroquíes - Jewish Moroccan Heritage


Orfebre


Mardoqueo, antes de su partida a Argel


Fabricante de cubos y esteras


Zapatero


Carpintero


Jugadores de Damas


Comerciante de lana


Dos judíos del Sur de Marruecos

Todo este material gráfico procede de la página web Jewish Moroccan Heritage

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Marruecos judío - Jewish Moroccan Heritage


Abeheséra,Israel (Baba Salé)


Entierro israelita


La calle principal del Mellah


Heder en la Mellah de Casablanca


Interior de una sinagoga


Interior de una sinagoga de Tanger


Sinagoga Danan


Barrio hebreo de Tetuan

Material gráfico de Jewish Moroccan Heritage

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Bni Brak - Zeev Parush

Cuando una nación pierde su sensatez - Israel Harel - Haaretz

Esta semana, los tres soldados secuestrados - en lugar de la crisis política derivada de la crisis de ética que está a punto de sacudir toda la estructura de gobierno de Israel - se encontraban en el centro del debate público, y, por lo tanto, del interés público.

Las palabras de Moshe Ya'alon, en el sentido de que no hay que pagar un precio exagerado por los secuestrados, aun cuando existe el temor por sus vidas, ha suscitado algunos hechos positivos, aunque también una mayoría de reacciones negativas. Pero aún han sido más fuertes las reacciones a la decisión del Partido Laborista - de suma importancia política - de votar a favor de una disolución de la Knesset.

Una de las principales razones por las cuales Ehud Olmert se embarcó en la Segunda Guerra del Líbano fue demostrar a Hezbollah y a las demás organizaciones terroristas que la era de la aceptación por parte de Israel de los secuestros de sus soldados y de sus civiles, así como el pago de un precio inaceptable por su regreso, había terminado. También quería restaurar el poder de disuasión de Israel, y demostrar que no era verdad la famosa declaración de Hassan Nasrallah en el sentido de que la debilidad de Israel respecto a su capacidad de sufrimiento le equiparaba a una tela de araña, o que su fin, de acuerdo con la profecía de los intelectuales palestinos, sería igual al de las Cruzadas, debido a una inminente polarización y a sus manifestaciones de debilidad.

El IDF y la sociedad civil no pasaron la prueba de la determinación y tampoco lo hizo el escalón político - en primer lugar en el Líbano y más tarde con Hamas -, en el sentido de hacer lo posible para demostrar al enemigo que la sociedad israelí se encuentra fuerte, en cuerpo y alma, y que sus ataques no son más que picaduras de insectos que los israelíes resistirán fácilmente.

Y lo que es peor: el resultado de la guerra, tanto en el campo de batalla como en el frente doméstico, sólo fortaleció los supuestos básicos del enemigo. El comportamiento de los nuestros en muchos lugares - Safed puede ser un ejemplo - da fe de una casi total ausencia de voluntad para enfrentarse a una situación de crisis que causó daños minúsculos, en términos de vidas y bienes, si se compara con el sufrimiento de otras naciones durante otras guerras.

En la guerra de los Qassams, por ejemplo, un número insignificante de pérdidas ha llevado a un importante movimiento de abandono, incluso en los kibutzim que en el pasado fueron un ejemplo de fortaleza por parte de sus habitantes. Las cosas han llegado tan lejos que incluso la evacuación del IDF de un gran base de entrenamiento fuera del alcance de los cohetes, uniéndose a este patrón de conducta, ha impulsado la moral del enemigo y su máquina de propaganda.

Este comportamiento del ejército y de los civiles - en otras palabras, la nación -, se explica al parecer porque el gobierno está de acuerdo con un absurdo alto el fuego con Hamas, y sin Gilad Shalit. Y los que están tratando de destruirnos pueden decirse una vez más a sí mismos: "todos nuestros supuestos básicos con respecto a la fragilidad de Israel, a pesar de todos sus intentos de probar lo contrario, son verdaderos y comprobables".

La nación israelí no puede soportar un prolongado esfuerzo de guerra; resistir aun cuando no se trate más que de pérdidas poco significativas. Israel no se atreve a poner en peligro la vida de sus soldados con la finalidad de terminar con esta situación, aun cuando el no hacerlo socava su soberanía y la confianza de los ciudadanos en su gobierno. Israel, por lo tanto, acepta el dictado de Hamas en cuanto a las condiciones para un alto el fuego, y en primer lugar el hecho de no incluir a Gilad Shalit. El soldado secuestrado finalmente será puesto en libertad a cambio de cientos de terroristas, e Israel será humillado y obligado a regresar a un patrón de comportamiento que prometió que nunca adoptaría de nuevo .

Y si lo ha hecho en el Sur, ¿por qué no con respecto a Hezbolláh?. Después de todo, el primer ministro se jactó ante Nasrallah de que el secuestro de Eldad Regev y de Ehud Goldwasser sobrepasó el límite. Así pues, con tales demostraciones de fortaleza por parte de ambos, del gobierno y de los ciudadanos, ¿es de extrañar que a punto de completar esa operación Nasrallah agregue a terroristas palestinos en su lista de presos a liberar?

El asunto del alto el fuego (con lanzamientos que no han cesado) con Hamas, y el asunto de las concesiones demasiado generosas a Hezbolláh - y casi con toda seguridad a cambio solamente de dos cadáveres -, no habrían tenido lugar si no se hubiera producido una preocupante conexión entre una opinión pública civil que carece de tolerancia ante el sufrimiento y un gobierno cuyo único objetivo es la supervivencia. Y, por lo tanto, los ciudadanos y el gobierno están posponiendo lo inevitable, en otras palabras, están hipotecando el futuro. Después de todo, es evidente para todo el mundo, incluso para los que desean una pausa ahora, que el enemigo se rearmará, se hará más fuerte y que la próxima guerra será mucho más amarga y difícil.

Todo esto tendría algún sentido si a cambio de esta locura estratégica, moral y política, en el Norte y el Sur, al menos recibiéramos vivos a Shalit, Regev y Goldwasser. Pero para sembrar solamente las semillas de los próximos secuestros - y a un precio exorbitante - representa una intolerable locura y una tremenda insensatez.

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Los israelíes lo quieren todo - Yair Lapid - Ynet

Según todas las encuestas, la inmensa mayoría de la opinión pública israelí quiere que se haga todo - y me refiero a todo -, a fin de lograr la liberación del soldado Gilad Shalit. Según las mismas encuestas, una gran mayoría de la misma opinión pública se opone a la liberación de cientos de terroristas con las manos manchadas de sangre.

Según el último sondeo, el 57% de los israelíes respalda las conversaciones de paz con Siria. Según una encuesta realizada al mismo tiempo, el 70% de los israelíes se opone a devolver ya sea la totalidad o parte de los Altos del Golán.

Según todos los sondeos, una gran mayoría de la opinión pública piensa y opina que ha llegado el momento decisivo para una operación militar que ponga fin a los ataques de Qassam desde la Franja de Gaza y que afectan a nuestras comunidades en la región. Sin embargo, exactamente la misma mayoría no está dispuesta a ver morir a los soldados del IDF en la Franja. Ellos son nuestros hijos, y no estamos dispuestos a enviarlos a la muerte por la ruta Filadelfia.

Estas cifras contradictorias generalmente salen a la luz durante los debates destinados a ridiculizar la cultura de las encuestas. Sin embargo, todas estas contradicciones no son culpa de la amable señora que llama para pedir nuestra opinión, sino más culpa de nuestras propias opiniones y comportamientos.

Nosotros somos los que queremos "la estabilidad del gobierno", pero con la condición de que el actual gobierno sea derrocado. Nosotros somos los que pensábamos que Hezbolláh debía retirarse de la frontera norte, pero no estábamos dispuestos a aceptar otra guerra. Nosotros somos los que queremos un estado judío, pero insistimos en la anexión de cuatro millones de musulmanes. Nosotros somos los que expresamos remordimientos sobre la desconexión de Gaza, pero gracias a Dios que ya no estamos allí. Nosotros somos los que nos oponemos a la coerción religiosa, pero elegimos casarnos en las oficinas del Rabinato.

En definitiva, somos nosotros los que lo queremos todo, pero no estamos dispuestos a transigir en nada. Nos negamos a darnos cuenta de que los recursos son limitados, que la vida no es perfecta, y que todo posee un precio.

Porque queremos que la cosa realmente tenga un nombre y que, además, sea corto, pegadizo y bien arraigado en nuestra conciencia nacional: "La Operación Entebbe".

Después de todo, esto es lo que realmente queremos. Ver a nuestros soldados de élite saltando desde los aviones bajo el mando de algún tipo de Netanyahu, y resolver todos los problemas que nos han convertido en rehenes. Al igual que sucedió en 1976, deseamos el milagro de emerger desde el cielo en uniformes de camuflaje y asumir el desértico aeropuerto de la realidad.

Después de todo, esto es lo que nos enseñaron: que podemos ganar y ser justos al mismo tiempo, que podemos ser a la vez ocupantes e ilustrados; que podemos ser un país pequeño rodeado de enemigos y tener el más potente ejército del mundo; que podemos llorar en Auschwitz y luego pedir una stripper en nuestro hotel de Varsovia; que podemos conseguir un nuevo F-35 de los Estados Unidos, y al mismo tiempo mascullar algo así como "los americanos no pueden decirnos qué debemos hacer ".

Nuestros dirigentes, o lo que queda de esa palabra, han aprendido de la manera más brutal que no vale la pena compartir las desagradables realidades de la vida con nosotros. No tenemos la energía necesaria para ello. Sólo tendremos que enojarnos con ellos, o “pasar” de ellos.

Vean, por ejemplo, el infantil y dañino debate sobre si debemos atacar o no a Irán. Todo se ha dicho ya, aparte de la molesta verdad: simplemente, no podemos atacar a Irán. Está demasiado lejos y es demasiado complejo, y el programa nuclear iraní está enterrado a metros de profundidad en una serie de instalaciones a las que no tenemos forma de llegar.

Se puede admitir que esto es molesto. Después de todo, esperar que Batman y Superman se coloquen sus trajes de superhéroes y organicen el mundo por nosotros sólo es una forma de fantasear acerca de ello.

No queremos resolver los problemas, sino por el contrario descubrir que desaparecieron. Que los secuestrados han regresado, que los palestinos se han comprometido con nosotros a cambio de un duplex en Samaria, y que Bashar Assad llamó y dejó un mensaje a las seis y media de la mañana con el fin de vayamos a Siria por él y le arreglemos su lavadora.

Cualquier persona que se ocupa de la educación preescolar conoce este fenómeno. En términos profesionales se denomina "pensamiento mágico". Los niños creen que si desean algo lo suficientemente sucederá. Es preciso, antes de dormir y de cerrar los ojos, decirse a sí mismo: "un perro, un perro, quiero un perro, deseo tener un perro", y luego dormirnos convencidos de que mañana por la mañana un bonito perro saltará a tu cama y te lamerá el rostro.

Sólo más tarde, cuando crecen un poco, se dan cuenta de que la cosa no funciona de esa manera. Si quieres un perro es necesario darle la lata a Papá, obtener buenas notas, jurar que lo pasearas todas las noches ( ¡Mentiras! Mentiras!) y tratar bien a tu hermana durante dos meses enteros. Puede tomar su tiempo, pero a medida que crecen los niños comprenden la necesidad de pagar un precio.

Finalmente, también es explicable.

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¿Es el antisionismo una tapadera del antisemitismo? - Z Word Blog

- Sí - Ben Cohen, director asociado del departamento de antisemitismo y extremismo de la American Jewish Committee y editor ZWORD

"Antisionismo" es un término que ha adquirido mayor visibilidad durante la última década, pero no es un fenómeno desconocido históricamente. En la Europa comunista, los restos de las comunidades judías que perecieron durante el Holocausto nazi fueron con frecuencia perseguidos en nombre del antisionismo.

En estos días, las opiniones antisionistas están fuertemente concentrados entre la élite ilustrada. Si sobre su consideración del antisionismo es otra expresión más del odio hacia los judíos, es algo desconcertante, ya que el antisemitismo - sobre todo después del Holocausto - es ampliamente percibido como más propio de una vulgar cervecería que de un restaurante elegante.

Los antisemitas consideran a los judíos como una maligna fuerza social, portadores de un oscuro poder a través de su control de los bancos, de los medios de comunicación y del gobierno. Pero la mayoría de la corriente predominantemente crítica del sionismo asegura que su atención se centra en el estado judío, no en dementes fantasías acerca de las supuestas intenciones de los judíos.

Si queremos admitir que estas personas no están motivadas por un odio a los judíos, entonces podemos construir una incuestionable diferenciación entre el antisemitismo y el antisionismo. Pero la respuesta a esta diferenciación es "No", y es por esto:

* No se puede negar y criticar al antisemitismo como una vulgar forma de fanatismo y, a continuación, invocar antiguos temas propios de las teorías conspirativas antisemitas. Los académicos americanos, John Mearsheimer y Stephen Walt, nos aseguran que su argumento no es antisemita, pero acaban culminando décadas de investigación en las ciencias políticas con la promoción de una teoría "monocausal" sobre la política exterior de los EE.UU. en el Oriente Medio: es cosa del "Lobby pro Israel", que fuerza a los EE.UU. a realizar cosas que de otra manera no haría.

* El antisionismo se basa en una caricatura del estado de Israel como una especie de neo apartheid proveniente de una empresa colonial. Pero el objetivo del sionismo es garantizar unos acuerdos políticos que garanticen, después de siglos de terribles persecuciones, la libertad y la seguridad de los judíos, y no el sometimiento de los no judíos.

* Antes de la creación de Israel en 1948 tuvo lugar un vibrante debate sobre la conveniencia de un estado judío. Pero para ser un antisionista hoy en día, es decir, cuando el sistema internacional cuenta con casi 200 estados actualmente, se requiere que sólo la legitimidad de uno de ellos, Israel , puede ser cuestionada. ¿ Por qué debe ser Israel, en un mundo donde la desintegración política se extiende desde Irak hasta la República Democrática del Congo, el único estado cuya existencia misma sea sujeto de discusión?

Tampoco es cuestión que los partidarios poco serios de Israel confundan la mera crítica con el antisemitismo. Sin embargo, existe una importante distinción entre la crítica racional de las políticas israelíes y la demonización que, con demasiada frecuencia, estimula o evoca al antisemitismo.

- No - Anthony Lerman, director del Institut Jewish Policy Research

La lucha contra el sionismo y la hostilidad hacia Israel puede ser antisemita si se expresa utilizando los símbolos que los antisemitas emplean en referencia a la figura del judío o de los judíos en su conjunto. Por ejemplo, si el sionismo se caracteriza como una conspiración judía mundial o un plan similar al forjado por los antisemitas "Protocolos de los Sabios de Sión", entonces se trata de antisemitismo.

Pero creer que el antisionismo y el antisemitismo son una y la misma cosa, realmente omite la historia del sionismo.

Durante décadas el sionismo fue apoyado solamente por una minoría de judíos. El resto eran indiferentes o manifiestamente opuestos a la idea de la creación de un estado judío. El antisionismo era entonces una posición perfectamente respetable, y hoy en día continúa siendo apoyada por cientos de miles de judíos ultraortodoxos y por muchos judíos seculares desde posiciones izquierdistas.

Equiparar el antisionismo y el antisemitismo - lo que se conoce hoy como el "nuevo antisemitismo" – subvierte fundamentalmente la comprensión consensuada de lo que es el antisemitismo, y que ha sido elaborada laboriosamente a través de la investigación y el estudio a lo largo de muchos años: diluye el significado de la palabra antisemitismo.

Los defensores del concepto de un nuevo antisemitismo sostienen que es antisemita criticar las políticas israelíes, o negar el derecho de Israel a existir, si la formulación de esas opiniones recuerda lo que los historiadores han considerado tradicionalmente como puntos de vista antisemitas: el auto odio judío, la creencia en una conspiración judía mundial, la creencia de que los judíos han originado el comunismo y controlan el capitalismo, la suposición de que los judíos son racialmente inferiores y así sucesivamente.

Los que argumentan que el antisionismo y el antisemitismo son identificables no sostienen que las críticas a las políticas de Israel sean ilegítimas. Sin embargo, en la práctica, este punto de vista prohíbe prácticamente cualquiera de ellas.

Como ha escrito el académico de Oxford, Brian Klug, el antisionismo y la hostilidad hacia Israel - sobre la base de una causa política o un código moral que no se dirige contra los judíos per se - no es antisemita. Y argumenta que esa identificación perjudica la importante lucha contra el antisemitismo. Si las personas se sienten injustamente estigmatizados como antisemitas, simplemente por hablar sobre la difícil situación de los palestinos y sobre la responsabilidad del gobierno israelí en ella, podrían volverse cínicamente desafectos cada vez que el problema del antisemitismo se planteara.

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Thursday, June 26, 2008

Vida judía - Zvi Malnovizer


Studying at Rabbi Shimon Bar Yohai Tomb

The Rabbi Lelov's Table


Lighting Candles in Meron


Circuncision


cheder boy


The Rabbi’s Table

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Adios, Gush Katif - Pierre Andre Terdjman

















La página web con la obra fotográfica de Pierre Andre Terdjman y un anterior post, sobre la yeshiva Beltz, dedicado a ella.

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Elogio de la intimidad - Jan Rauchwerger


Jewish Figure


Still Life with Cups, 2005


Dark bush, 1993


House and Trees, Eilon, 1994


Brown table, 1989


Galit is laughing #3, 2004

Página web de Jan Rauchwerger

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Sunday, June 22, 2008

Yosl Rakover le habla a Dios - Zvi Kolitz


Hitbodadut in Zefat @Yaakov Kaszemacher


Varsovia, 28 de Abril de 1943

Yo, Yosl, hijo de David Rakover de Tarnopol, hasid de Gur, descendiente de honorables y santos ancestros de las ilustres familias Rakover y Maisels, escribo estas líneas mientras el ghetto de Varsovia está en llamas.

La casa en la que estoy escribiendo es una de las ultimas que aun no ha sido tocada por el fuego. Han pasado ya muchas horas desde que el terrible fuego de artillería se dirigiera contra nosotros, y muchas paredes a mí alrededor se derrumban como si fueran cajas de cerillas. No falta mucho para que la casa en la que estoy se convierta en lo mismo que las demás casas del ghetto: sepultura para sus defensores y moradores.

Noto que esta anocheciendo. Los enrojecidos rayos del sol penetran por el orificio de la ventana por el que estuvimos disparando al enemigo. El sol no sabe cuan contento estaré de no verlo nuevamente.

Cuando mi esposa, mis seis hijos y yo nos ocultábamos en el bosque, era solo la noche la que nos ofrecía escondrijo y refugio. La luz del día significaba exponernos a nuestros enemigos mortales.

Siempre recordare el terrible día cuando una lluvia de bombas alemanas cayó sobre la cabeza de los refugiados en Varsovia y Grodno. Con el alba vinieron los aviones y sembraron el asesinato y la muerte. Durante aquel maldito ataque asesino perdí a mi esposa y al bebe de siete meses que sostenía en sus brazos. Ese mismo día, dos de mis hijos desaparecieron y otros tres perecieron en el ghetto.

Tengo cuarenta años de edad, y cuando miro hacia atrás, a los años transcurridos, puedo decir con certeza, tanto como puede permitirse un hombre estar seguro de sí mismo, que lleve una vida correcta.

No puedo decir después de todo lo que he soportado que mi relación con Dios no haya cambiado, sin embargo, si puedo decir que mi fe no se ha tambaleado ni una sola pizca.

En el pasado, en los buenos tiempos, mi actitud hacia Dios era de deuda y de gratitud profunda por su bondad. Ahora siento que Él me debe algo. Por lo tanto, pienso que tengo derecho a exigir algo a Él. Sin embargo, no diré como Job: "por favor déjame saber porque me castigas".

Personas más grandes y mejores que yo saben que la cuestión ahora no es castigar mis pecados; Mas bien, es algo muy extraordinario. Dios ha ocultado su rostro, por así decirlo, del mundo, por eso los seres humanos han sido entregados en manos de criaturas inhumanas. Pienso, para mi gran pesar, que ya que el mal rige sobre el mundo, es bastante natural e inevitable que aquellos que representan lo puro y lo divino deban ser sus primeras víctimas.

Pero esto no es muy reconfortante. Sin embargo, el destino de nuestra nación nunca se determina por causas naturales sino que depende de lo sobrenatural, de lo espiritual y de lo divino. Por eso el hombre de fe debe observar estos sucesos como parte de la gran sabiduría del Omnipotente. Comparado a esta, la importancia de las tragedias humanas son bastante insignificantes. Esto no significa que los judíos religiosos deban aceptar el veredicto y decir que todo aquello por lo que se los castiga sea correcto. Esto seria una profanación de Dios, y una profanación de sí mismos. Naturalmente, en semejantes circunstancias, no espero milagros ni pido a Dios que tenga piedad de mí.

No tratare de huir de aquí. Mas bien ayudaré a las llamas echando gasolina sobre mis ropas. Ahora, cuando tengo la oportunidad de ver al mundo con una visión clara, una oportunidad que rara vez se otorga al hombre antes de morir, puedo ver una diferencia fundamental entre nuestro Dios y el de ellos. Nuestro Dios, por decirlo de alguna manera, es el Dios de la venganza, y nuestra Toráh esta llena de castigos mortales por pecados casi insignificantes. Y, sin embargo, bastaba que el gran Sanedrín, el Tribunal Supremo de nuestro pueblo, condenara una vez en setenta años a un hombre a una sentencia capital para que los jueces fueron considerados una "Corte de asesinos". En cambio, el Dios de los pueblos ordena amar a cada criatura hecha a su semejanza, y no obstante, es en su nombre en el que nuestra sangre ha sido derramada desde casi 2.000 años.

Solo me quedan tres botellas de gasolina y me son tan preciosas como el vino para el borracho. Después de vaciar una de ellas sobre mí mismo, introduciré en ella estas líneas que ahora escribo. La ocultaré en algún lugar escondido de la ventana y si alguien alguna vez la encuentra y la lee, probablemente comprenda los sentimientos de un judío, uno de los millones que perecieron abandonados por el Dios en el quien tanto creen. Con las dos botellas restantes mataré algunos malditos alemanes.

Estoy orgulloso de ser judío, no por despecho del mundo a causa de su conducta hacia nosotros, sino justamente por ello. Me hubiera avergonzado pertenecer a esa gente que crió y educó a esas malvadas criaturas como las que ahora nos atormentan. Estoy orgulloso de ser judío porque es muy difícil serlo. Creo que ser judío significa ser un combatiente, nadar eternamente contra la corriente de la corrupción y la maldad de los hombres. El judío, es un héroe atormentado, un mártir.

Tú dices, quizás, que la pregunta ahora no trata sobre premios y castigos, sino por decirlo más bien así, sobre el ocultamiento de Tú presencia, lo que explica que los seres humanos sean entregados al poder de los hombres del mal. Pero Dios, te hago una pregunta que me consume: ¿Qué mas ha de sucederle a los hijos de Israel para que Tú te muestres ante nosotros nuevamente? Siento que tengo que hablarte abiertamente.

Ahora, mas que en cualquier momento de toda nuestra historia repleta de interminables sufrimientos, humillaciones y degradaciones. ¿Tenemos nosotros, ahora que somos pisoteados como gusanos, sepultados y quemados vivos, degradados, humillados y destruidos a millones, el derecho de saber cuanto tiempo durará tu paciencia?

Otra cosa quisiera añadir, y perdóname por hacerlo: No tires demasiado de las riendas, podrían romperse. La prueba a la que Tú nos has sometido es tan difícil, tan dura y tan amarga, que te pido que perdones a aquellos de los nuestros que se han vuelto en contra de tí. Perdona a aquellos que te han dejado a causa de su infortunio, perdona también a aquellos que te han dejado a causa de su éxito.

Fuimos, y todavía estamos inmersos en una incesante contienda contra el mundo. Es por eso que los cobardes entre nosotros huyen corriendo. Por favor, no los castigues, a los cobardes no se les castiga, uno siente piedad por los cobardes. Nuevamente te pido, por favor, perdónalos. Su sufrimiento es tan terrible que ellos han perdido su fe en que Tú eres su padre.

Te cuento esto por que creo en tí mas que nunca. Sé ahora que tú eres mi Dios. Tú posiblemente no puedes ser su Dios porque sus espantosos actos son la expresión de una viciosa ausencia de la divinidad. Pero si tu no te muestras ante mí como mi Dios, entonces ¿De quién eres Dios?¿De los asesinos? Si aquellos que me odian son tan oscuros y perversos, entonces, yo debo ser el que constantemente lleva consigo algo de tú luz y de tú bondad.

La muerte no puede aguardar más. Tengo que terminar de escribir. Los disparos se hacen cada vez más tenues. Nuestros últimos heroicos defensores caen uno a uno. Varsovia, la hermosa, la grande, la ciudad llena de temor a Dios, la Varsovia judía está muriendo. El sol se esta poniendo y yo agradezco a Dios el que no lo vea nuevamente. Por una pequeña abertura en la ventana puedo ver que el cielo esta rojo como un pilar de sangre. En muy poco tiempo estaré con mi esposa y mis niños y los millones de mi gente que han perecido, en un mundo donde todo es bueno, en el que no hay dudas, en el que Dios reina soberanamente.

Muero en paz pero no contento, apaleado pero no lleno de desesperación. Muero creyendo en Dios. Lo seguí cuando él me apartó de sí. Cumplí los Mitzvot pese a que fui castigado. Lo amé aun cuando él me lleva al nivel mas bajo, en el que nos hemos vuelto la burla y el escarnio de las naciones.

Mi rebbe solía contar la historia de un judío que escapó con su esposa y sus hijos de la Inquisición española. En un pequeño barco llegó finalmente a una isla rocosa. El mar estaba embravecido y el clima era horrible. Un relámpago fulguró y mató a su esposa. Una terrible ola arrojó a su hijo al mar. Sólo, desnudo, descalzo, asustado y aterrado, llego hasta la isla. Con sus ultimas fuerzas volvió sus ojos al cielo y dijo:

"Señor del universo, escape hasta aquí para poder servirte sin obstáculos, para cumplir tus mandamientos y santificar Tú nombre. Pero Tú haces todo lo posible para empujarme a abandonar mi religión. Si piensas que triunfarás a la hora de apartarme de la recta senda, declaro ante ti, mí Dios y Dios de mis padres, que ello nunca sucederá. Puedes deprimirme, puedes llevarte lo mejor de mí. Puedes castigarme hasta la muerte. Yo siempre confiaré en ti. Seguiré siendo judío, y nada en el mundo me hará cambiar”.

Estas son también mis últimas palabras. Nada cambiará. Tú lo has hecho todo para que yo te niegue, para que yo no confíe en ti. Pero muero tal como he vivido, con una fe férrea en ti.
¡Shemá Israel Hashem Elokeinu Hashem Ejad! ¡Oye Israel, Dios es nuestro Señor. Dios es uno!

Yosl Rakover


(Esta entrada proviene de una página web que contenía este texto pero de la que he modificado ciertas expresiones y vocabulario. También he utilizado un esplendido artículo de Emmanuel Lévinas, "Amar la Toráh más que a Dios", donde recordaba que se comentaba este texto y donde viene traducido parte de él. Asimismo, posteriormente, he localizado una página del NYT donde también aparece, "Yosl Rakover Talks to God" ).

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Lepanto - Cy Twombly










En el año 2001, Harald Szeemann encargó a Cy Twombly una obra relevante para la exposición Fundamento de la humanidad organizada por la Bienal de Venecia, melancólica despedida de la modernidad en el umbral entre dos siglos para la cual el pintor norteamericano creó un gran ciclo narrativo consagrado a la célebre batalla naval que enfrentó, en el golfo de Lepanto el 7 de octubre de 1571, a los turcos otomanos con la llamada “Liga Santa”, coalición cristiana formada por España, Venecia y la Santa Sede.

Además de la trascendencia histórica de la victoria aliada frente al expansionismo turco, la batalla de Lepanto se constituyó en motivo fascinante de relato visual para los artistas contemporáneos patrocinados por los vencedores: Tiziano, Tintoretto, Veronés o Cambiaso, entre otros. Un número importante de estas consecuencias artísticas de Lepanto llegó a España. Concretamente serán descripciones de la naumaquia, representadas en tapices basados en la serie de lienzos pintados por Luca Cambiaso para Felipe II, hoy en El Escorial, las que desencadenarán el primer interés del pintor norteamericano por el tema.

La presencia de Lepanto en España, concretamente en el Museo del Prado, actualiza por tanto la importancia histórica de los grandes ciclos narrativos y, especialmente, las series de batallas que forman un núcleo fundamental de la Colección Real. Al mismo tiempo, el extraordinario friso de Twombly introduce un nuevo eslabón en la fabulosa secuencia de la “tradición veneciana” que se encarna majestuosamente en el Prado a partir de la relación de los primeros Austrias con Tiziano y que, sin solución de continuidad, llega hasta nuestra época.

Exposición en el Museo del Prado

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