Friday, December 31, 2010

Una caricatura que refleja la hostilidad de la prensa belga hacia Israel



Así es, según La Libre Belgique, el diario francófono belga conocido (como Le Soir) por su desprecio por Israel, es la supuesta crueldad de los judíos. La caricatura fue publicada el 27 de diciembre, a los pocos días que el presidente de la CCOJB (el organismo comunitario de los judíos de Bélgica) hubiera invitado a periodistas a visitar Israel para mostrar "el otro Israel". Parece más bien que la oferta del viaje haya excitado y radicalizado su antagonismo.

¿Qué vemos en esta caricatura titulada "Gaza desafía a Israel"?. Gaza, "esa prisión al aire libre" no es ni siquiera visible. Por contra, la estrella de David estampada en las botas militares, cuyos tacos recuerdan las cadenas de los tanques, y la parte inferior del uniforme militar quisieran hacernos creer que se está ante un brutal soldado judío. Un gigante, cuyos pies ni siquiera tocan el suelo, pero que es capaz de aplastar sin inmutarse a la pequeña Gaza. Y cuando un pequeño guijarro aterriza en su bota, el soldado judío, un actor consumado, no puede dejar de gritar un enorme y desaforado "¡Ay!". (En letras bien grandes). Queda claro lo que se trata de sugerir.

Curiosamente, la prensa flamenca ha convertido en un hábito el burlarse diciendo que los dedos de los pies de los judíos son "demasiado largos". Traducción: la arrogancia de los judíos es tal que no pueden tolerar la crítica.

Philosemitisme

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Sunday, December 26, 2010

Las ovejas y algunas organizaciones de derechos humanos israelíes... Beee, beee



Artículo resumido de Tzvi Ben Gedalyahu en Arutz Sheva

Un pastor árabe del Valle del Jordán ha expuesto la táctica de ciertas agrupaciones izquierdistas judías que aceptan sin más las reclamaciones árabes, y acusan falsamente a los colonos judíos de atacar a los árabes. Este pastor admitió finalmente que el libelo lanzado contra los colonos judíos de "haber quemado sus ovejas" era falso, y que todo se debió a su deseo de ocultar un descuido suyo a la hora de controlar la quema de unas malezas.

La semana pasada, grupos izquierdistas de Israel y sus homólogos en los Estados Unidos, difundieron la historia de que un pastor árabe "había sido víctima de la violencia de unos colonos judíos que prendieron fuego al campo donde pastaba su ganado, mátandole 12 ovejas preñadas, y luego huyeron en coche".

La historia de la quema de estas ovejas era tan extremadamente rara que la policía la puso inmediatamente en duda. La quema del campo y de las ovejas se produjo en Sabbath, cuando los judíos observantes, los chivos expiatorios habituales, no pueden conducir.

El agricultor árabe, Samir Bani Fadel, afirmó que cuatro judíos armados se acercaron a él, lo persiguieron, prendieron fuego al campo, algo que también está prohibido en Sabbath, y se alejaron tras propagar el fuego y quemar y matar a doce de sus 12 ovejas preñadas, a la vez que hirieron a otras.

Independientemente de las dudas, organizaciones de derechos humanos de claro signo izquierdista como B'Tselem y Yesh Din, se apresuraron a alegar que el ataque era uno más de los supuestos cientos de actos de vandalismo de los colonos judíos contra los árabes.

En Nueva York, el blog antisionista de Philip Weiss, Mondoweiss, rápidamente reprodujo y difundió el libelo, además de mostrar las imágenes de las ovejas cruelmente quemadas para así despertar la simpatía por los árabes y la ira contra los Judios. "Era un espectáculo horrible", decía el pastor árabe, "he perdido por lo menos 12.000$".

Inmediatamente, la Autoridad Palestina pidió a la comunidad internacional que presionara a Israel para detener la "violencia de los colonos".

La historia comenzó a desmoronarse cuando los árabes señalaron con el dedo a los residentes de Itamar, un blanco fácil, ya que es una comunidad religiosa judía, pero ubicada a casi una hora en coche del lugar del suceso. La historia a continuación fue modificada para esta vez echar la culpa a una comunidad cercana a Maaleh Efraín, la mayoría de cuyos habitantes son profesionales y prácticamente nunca han sido acusados de actividades contra los árabes.

Finalmente, el pastor árabe admitió ante la policía que toda la historia era una mentira y que él fue el responsable del incendio, ya que se puso a quemar unas malezas antes de que se extendiera el fuego más allá de su control. Culpar a los judíos no sólo le habría salvado de la vergüenza de haber quemado y matado a sus propias ovejas, sino que también le permitiría reclamar daños y perjuicios al gobierno mientras era aclamado como un héroe entre los árabes palestinos y los izquierdistas israelíes.

Cientos de acusaciones contra los residentes judíos de Judea y Samaria se han estabilizado en los últimos años, por lo general, con acusaciones de ataques personales o destrucción de olivos, aunque se han aportado pruebas de como en la mayoría de los casos se deben a podas realizadas por los árabes sin los conocimientos agrícolas necesarios. No obstante, esas acusaciones contra los colonos judíos son recogidas regularmente por los medios de comunicación y por los grupos de izquierda. Se da el caso de olivos y huertos supuestamente dañado a los que se ha visto posteriormente llenos de frutos.

Otra táctica utilizada es instigar a la violencia, especialmente durante el Sabbath, cuando los judíos tienen prohibido tomar fotografías, y luego acusar a los judíos de los ataques.

Yossi Dagan, asesor del Consejo Regional de Samaria, comentó que se trata de un sistema habitual entre los grupos izquierdistas, quienes hacen campaña con ello en búsqueda de contribuciones financieras de otros países, muchos de los cuales son hostiles a Israel. Ellos luego utilizan el dinero de la Unión Europea, desde donde han llegado muchos miles de euros en los últimos años. Muchos de los activistas de estos grupos izquierdistas disfrutan de altas remuneraciones a cambio de sus informes para uso de las organizaciones de derechos humanos y en donde se difunden estas calumnias.

Dagan explicó que también se culpa a los colonos judíos de la quema de coches en las aldeas árabes, cuando en realidad son dañados a causa de las luchas internas entre los árabes.

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Metiéndome en camisas de once varas, o sobre los últimos episodios de racismo en Israel


Hoy, el Haaretz esta repleto de artículos advirtiendo del incremento de las manifestaciones del racismo en Israel. Estas odiosas y vergonzosas manifestaciones, comunes en otros países occidentales más o menos desarrollados (hoy mismo, una encuesta en Andalucía dice que 6 de cada 10 andaluces piensa que la inmigración es mala, y en Argentina, por ejemplo, miembros de las clases más populares agredieron y asesinaron a varios participantes en una concentración de inmigrantes, sobre todo bolivianos), tiene como objeto dos grupos de personas:

- Refugiados e inmigrantes de países africanos más o menos cercanos que huyen de sus países a causa de la violencia y miseria que reina en ellos. Obviamente, estos refugiados e inmigrantes africanos se agrupan en las poblaciones y barrios más pobres de las ciudades que les acogen, despertando el sentimiento de inseguridad y de una mayor pauperización de sus habitantes (situación que apuntaba y criticaba muy adecuadamente Ari Shavit en uno de sus últimos artículos). Este hecho sucede en todos los países receptores de inmigrantes, y la solución será muy dificil de afrontar mientras no se racionalice su entrada y evite que su continúa llegada produzca la imposibilidad de afrontar su posible inserción.

El hecho se agrava aún más cuando Israel se ha convertido en el máximo polo de atracción de estos refugiados e inmigrantes africanos, puesto que los países árabes y musulmanes práctican un rechazo violento de estos africanos, cuando no los utilizan como mercancía de contrabando para introducirlos en Israel (cuando no evitan dentro de lo posible a dichos países árabes por ser practicantes de una religión no musulmana).

Un artículo especialmente emocionante ha sido publicado en el Ynet por parte de unos inmigrantes eritreos. En él cuestionan directamente, y prácticamente piden perdón por las molestias que ocasionan, la actitud occidental general ante una realidad palpable de un movimiento de poblaciones que se dirigen hacie ellos como única tabla de salvación.

El problema es que la absorción de todo ese movimiento de población se antoja imposible, y no solamente en período de crisis, puesto que el cambio estructural en las poblaciones de acogida es muy posible que de lugar a una importante crisis interna, que posiblemente sólo depararía una mayor depauperación general que desataría un incremento de la guetoización y de la intolerancia, además de imposibilitar la integración.

- Los casos de racismo dirigidos hacia la población árabe que se han producido en ciertas localidades israelíes. Sobre este tema, lo primero que habría que hacer es tratar de hacer acopio de todas la realidades y no descender exclusivamente a una práctica de un buenismo estúpido y esteril. Es por eso que me gustaría reseñar tres aspectos que, en algún caso, generalmente no se analizan o se ignoran directamente.

1.- En Israel existen bastantes comunidades que adoptan una definición muy determinada y marcada, y en base a ella ejercen una especie de derecho de admisión de sus miembros, y esto es aceptado. Por ejemplo, hay comunidades de veganos que sólo adoptan miembros que participan de ese ideal de vida, y también existen comunidades que se guían por su posicionamiento ideológico y nacional/religioso. Dentro de éste último aspecto, el nacional/religioso - y también ideológico -, participan todo tipo de comunidades israelíes, con comunidades judías que no desean una componente árabe, y viceversa, con comunidades árabes que no admiten la presencia judía (con apedreamiento de coches de viajeros judíos). Este sucede también con otras comunidades, como la circasiana o la drusa, así por ejemplo y no hace mucho, en un pueblo druso hubo unos graves episodios de violencia al detectar la población local la presencia de unos jóvenes musulmanes.

Asimismo, en zonas laicas de población judía existe bastante resistencia a la presencia de los haredim o de grupos religiosos como los Chabad, y, por supuesto, algo similar existe en los barrios ultra-ortodoxos, aunque su "demanda" por los laicos sea inexistente, pero sí se manifiesta ante la presencia de visitantes laicos y no religiosos (la exigencia de "modestia", las leyes del sabbath...)

Por lo tanto, en Israel rige una sociedad multicultural que, en gran medida, vive inmersa en su propio mundo - judíos/árabes, laicos/religiosos... -, donde la integración resulta precaria aunque generalmente resulta pacífica. Cuando ese ámbito se entiende amenazado en su composición es cuando se manifiestan las actitudes de rechazo, ahí, y en los escasos ámbitos donde existe una composición mixta en la población y los equilibrios, precarios, corren el riesgo de alterarse.

Un añadido más, casi todos esas zonas son de desarrollo, es decir, no habitadas por la élite ashkenazi del Estado de Tel Aviv, la cual, como suele suceder en otros países occidentales con la élite más liberal y progresista, es la más susceptible y crítica ante esos episodios de racismo, pero que a la vez es la más alejada a experimentar las causas que los originan (pobreza, presencia de inmigración, subdesarrollo...)

2.- También me parece evidente que existe en el "aire" una clara sensación de que, apesar del impasse actual en las negociaciones, el status quo actual no podrá continuar y que un Estado palestino - ya sea por el resultado de unas negociaciones, vía la ONU o por una nueva retirada unilateral israelí - está a punto de ver la luz en poco menos de un año.

Y en ese nuevo Estado palestino parece evidente que no habrá población judía, que excepto los grandes bloques de asentamientos que pasarán a formar parte de Israel, el resto de asentamientos formarán parte del Estado palestino y que su población deberá regresar a Israel. Pensar que el trágico regreso de esa población, pues supondrá un gran shock emocional, no conllevará peticiones de una contrapartida dentro de Israel, es decir, que la población árabe israelí - la influida especialmente por su liderazgo político e intelectual - que dice sentirse solamente palestina y árabe, y que considera que su ciudadanía israelí, como miembros de un Estado judío y democrático, le es impuesta y no es deseada, pase de igual manera a formar parte del nuevo Estado palestino, a cuya nacionalidad dicen pertenecer, y ello sin necesidad de una transferencia física o personal, solamente de ciudadanía y con un intercambio de territorios.

Esa llegada de población judía, procedente de la antigua Judea y Samaria y ahora el Estado palestino, desencadenará muchas más tensiones con la población árabe de Israel que mantiene una actitud irredentista y negadora del Estado de Israel. Pensar que eso no sucederá sólo supone cerrar deliberadamente los ojos. Es por eso que se deben arbitrar soluciones para cuando eso ocurra, y la única medida que disminuiría ese proceso sería un intercambio de territorios que también incluya a parte de esa población árabe israelí que no se reconoce como perteneciente a Israel y que habita en zonas aledañas al Estado palestino. Homogeneizar no tanto la población como una vinculación favorable a los respectivos estados (en Israel aún viviría una importante minoría árabe que sí desearía participar en el destino de la nación), facilitaría los procesos internos de integración y evitaría ulteriores procesos irredentistas y de desestabilización (las "otras etapas" del movimiento nacional palestino).

3.- Finalmente, existe una amenaza que ideológicamente ha sido lanzada reiteradamente contra la opinión pública israelí desde ámbitos de la izquierda israelí, y que es lógico pensar que también haya contribuido, aunque sea indirectamente, en las actuales actitudes hacia la parte árabe.

Se ha bombardeado al público israelí con una cuasi inevitable "amenaza demográfica", de que la población judía podía perder la mayoría y el estado su carácter judío, y hacerlo converger hacia un estado binacional que sólo sería un parentesis temporal a su transformación en otro estado árabe.

No entraré en considerar si esa amenaza demografica, además de ser una herramienta ideológica, está más o menos fundada (de hecho la respaldan buena parte de los principales demógrafos, no exentos tampoco de opiniones políticas). De hecho existen datos que la matizan o la niegan, lo que quiero recalcar es que esa "amenaza demográfica", enarbolada por la izquierda israelí y martilleada sobre la opinión pública israelí, puede haber contribuido (¿a su pesar?) al incremento de la preocupación en ciertos sectores de la población judía israelí sobre la mayor presencia o visibilidad de otras comunidades, contemplada como una plasmación o un anticipo de esa amenaza demográfica.

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A Eamonn se le olvida la respuesta cliché. Nuevo mensaje de Hamas a Israel: Lárgate o muere


Por cierto, observen la rueda de prensa de la jefatura militar de Hamas, con todos los micrófonos en la sala, ¿querrán creer que la prensa progresista del país del buen rollito no ha publicado nada de su contenido?


Eamonn McDonagh, en ZWord, se realiza una serie de preguntas (respuestas) existenciales que, sorprendentemente, ignoran la respuesta habitual de las "bellas almas" occidentales para estos casos.

Dice el Haaretz, nada menos (hoy matiza el contenido diciendo que Hamas envía mensajes "contradictorios"):
Hamas no descansará hasta que Israel sea expulsado de Palestina, dijo Ahmed al-Jabari. El líder de las Brigadas Izz al-Qassam-Din agregó que Israel tenía dos opciones: abandonar los territorios palestinos o enfrentarse a la muerte. También afirmó que la resistencia de Hamas continuará siempre y cuando los sionistas estén en Palestina.
Y a continuación se pregunta el bueno de Eamonn:

¿Me pregunto cómo los buenos y avergonzados judíos (a causa de las acciones y de lo que es Israel, por supuesto) y sus compañeros de viaje van a digirir esta declaración? ¿Sería un grito de desesperación y una petición de ayuda por parte de un grupo de liberación socialmente progresista cruelmente ignorada por el mundo (occidental, se supone? ¿Una respuesta natural a la (¿injusta e insólita?) pretensión de los judíos de tener su propio país? ¿Una generosa oferta de paz asquerosamente manipulada y distorsionada por la maquinaría propagandística sio-nazi?

Bien, algo de eso hay. Pero yo creo que preferirían utilizar la alegación de que se trata de "un exceso retórico" propio del discurso en el mundo árabe, y por lo tanto disculpable (algo que no sería disculpable en el caso de que fuera de alguien de Israel, pues entonces sería racista y genocida).

Ya saben como les gusta por allí los discursos "cargaditos", pero nosotros, las "bellas almas" occidentales, debemos conservar la calma y diferenciar la "paja del grano". De hecho, sólo atendemos lo que nos dicen en inglés, lo que digan en árabe... ¿a quién le interesa?

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Ecumenismo políticamente correcto o la contestación al mensaje de Navidad del Papa Benedicto XVI

Saturday, December 25, 2010

El ADN habla - Alex Joffe - Jewish Ideas Daily


Rabbi orando, de Szymon Buchbinder

¿Los judíos son una "nación" o un "pueblo"? El término hebreo 'am significa ambas cosas. Ambos términos, por otra parte, son objeto de desaprobación en nuestro tiempo, aunque no en tan gran medida como el término "raza", un término que los judíos dejaron de utilizar hace casi un siglo. ¿Cómo entonces vamos a pensar e interpretar la creciente evidencia genética que apunta a una continuidad biológica de los judíos a través del tiempo?

El campo de la genética ha estado ofreciendo nuevas y sensacionales observaciones sobre el registro histórico de los orígenes, las migraciones y el exilio de los judíos. Dentro de la sección masculina, uno de las más espectaculares descubrimientos es que ambos, kohanim ashkenazi y no ashkenazi, tradicionalmente los descendientes del bíblico sumo sacerdote Aarón, comparten un haplotipo extendido o una variación de la secuencia de su ADN que, efectivamente, los distingue de los otros judíos (así como de los no judíos). La divergencia se estima que se generó alrededor de 3.200 años atrás (con un error de más o menos mil años), es decir, mucho antes de la dispersión del pueblo judío comunidades alrededor del Oriente Medio y de Europa. Aunque sigue siendo difícil determinar las huellas del propio linaje de Aarón, la investigación científica es compatible con la autoidentificación de muchos, o de la mayoría, de los kohanim de hoy.

En el lado femenino, los resultados son igualmente profundos. El análisis de ADN mitocondrial, que se transmite sólo a través de la madre, indica cuatro linajes, es decir, cuatro mujeres específicas en la Edad Media que son las “originadoras” del 40% de toda la población askenazi. En algún lugar antes del siglo XII, estas cuatro fundadoras, cuyos propios ancestros genéticos provenían del Oriente Próximo, aparecieron en Europa, probablemente en el valle del Rin, para convertirse en las matriarcas de gran parte del mundo asquenazí. A ellas les ha podido seguir un largo período de "cuello de botella", sin un crecimiento significativo de la población, en los que las mutaciones pueden haberse manifestado en forma de trastornos genéticos. Así las características enfermedades ashkenazis, como la enfermedad de Tay-Sachs, pueden haber sido un subproducto de la cohesión de estos grupos y de su lento crecimiento.

Similares eventos fundadores aparecen en otras regiones. Los judíos de Bombay pueden rastrear nuevamente su ascendencia en base a cinco mujeres, mientras que las comunidades judías en Daguestan y Georgia trazan las tres quintas partes de sus variaciones genéticas procedentes de una única mujer (en cada una de las dos áreas). EL 43% de los judíos iraquíes descienden de cinco mujeres, y entre los judíos de Irán, el 41% desciende de otras seis.

Y ahora la ciencia está extendiendo y ampliando nuestra opinión aún más atrás en el tiempo. Un documento publicado a principios de este año en la revista American Journal of Human Genetics investiga siete comunidades judías (iraníes, iraquíes, sirios, italianos, turcos, griegos, y ashkenazis). Provocativamente titulado "Los hijos de Abraham en la era del genoma", muestra cómo los grupos que comparten un ancestro común han conformado grupos independientes con en el tiempo. Por lo tanto, los judíos ashkenazis soportan el más estrecho parecido con los europeos, mientras que los judíos iraquíes, iraníes y sirios están más cerca de los drusos, beduinos y palestinos. La división entre los judíos de Oriente Medio y Europa (el grupo de mayor edad en esta última categoría está formado por los judíos italianos) se estima que se produjo hace unas 100 y 150 generaciones atrás en el tiempo, es decir, entre aproximadamente el 500 a. C. y el siglo I de nuestra era. En todos los casos, cuanto más alejado está el grupo en la distancia y en el tiempo de su origen oriental, mayor es su similitud con las poblaciones locales.

Varias cosas se destacan de esta investigación. En primer lugar, el origen de la inmensa mayoría de los judíos actuales, cuando se determina, es el de un grupo que proviene abrumadoramente del área del Levante, entre los europeos al norte y el Oriente Medio al sur. En segundo lugar, el reto de mantener la cohesión de las comunidades judías en la diáspora, aunque obviamente fuera cuestión de un mandato religioso y cultural, también fue un reto biológico que se llevó a cabo a través de decisiones íntimas y personales, fundamentalmente sobre cuestiones como el matrimonio y la reproducción (algo complicado y alterado por la incidencia de las violaciones a causa de las violencias y los matrimonios mixtos). Y eso se refleja en una ciencia altamente sofisticada y en unas estadísticas vertiginosas determinadas por innumerables decisiones individuales con respecto a lo que ahora llamaríamos la identidad judía.

A pesar de que los datos científicos proporcionan una conmovedora dimensión humana a la bien conocida historia de la dispersión y de la supervivencia judía, también validan los hechos de esa historia. De este modo, al mismo tiempo desbarata algunas contra-narrativas, la más reciente y notoria el cuento imaginado por Shlomo Sand de la creación de los judíos europeos del este por medio de la conversión en masa de los kázaros, una idea copiada del libro de Arthur Koestler “La decimotercera tribu (1976 )”, y reelaborada por Sand en su “La invención del pueblo judío”.

La mayoría de las investigaciones sobre la genética judía se lleva a cabo para otro fin: es decir, para hacer frente a las enfermedades hereditarias. Las observaciones históricas son un subproducto secundario. Aprender más sobre el cáncer de mama y sobre la enfermedad de Tay-Sachs es mucho más importante que la hipotética localización de las diez tribus perdidas. Esta aclaración es muy importante, pues refuta ciertas afirmaciones odiosas sobre su utilización como un medio para la comprensión y la preservación de su "linaje". En cualquier caso, investigaciones genéticas similares ocurren en todo el mundo, desde el Líbano a Corea. Por último, los resultados de la investigación no dicen nada sobre las cuestiones de la "inteligencia" o el “genio” judío.

Pero ¿qué hay acerca de la "nación", "pueblo" y "raza"? Los científicos sociales ven la "raza" como un concepto tóxico, que inevitablemente se utilizará para promover la desigualdad y racionalizar la dominación. Por eso mismo, algunos también observan sospechosamente la investigación genética, como un medio de volver a inscribir la raza como una categoría social y legitimar encubiertamente la desigualdad. Entre los propios científicos, ningún investigador de renombre usaría el término "raza". No obstante, al mismo tiempo los genetistas y los científicos médicos no se avergüenzan a la hora de reconocer la realidad de los grupos biológicos humanos.

En cuanto a la "nación" y el "pueblo", los judíos son de hecho una nación en un sentido amplio tanto biológico como histórico. La pertenencia a un pueblo, un término moderno, se encuentra en una categoría un tanto diferente: en última instancia, significa una condición voluntaria, delimitada como una creencia religiosa y/o como una opción personal de compartir un destino con un grupo. Con la realidad actual caracterizada por la movilidad geográfica y los matrimonios mixtos, la decisión de perpetuar o adherirse a un pueblo en un viaje que dura ya milenios, se ha convertido en una decisión más profundamente consecuente que nunca, e incluso se podría decir que más arriesgada que las propias y exclusivas consecuencias biológicas.

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¿Debe un judío creer en Dios? - Daniel Septimus - Patheos



¿Cómo de importante es la creencia en Dios? ¿Se puede ser un "buen judío" sin creer en Dios? Estas preguntas, articuladas de esta manera, son relativamente modernaa. Sin embargo, mientras el judaísmo normativo siempre ha estado centrado en Dios, algunos pensadores - tanto antiguos como modernos - han conceptualizado el judaísmo bajo unas formas que vuelven las creencias acerca de Dios menos centrales.

El chiste habitual de que "no había ateos en la antigüedad" es más o menos cierto. La existencia de Dios (o de los dioses) se daba por sentado en el mundo antiguo y medieval. Incluso los filósofos medievales - judíos, cristianos y musulmanes - que trataron de demostrar la existencia de Dios, se preocuparon más por demostrar la racionalidad de la religión que de demostrar la existencia de una deidad.

El ateísmo y el agnosticismo sólo surgieron como opciones reales en la era moderna y como consecuencia de la secularización, es decir, de la separación de Iglesia y del Estado, y sobre todo, tras la confianza otorgada a las explicaciones de la ciencia de los fenómenos naturales.

Sin embargo, si agrupamos a todas las formas pre-modernas del judaísmo, en su conjunto no hacen justicia al tema en cuestión. Uno podría argumentar que la creencia en Dios fue menos central para los judíos de la época rabínica (los siglos después de la destrucción del Templo en el 70 d.C.) de lo que lo fue para los judíos en la Edad Media, y no porque Dios fuera menos importante, sino porque la creencia en si lo era. Aunque los judíos tendían a creer en ciertos conceptos compartidos - por ejemplo, un Dios que los sacó de Egipto, una eventual redención mesiánica -, las creencias o dogmas oficiales no se formalizaron hasta la Edad Media.

El judaísmo rabínico exige una acción - el cumplimiento de los mandamientos -, no la afirmación de unas creencias específicas. Quizás el ejemplo más llamativo de esta posición es un comentario sobre el versículo de Jeremías donde Dios dice: "[Ellos] me han abandonado y no han guardado mi Toráh". Algo que la Pesikta D'Rav Kahana, un midrash del siglo V al VII d.C. glosa así: "Si tan sólo me hubieran abandonado y hubieran cumplido mi Toráh".

El judaísmo rabínico, al igual que el judaísmo bíblico, tiene un concepto de creencia, pero no en el sentido, sostienen muchos, de afirmar una serie de propuestas o proposiciones, por ejemplo, afirmar que Dios existe. Por su parte, el académico Menajem Kellner señala que la palabra bíblica emuná - "creencia" o "fe" -, connota “confianza“, “creencia en“, pero contrapuesta a una verdadera y rotunda afirmación de las propuestas proposiciones. Por supuesto, uno podría argumentar que confiar en algo implica que ese algo existe, pero la distinción entre la “creencia en si” y la “creencia en algo” ayuda a entender las prioridades y los énfasis de esa visión del mundo rabínico.

Este enfoque sobre la creencia cambió durante la Edad Media, cuando los filósofos judíos comenzaron a proponer unas doctrinas oficiales del judaísmo. Los trece principios de la fe de Maimónides es la lista o recopilación más famosa del "credo" del judaísmo, y al incluir varios dogmas acerca de Dios, incluye la afirmación de que Dios existe.

Los principios articulados por Maimónides en realidad no eran muy revolucionarios. Lo que si resultaba revolucionario era la afirmación de Maimónides de que la creencia en esos principios resultaba esencial para la identidad judía.

Tradicionalmente, la identidad judía había sido definida biológicamente. De acuerdo con el judaísmo rabínico, si una madre era judía sus hijos eran judíos, independientemente de sus acciones o creencias.

Sin embargo, refiriéndose a sus trece principios, Maimónides escribió: "Cuando todos estos fundamentos son perfectamente entendidos y asumidos por una persona, entra en la comunidad de Israel, y uno tiene la obligación de amar, de practicar la compasión y de actuar a favor de todo aquello que el Creador ha ordenado que se trate como a un hermano". Para Maimónides no se era judío - al menos no plenamente judío - si no se creía en Dios y en los otros principios de la creencia que él delimitaba.

Muchos pensadores modernos, en particular los teólogos liberales, han tratado de recuperar la actitud rabínica hacia la creencia, haciendo hincapié en que el dogma religioso es un anatema para el judaísmo y que la creación del dogma medieval supuso, en cierto sentido, una corrupción del judaísmo. Aunque la mayoría de estos pensadores, como Leo Baeck y Salomón Schechter, no hizo uso de este rechazo del dogma en lo que respecta a la cuestión de la existencia y de la pertinencia de Dios, otros si lo hicieron.

Erich Fromm, en su interpretación radical de la Biblia hebrea “Seréis como dioses“, describe cómo Dios se hace cada vez menos real (y pertinente) en la literatura judía tradicional. Al principio de la Biblia, Dios es un soberano absoluto que puede (y hace) destruir el mundo cuando no está satisfecho con él. Sin embargo, en una etapa posterior, Dios renuncia a su poder absoluto haciendo un pacto con la humanidad. Así, el poder de Dios está limitado por los términos de ese pacto a los que está sujeto.

La tercera etapa de la evolución de Dios (o de su descentralización) sucede durante su revelación a Moisés, en la que se presenta como un Dios sin nombre. La evolución de Dios no se detiene con la Biblia. Irónicamente, Maimónides la lleva aún más lejos al proponer que nada se puede decir acerca de Dios. Podemos atrevernos a decir lo que no es Dios, pero los atributos positivos de Dios son impensables.

El siguiente paso, dice Fromm, debería haber sido un rechazo de Dios por completo, pero incluso el propio From, un autodeclarado "místico no teísta”, reconoce que esto es imposible para los judíos religiosos. Sin embargo, reconoce que debido a que el judaísmo no se ha ocupado principalmente de las creencias “per se“, alguien que no crea en Dios aún puede estar muy cerca de vivir una vida que sea totalmente judía en espíritu.

En una discusión más reciente, Howard Wettstein, un filósofo de la Universidad de California, ha ido aún más lejos que Fromm. En “El temor y la vida religiosa", la visión de Wettstein del judaísmo es más tradicional que la de Fromm, aunque sin embargo da más credibilidad a un judío que rechace totalmente a un Dios sobrenatural.

En el corazón del artículo de Wettstein está una cita de Abraham Joshua Heschel que se hacía eco de la reflexión acerca de la no centralidad de la creencia que hemos mencionados anteriormente. Según Heschel, "El temor, en lugar de la fe, representa una actitud cardinal para un judío religioso. En el lenguaje bíblico, al hombre religioso no se le llama "creyente", como sucede por ejemplo en el Islam ( mu'min ), sino “yare hashem yare” (temeroso de Dios)".

Trabajando alejado de esa noción, Wettstein alega que, en el corazón de la sensibilidad religiosa judía, existe una actitud distintiva frente a la vida, en la cual un componente importante es el mencionado temor. Varios aspectos de la práctica religiosa judía - la oración, el estudio de la Toráh, los ritmos del calendario judío - están destinados a facilitar esta actitud.

Wettstein reconoce que el objeto de este temor es Dios. Sin embargo, al hacerlo propone que este temor, y una vida plena que contribuya a la creación, también están disponibles para un “naturalista” (la Naturaleza como madre) que rechace a un Dios sobrenatural. Para demostrar este punto, se compara esta "religión naturalista" con un “teísmo no fundamentalista“, uno que crea en Dios y en el judaísmo, pero que no entienda todas las historias bíblicas a la letra.

Como esa persona que no cree que la historia de la creación que aparece en el Génesis refleje hechos reales. Dios no crea necesariamente al mundo en seis períodos de 24 horas, ni descansa verdaderamente el séptimo día. Sin embargo, esto no supondría negar el significado de la historia. "La noción del Sabbath, como una retirada creativa después del compromiso creativo con el mundo, e interpretada como una renovación espiritual", escribe Wettstein, "no se vería afectada". Las imágenes, las resonancias religiosas y el significado de la historia aún estarán disponibles para ese “no literalista“, aunque no crea que sean objetivamente ciertas.

Wettstein sostiene que un enfoque similar está disponible para quien desea evitar totalmente lo sobrenatural. Al igual que el "teísta no literalista" encuentra un sentido en la narración de la creación sin necesidad de creer que sea "verdadera", así también el "naturalista" puede encontrar significado en la historia, y en todo el judaísmo, sin creer en la realidad objetiva de un Dios sobrenatural.

Wettstein no está interesado en la reducción filosófica de la idea de Dios, es decir, en los intentos de decir que la palabra "Dios" verdaderamente hace alusión a algún aspecto del mundo natural. Más bien, acepta la imaginería del Dios judío tal como es, utilizando dicha imaginería para cultivar el sentido, para perseguir la fraternidad con la comunidad y para conectar con las generaciones pasadas. Sin embargo, el enfoque de Wettstein sólo funciona para alguien interesado en cultivar el sentido religioso en relación a un concepto de “Dios no literal“.

En contraste, el movimiento humanista secular, una pequeña denominación iniciada por Sherwin Wine en 1963, abastece a esos judíos que desean identificarse judaicamente pero se oponen a las imágenes de Dios. Los judíos humanistas seculares van tan lejos como para llegar a decir que creer en Dios devalúa a los seres humanos, ya que sugiere que la fuente del valor humano se encuentra fuera de los seres humanos.

Sin embargo, a nivel oficial, la mayoría de los judíos se sienten incómodos con la idea de un judaísmo sin Dios. Esto es tan cierto para los movimientos liberales como para los judíos más tradicionales.

En 1994, la UAHC (el Consejo de la Sinagoga del movimiento de la Reforma) rechazó una solicitud de adhesión de una sinagoga que practicaba "un judaísmo con una perspectiva humanista" porque los principios de dicha sinagoga se desviaban de "la histórica orientación hacia Dios del judaísmo reformista (de la Reforma)". Por lo tanto, ¿debe creer en Dios un judío? En cierto sentido, depende de cómo usted defina cuatro palabras: "deber", "judío", "creencia" y, por supuesto, "Dios".

En resumen: Probablemente crea, y probablemente no crea.

Patheos

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Apaciguando que es Navidad



Que uno esperaba y espera más afirmaciones de este tipo resulta evidente después de la declaración sinodal claramente decantada hacia un antijudaísmo primario - de hecho, casi un marcianismo revivido - del último Sínodo de los Obispos para el Oriente Medio, declaración no refutada por el propio Vaticano y que deja en evidencia que el supuesto acercamiento al judaísmo y a sus "hermanos mayores" (los judíos) del Vaticano parece ser un episodio temporal, y a lo que parece rápidamente reversible.

Hoy leo las declaraciones del Papa Benedicto XVI en su mensaje de Navidad y uno no puede más que sacar esa conclusión, ya que la exigencia de una libertad religiosa solamente se solicita para China, estando exentos de ella, por lo que parece, todos los países musulmanes, los cuales se ahorran cualquier tipo de reprobación sobre dicha falta de libertad religiosa.

Pero es que además, parece ser que el conflicto israelí-palestino - y el lenguaje ciché utilizado, muy habitual en una de las partes, deja traslucir a quien se responsabiliza de la situación - es el único responsable de la persecución de los cristianos en el Oriente Próximo, ya que su resolución "ayudaría a consolidar las comunidades cristianas". Es decir, el Islam no tiene nada que ver en la represión de esas comunidades, y sólo con la resolución del mencionado conflicto las minorías cristianas del Oriente Medio volverían a su consideración de dhimmis "no expulsables o eliminables", siempre y cuando sepan cual es su lugar subalterno dentro de las sociedades musulmanas.

Apaciguando al Islam que es gerundio y estamos en Navidad.
Ante una plaza llena de creyentes resguardados por la intensa lluvia que cae sobre Roma desde hace días, el Papa ha instado a que la Navidad "inspire a los israelíes y palestinos a buscar una convivencia justa y pacífica" que ayude a consolidar las comunidades cristianas "en Irak y en todo Oriente Próximo".

(...)

El Papa ha querido recordar en su mensaje a China, pese a que las relaciones entre el Vaticano y el país asiático han empeorado en los últimos meses. Así, el Papa ha pedido a los cristianos de este país que no pierdan la fe "a pesar de la discriminación y persecución que sufren" y ha instado a los líderes religiosos chinos a que "trabajen por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos".

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Friday, December 24, 2010

Herzl y los rabinos municipales - Yakobson Alexander - Haaretz


Rabbi Shmuel Eliyahu

Si alguien le hubiera dicho a Theodor Herzl que en el Estado judío docenas de rabinos ponen su firma a una carta que prohíbe a los judíos alquilar o vender apartamentos a los gentiles, sin duda se habría sido ultrajado, pero es dudoso que se hubiera sorprendido. En su libro "Altneuland", describe una campaña electoral en la que la jefatura ortodoxa de un partido nacionalista exige que a los no judíos se les niege el derecho a voto. El partido se encamina en las urnas.

Herzl, sin duda, habría sido feliz de saber que en Israel un partido que aprobó la plataforma expuesta por el rabino Geyer (el lider ortodoxo en la ficción de Herzl) habría sido excluido de participar en las elecciones. Pero probablemente habría arqueado una ceja al enterarse de la existencia de "rabino municipales", un título que portan muchos de los firmantes de la carta. "¿Desde cuándo los rabinos llevan de repente una titulación oficial?", habría preguntado amargamente. "Después de todo, he afirmado explícitamente, tras destacar mi respeto por la religión y por la tradición, que debemos evitar cualquier esfuerzo por parte de los funcionarios religiosos de participar en el funcionamiento del Estado. Los rabinos deben mantenerse en las sinagogas, al igual que el ejército debe permanecer en los cuarteles".

Parece que la posición de Herzl sobre este asunto era y es más radical que lo que resulta aceptable hoy en día en muchos países liberales. En Gran Bretaña, el gobierno todavía nombra a los obispos de la Iglesia Anglicana. Algunos de estos obispos representan a la iglesia en la Cámara de los Lores, y el Parlamento es requerido para que permita otorgar a las mujeres el derecho a servir en ese cargo. En Dinamarca y Noruega, el rey nombra a la jerarquía de la Iglesia Luterana, a la que el monarca también debe pertenecer.

La adopción de los símbolos religiosos en las democracias modernas tampoco resulta infrecuente. La cruz aparece en las banderas de varios países europeos, mientras que las constituciones de Irlanda y Grecia comienzan con las palabras "En el nombre de la Santísima Trinidad..." Pero no hay ninguna otra democracia en la que el establishment religioso mantenga un monopolio sobre las leyes del matrimonio como sucede en Israel (este fue el caso de Grecia hasta la década de 1980), ni tampoco cualquier otro país democrático en el que un documento escandaloso, vergonzoso, como esa carta de los rabinos, hubiera sido posible sin tener en cuenta el estatus oficial de las instituciones religiosas.

A diferencia de lo que muchos creen, no hay normas universales que requieran la separación de las instituciones religiosas y estatales, aunque existe una excelente justificación para tal separación en Israel: la propia naturaleza de las instituciones religiosas en este país. Si bien el conjunto del establishment religioso no apoya esta carta, está claro que hay muchos dentrro de él que sí lo hacen.

La separación de la religión del Estado en Israel no es una opción políticamente realista. Pero el vínculo entre las instituciones religiosas y las instituciones del Estado no es sólo un privilegio, también debe conllevar responsabilidades y tener un precio. Quien recibe el poder oficial del Estado se convierte en sujeto "enjuiciable" por el mecanismo encargado de supervisar las acciones de los funcionarios. Este mecanismo en Israel goza de considerable poder y ya ha descabalgado a bastantes cargos públicos de sus funciones.

Los signatarios de la carta cuentan evidentemente con el hecho de que esas tres docenas de rabinos no serán procesados por las declaraciones expresadas en la carta, con independencia de su gravedad. Pero tiene que existir una urgente solicitud de su revocación de sus puestos de trabajo.

Por desgracia, hay una serie de áreas en las que desde el Estado, o bien práctica la abstención, o bien tiene dificultades para hacer cumplir sus propias leyes. Sin embargo, cuando un individuo que disfruta de una posición oficial hace un uso indebido de la autoridad que le corresponda por su situación laboral, contraveniendo la ley y perjudicando a un compatriota, el Estado no está autorizado a permitir que esa persona permanezca en su cargo y continue actuando de dicha manera. Permitir que la persona continue en su cargo en estas circunstancias es una clara violación de los derechos de los ciudadanos perjudicados por esas acciones. Las condenas públicas no dejarán huella en los rabinos municipales, pero exigir a la Corte Superior de Justicia que dictamine en contra del mantenimiento en sus cargos tal vez sí.

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Los palestinos: ¿Cuál es la diferencia entre conversaciones directas, indirectas y en paralelo? - Khaled Abu Toameh - Hudson NY



Parece que el Gobierno de los EEUU no cree que el liderazgo palestino de Ramallah hable seriamente cuando dice que no puede hacer ninguna concesión a Israel, especialmente en lo que respecta a las cuestiones fundamentales como los asentamientos y el "derecho de retorno" para los refugiados palestinos.

Los estadounidenses necesitan escuchar lo que los palestinos están diciendo, pero no sólo en inglés, también en árabe. Y en árabe, el mensaje que proviene de Ramallah sigue siendo no, no y no: no a una reanudación de las conversaciones de paz sin condiciones, no a aceptar a Israel como Estado judío y no a cualquier solución que no incluya todos los territorios capturados por Israel en 1967. Estos, aparentemente, no puede ser traducido por la Casa Blanca y el Departamento de Estado como un gran SÍ.

Cuando Mahmoud Abbas reitera día y noche que no hará ninguna concesión, e insiste en un Estado palestino en las fronteras de 1967, incluida Jerusalén oriental, y que los refugiados deben regresar a sus hogares dentro de Israel, los EEUU, obviamente, no lo toman en serio.

Los norteamericanos tampoco parecen dispuestos a aceptar el hecho de que Abbas es un líder débil y desprestigiado, que nunca será capaz de vender cualquier acuerdo de paz a la mayoría de los árabes y de los palestinos.

Los palestinos están diciendo al Gobierno de los EEUU que ya no confían más en Obama y Clinton. Sin embargo, esto no parece desatar ninguna alarma en la Casa Blanca o el Departamento de Estado. Abbas y los líderes palestinos le están diciendo a todos, incluyendo a los americanos, que no tienen intención de cambiar su posición, y que no les importa cuanto tiempo dure el conflicto de Oriente Medio. Los palestinos inclusive han ganado el respaldo de la Liga Árabe para sus políticas, en primer lugar, por negarse a regresar a la mesa de negociaciones a menos que sus pre-condiciones se cumplan.

Desde hace meses, el Gobierno de los EEUU ha estado tratando de empujar el “proceso de paz” de Oriente Medio hacia adelante, ofreciendo diferentes métodos de negociación a israelíes y palestinos.

En primer lugar, los norteamericanos intentaron las conversaciones indirectas o de proximidad entre las dos partes. Entonces, Washington logró persuadir a las dos partes para pasar a unas conversaciones directas que se pusieron en marcha bajo los auspicios del presidente Barack Obama y de la secretaria de Estado Hillary Clinton.

Ahora, la Administración Obama está ofreciendo algo nuevo a las dos partes: "conversaciones paralelas" por un período de seis semanas. ¿Qué significa eso exactamente? "Conversaciones paralelas", según la Administración Obama, significa que los EEUU van a sostener conversaciones bilaterales con cada una de las partes en lugar de negociaciones directas.

¿Pero no han visto ya, tanto israelíes como palestinos, esta película? ¿Cuándo el Gobierno de los EEUU se dará cuenta de que la paz no depende de la forma de llevar a cabo las conversaciones, sino de las cuestiones de fondo? ¿Los estadounidenses creen realmente que los palestinos cambiarían sus posiciones y demandas si las conversaciones son directas o indirectas?

Si los palestinos han puesto de manifiesto en las rondas anteriores de negociaciones directas e indirectas con Israel que no pueden hacer concesiones, ¿qué razón hay para creer que van a cambiar de opinión o suavizar su posición en unas "conversaciones paralelas"? Mahmoud Abbas y otros líderes palestinos dicen que han perdido la fe en la administración Obama por su falta de "dureza" ante Israel a la hora de extender una moratoria en la construcción de asentamientos, no sólo en la Ribera Occidental, sino también en Jerusalém.

Los palestinos han llegado incluso a expresar públicamente su profunda decepción con respecto a Obama y Clinton, acusándolos de apoyar las políticas del gobierno israelí. Cuando las conversaciones indirectas se iniciaron hace unos meses, Abbas declaró que no tenía intención de renunciar a cualquiera de los temas centrales principales. Abbas reiteró una vez más su posición cuando Washington le presionó para iniciar conversaciones directas con Israel.

Sin embargo, esto no ha impedido que los estadounidenses sigan empujando cada vez más. Incluso si los palestinos aceptaran la última oferta de EEUU para llevar a cabo unas "conversaciones paralelas", ¿quién asegura que los palestinos contarán con unas posiciones diferentes?

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Thursday, December 23, 2010

¿Es cierto que los israelíes “no pueden ni ver" a Obama"? – Shmuel Rosner



1.- Este post tendrá que comenzar explicando el contexto de la pregunta. ¿Por qué esa pregunta y por qué ahora? Bueno, todo comenzó en realidad hace un par de semanas, en un buen restaurante de Tel Aviv, donde mantenía una conversación con Ben Smith de The Politico. Cuando Smith regresó a Washington escribió un largo artículo sobre los temas habituales del Oriente Medio: el proceso de paz, Israel, los árabes, Obama, la congelación de los asentamientos. Él me citó en su relato. Aquí está el párrafo pertinente:

"Los israelíes, realmente, no pueden ni ver a Obama (otra traducción más agresiva sería "aborrecen")", me dijo Shmuel Rosner, un columnista de dos de los principales periódicos de Israel. "Estábamos acostumbrados a confiar en que los estadounidenses actuaran como estadounidenses, y este hombre resulta que es una especie de líder europeo".

2.- La cita fue recogida por bloggers y comentaristas. Algunos lo hicieron porque estaban descontentos con la historia de Smith y estaban tratando de desacreditarla, otros simplemente pensaron que era una cita que valía la pena consignar.

Luego pensé que mi afirmación era lamentable, desproporcionada y carente de matices. Algunos amigos en Washington pensaron lo mismo, pero la mayoría fueron lo suficientemente educados como para no decir lo que realmente pensaban. He decidido escribir más sobre este tema y explicar lo que estaba tratando de decir. Pero antes de ello, una disculpa sería apropiada. No debería haber usado ese lenguaje porque lo que dije no era verdad y porque no debería haber utilizado ese lenguaje.

3.- Por lo tanto, ¿no todos los israelíes, realmente, "no pueden ni ver a Obama"? Responder a esta pregunta va a ser fácil. No, "no todos lo aborrecen". Por supuesto que no. Los israelíes no suelen estar de acuerdo entre ellos en muchas cosas, y una de ellas es "Obama".

4.- Esa ha sido una respuesta fácil, y el camino más fácil, mientras que mi objetivo aquí es tratar de describir que sienten los israelíes con respecto a Obama, y explicar también por qué he realizado una afirmación tan poco educada. Y la verdad es que algunos israelíes "no aborrecen” a Obama, y otros "tampoco lo odian", pero no les gusta, y muchos sospechan de él y cuestionan sus políticas y motivos.

Estoy familiarizado con todas las encuestas publicadas en las que se planteó la cuestión de la simpatía por Obama y su aprobación por los israelíes, y también con algunas encuestas no publicadas. Además, también he hablado con un par de israelíes bien informados antes de escribir este post. Lo que las encuestas y los analistas nos dicen es que existe una opinión pública israelí mayoritaria que no confía en el presidente de Estados Unidos, y que cree que es un ingenuo, si nos ponemos en el mejor de los casos.

5.- No hace mucho, fui a ver una manifestación de los colonos que se oponen a la "congelación" en Jerusalén, y algunos de ellos afirmaban que Obama es un enemigo de Israel. He visto los disfraces - en otras ocasiones - en los que Obama aparecía vestido con la kafiya, y hace un par de meses estuve en la televisión en un debate con el cuñado de Netanyahu, el cual había afirmado que Obama es un antisemita. Le dije que su afirmación era cosa de locos y él no estuvo del todo contento con mi franqueza.

Por supuesto, la gran mayoría de los israelíes nunca iría tan lejos, nunca se sentiría a gusto con esos disfraces o esas alegaciones. Pero, ¿cuántos sienten la necesidad de defenderlo, de alabarle? En Israel, la gente corriente sigue pensando que Obama se identifica con la gente de izquierdas. Y como todos ustedes saben, la "izquierda israelí" es reducida y está en horas bajas. Los israelíes de "derechas" – muchos israelíes actualmente se sitúan en la derecha - pueden llegar a ser bastante directos cuando se menciona a Obama. Y los más mayoritarios de "centro", votantes moderados del Likud, de Kadima, muchos votantes de los Laboristas, en realidad no saben qué decir de él. Por un lado, están educados para pensar que el presidente de Estados Unidos es el mejor amigo de Israel. Por otro lado, a Obama no siempre parece gustarle representar ese papel.

6.- No, no es por el color de la piel, sino a causa de su enfoque y de sus políticas. Se debe a su falta de calor; a su discurso de El Cairo (para el mundo árabe y musulmán) sin la esperada correspondencia, a la congelación de los asentamientos...

Muchos israelíes se sienten incómodos ante ello, ya que casi expresan sus verdaderos sentimientos hacia Obama. Ellos sienten que algo anda mal, pero también creen que, ojala, tal vez todo sólo sea un gran malentendido.

7.- Todos conocemos las encuestas que nos muestran como la empatía hacia Obama en Israel está en posiciones muy bajas. Aquí Gil Hoffman opinando sobre una encuesta de ese tipo:
Cuando se le preguntó si veía a la administración Obama como más pro-israelí, más pro-palestino o neutral, sólo el 10% de los judíos de Israel dijeron que era más pro-israelí, el 46% dijo que más pro-palestino, el 34% dijo neutral y el 10% no expresó una opinión.
Estos son números terribles. Los israelíes esperan que el presidente de Estados Unidos sea pro-Israel. Usted podría pensar que tal expectativa es estúpida, que los israelíes no tienen derecho a esperar tal cosa, pero sin embargo lo hacen. Que el 80% de los israelíes piense que Obama es pro-palestino o neutral significa que un 80% considera que Obama no es un amigo. ¿Es que acaso le "aborrecen"? Creo que estarían más agradecidos si pensaran en un Obama más favorable a Israel. De hecho, cuando Obama estaba en la carrera presidencial y fue elegido presidente, la opinión de los israelíes hacia él era mucho más positiva. Después de las elecciones del 2008, el 52% de los israelíes creía que Obama era bueno para Israel. Un año después, casi una tercera parte ya pensaba que Obama era "hostil", el 40% pensaba que era "indiferente" (lo que tampoco es un cumplido), y sólo una quinta parte pensaba que era amistoso hacia Israel.

8.- La mayoría de las encuestas que cuentan otras historias - las que tratan de convencerte de que realmente los israelíes apoyan a Obama - son malas encuestas. Son, por lo general, encuestas programadas (para mostrar que las políticas de Obama son realmente las que los israelíes estaban esperando). Aquí está un ejemplo de una de esas malas encuestas (para ser exactos, el problema no es la encuesta, sino el titular engañoso).
No estoy muy seguro de qué hacer con la encuesta de la semana pasada de Brookings (ya escribí bastante críticamente acerca de otra encuesta de este mismo equipo, se trata de una encuesta sobre "la aproximación de los estadounidenses al conflicto árabe-israelí”). En esta encuesta, los encuestadores afirman que el 41% de los judíos de Israel tienen una visión positiva, “muy" o "algo”, de Obama. Por supuesto, estos datos aún son bastante malos para un presidente de Estados Unidos (la mayoría de los judíos de Israel ven a Obama negativamente, “muy" un 15% y "algo” un 36%). Sin embargo, creo que incluso ese 41% de "visión positiva" es demasiado alto. Un amigo mío que pasa por ser un profesional en estos asuntos había sugerido que la expresión "una opinión negativa", formulada en las preguntas del entrevistador, podría haber sido decisiva en la manera de expresarse de algunos israelíes, por otro lado poco dispuestos hacia Obama (es decir, matizaron o moderaron su opinión).
9.- En esta encuesta de Brookings, Obama ocupó el segundo lugar en la pregunta: "¿Qué líder mundial (fuera de su propio país) le gusta menos?". El 10% de los judíos de Israel eligieron a Obama para el papel de líder mundial que les gusta menos sobre cualquier otro. Si tienen alguna duda acerca de si algunos israelíes "no quieren ver ni en pintura” a Obama, supongo que esto puede servir como prueba definitiva de que estos grupos existen (Cabe mencionar, sin embargo, que Obama también es el tercer líder más admirado con un 5%).

10.- Está también lo que he dicho antes acerca de actuar "como un líder europeo". Sorprendentemente - o tal vez no es una sorpresa -, no he oído ni una palabra de crítica relacionada con esta parte de mi comentario. Resulta que actuar "como un líder europeo" no resulta del todo un cumplido. No al menos en Israel.

11.- Para concluir: los israelíes "no aborrecen” a Obama. Repito: No lo hacen. Cuando yo estaba utilizando esa expresión en una conversación privada, mi intención era decir que Obama no es de confianza en comparación con los presidentes anteriores (en particular, Clinton y el segundo Bush). Por lo tanto, aquí está el párrafo revisado si hubiera tenido el poder de volver a editar el artículo de Ben Smith:

"La mayoría de los israelíes realmente no confían en Obama, y a muchos tampoco les gusta", dijo Shmuel Rosner (...), quien añadió, "estábamos acostumbrados a confiar en que los estadounidenses actúen como estadounidenses, pero este se parece más bien a un líder europeo".

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La mente árabe en cautividad. El imperio del “cui bono” - Roger Cohen - NYTimes



En este momento parece bastante claro quien invadió Irak. Contrariamente a la opinión general, fue Irán. Después de todo, si se aplica el tan socorrido principio romano del “cui bono” (o "cui prodest") o "¿quién se beneficia?", no puede haber ninguna duda de que Irán ha sido el más beneficiado del derrocamiento de su enemigo Saddam Hussein y de la llegada al poder de los chiítas en Bagdad.

Sé que parece que los Estados Unidos estaban detrás de la invasión, pero... ¿qué queda de la táctica de la "conmoción y del pavor" y todo eso? ¡Ah! Es cierto que hubo mentiras en la justificación, pero consideren los hechos: la invasión de Irak ha debilitado a los Estados Unidos, viejo enemigo de Irán, y siguiendo esa lógica - quod erat demonstrandum - Teherán debe haber sido el cerebro retorcido.

Esta ridículo e irónico "análisis" es utilizado frecuentemente por mi inexpresivo colega, Robert Worth, el corresponsal del New York Times en Beirut. Después de tres años viviendo en el Líbano y trotando por el mundo árabe, utiliza esta "teoría" para expresar su frustración ante la epidemia del pensamiento basado en el “cui bono”, tan popular en la región.

Lo llamo "pensamiento" de manera generosa. De lo que estamos hablando aquí es de una cosecha mezquina propia de mentes cautivas. Estas mentes recurren a la teoría de la conspiración porque es el último refugio de los “sin poder”, ya que si no pueden cambiar su propia vida, eso se debe a alguna fuerza mas poderosa que controla el mundo.

Mientras estuve en Beirut este mes, esa visión conspirativa del mundo fue impulsada sobre la marcha por WikiLeaks y por la inminencia de la acusación por parte del tribunal internacional que investiga el asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafik Hariri, pero ya hablaremos de ello algo más adelante.

La idea estaba haciendo de las suyas cuando conocimos que los recientes ataques de tiburones en el balneario egipcio de Sharm el Sheik fueron obra del Mossad, el servicio secreto israelí. ¿No había visto alguien un dispositivo electrónico conectado a un tiburón dirigido desde Tel Aviv, al estilo de un juego de video, para devorar las piernas de algún turista ruso? Un funcionario del gobierno egipcio propuso que esa teoría era bastante plausible. Después de todo, el daño que causarían a la industria turística egipcia esos sucesos sólo podría complacer a Israel. ¿Cui bono?

En su fundamental recopilación de ensayos "La mente cautiva", el escritor polaco-lituano Czeslaw Milosz describía la relación del intelectual (progresista) con el totalitarismo estalinista: "Su principal característica era su miedo a pensar por sí mismo".

Líbano es un lugar placentero y despreocupado en su superficie - en la medida en que era posible imaginar la lúgubre sociedad soviética -, pero al que traiciona el espíritu servil de ese conjunto de personas que, desposeídos del poder, están convencidos de que son, en última instancia, unos meros títeres. Este campo de juego de intereses sectarios, donde cada comunidad tiene su respaldo externo, puede ser el perfecto caldo de cultivo para las teorías de la conspiración. Pero el Líbano es sólo un caso extremo dentro del mundo árabe, donde Internet y los nuevos medios de comunicación no han favorecido la apertura de unas mentes condicionadas durante décadas por la represión y la debilidad.

Hariri, que era pro-occidental y anti-sirio, fue asesinado en el centro de Beirut. Las sospechas recayeron sobre agentes sirios. Un tribunal de las Naciones Unidas tuvo que ser creado para investigar el asesinato, reflejo en si mismo de la debilidad del Líbano en lo que respecta a sus propias e insuficientes instituciones.

Cinco años más tarde, me encontré con que la investigación estaba infectaba de manera irrevocable por la fiebre de “cui bono". "¿Quién se aprovechó de su muerte?", me preguntó Atrissi Talal, un analista político. "No desde luego los sirios, que abandonaron el Líbano después. Fueron los Estados Unidos los que se beneficiaron”. ¡Ja,ja!

Ali Fayyad, un diputado de Hezbolá, me comentó: "El tribunal está totalmente politizado. Es una entidad ilegal utilizada por Estados Unidos como una de sus herramientas dentro de los conflictos regionales a utilizar en contra de Siria y de la resistencia".

Además, abundan las teorías de que Israel penetró el sistema de telefonía móvil del Líbano para coordinar un asesinato que es presentado como el pretexto necesario para un golpe de estado fallido contra Siria, el cual fue llevado a cabo por Occidente (hasta el 11-S es grotescamente percibido en el mundo árabe como un pretexto autoinfligido por los Estados Unidos para librar la guerra contra los musulmanes).

¿Por qué?”, se preguntan, “se estableció un tribunal internacional para el asesinato de Hariri, pero no para el de Benazir Bhutto? ¿Por qué no ha sido interrogada la CIA?”. Estas preguntas están ahora en auge en un Líbano que ha concluido a regañadientes que la justicia y la verdad para el caso Hariri resultan imposibles, víctimas como son de esa “pensamiento árabe cautivo”.

En el imperio del “cui bono” no puede existir un razonamiento que de cómo probada la verdad de unos acontecimientos, por contra, se tienen que abrir posibilidades ilimitadas para una teorización post facto sin límites.

Por supuesto, la saga del Wikileaks de Julian Assange y la fuga de un cuarto de millón de cables diplomáticos secretos de EEUU también se consideran como parte de alguna gran conspiración. ¡Todo ella refleja la decadencia de América y la rebelión de su vasta burocracia federal! ¿Y es que acaso no demuestra el inagotable poder de los Estados Unidos el hecho de la contratación de varias agentes femeninas suecas para acusar a Assange de delitos sexuales?

La verdad es más banal. Los cables de WikiLeaks revelan como los gobiernos autocráticos sunitas árabes no hacen más que solicitar a los Estados Unidos todo lo que ellos no son capaces de hacer por sí mismos, como por ejemplo decapitar a Irán y coordinar un ataque sunita ante el incremento del poder de Hezbolá en el Líbano. Tales irresponsabilidades, y las inagotables teorías de la conspiración con las que van asociadas, sugieren un mundo árabe que sigue presa de la ilusión.

Milosz ya describió de la fuerza del "ensimismamiento en el ensueño" en un mundo donde rige la opresión. He encontrado mucho "ensimismamiento en el ensueño" en el Líbano, pero pocas evidencias de que el Oriente Medio esté preparado para dejar atrás un poderoso y victimista conspiracionismo y así poder seguir adelante.

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Wednesday, December 22, 2010

Las mentiras que nos contamos sobre la historia judía - Miriam Shaviv



Marc Shapiro realiza una fascinante revisión en el blog Seforim del libro de Shaul Stampfer (Littman Library) “Familias, rabinos y educación: sociedad tradicional judía en el siglo XIX en la Europa del Este”. Mirando de cerca la historia social del shtetl del siglo XIX, desbroza el mito tras el mito.

Por ejemplo, el divorcio parece haber sido relativamente habitual (aunque Shapiro crítica que fuera tan común como asevera Stampfer). Los matrimonios de adolescentes eran relativamente raros. La mayoría de los judíos (sobre todo las clases más bajas) no usaban casamenteros, el amor fue un factor importante en algunos matrimonios. En general, las mujeres trabajaban y estaban involucradas en negocios (¿familiares?):
A diferencia de hoy, la esposa y madre que se quedaba en el hogar no era necesariamente un ideal... La sociedad judía en la Europa del Este no era lo que nosotros consideramos como un patriarcado. Los puntos de vista conservadores que defendían la importancia de que las mujeres permanecieran en el hogar para criar a los hijos pueden considerarse como una buena política social, sin embargo no debemos suponer que fue así como vivieron predominantemente los judíos en la Europa del Este"

Inclusive algunas mujeres fueron educadas en el estudio judío, existían cheder mixtos y, de acuerdo con Stampfer, la proporción de niñas y niños en los cheder fue de 1:8. Por otra parte, había menos hombres en los cheder de lo que podríamos imaginar. Aunque nos gusta pensar en el shtetl como un lugar donde los yeshivot prosperaron, en la década de 1930 había más hombres en las escuelas públicas secundarias que en las escuelas religiosas.
Todo realmente fascinante. Pero más aún brillante es otro libro sobre la mujer judía en la Edad Media que revise varios años atrás. “Piadosas y rebeldes”, de Abraham Grossman, también rompe varios mitos mostrando, por ejemplo, que en Europa de la Edad Media hubo un alto índice de divorcios (por lo menos un 20%) y que el divorcio no estaba estigmatizado; que el libertinaje sexual era muy común; que la mayoría de las mujeres trabajaban y eran activas en diferentes negocios; que ganaron muchos de derechos y funciones religiosas; y mucho más. Mucho de esto suena familiar después de leer la revisión de Shapiro del libro de Stampfer, pues rompe similares mitos.

Por lo tanto, hay que decir que hemos construido una imagen totalmente mítica de la vida judía en la Edad Media y que igualmente tenemos una idea completamente ficticia de la vida en el shtetl. Y al colocar ambos sucesos juntos, uno tiene que preguntarse si nosotros, como colectivo, en realidad tenemos alguna de idea aproximada de cómo era verdaderamente la vida judía en Europa durante los 1.000 años que precedieron al Holocausto.

La respuesta es muy pertinente para hoy. Gran parte de los ortodoxos, y en particular los ultra-ortodoxos, cuando defienden sus modelos de vida, y sobre todo cuando se trata de la vida familiar y laboral, suelen argumentar que representan la "tradición". Resulta que no lo es, y que probablemente nunca lo fue.

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Sunday, December 19, 2010

Huyendo de Holanda - Lilit Wagner - Ynet


Haredíes en la sinagoga de Amsterdam atacada

Benzion Evers también cree que Amsterdam no es un lugar seguro para los judíos. El hijo del gran rabino de la ciudad holandesa dice que está pensando en dejar el país el próximo año, junto con su esposa y su hijo pequeño.

A pesar de ser un destino turístico popular para los viajeros israelíes, y aunque la ciudad cuenta con una cálida comunidad judía de varios miles de personas, Evers, de 22 años, hijo de Raphael, el gran rabino de Amsterdam, ha anunciado que el país es cada vez menos seguro para los judíos.

Mientras, el rabino Binyomin Jacobs, presidente del Consejo Rabínico de los Países Bajos, ha comentado que "es una buena idea que los judíos holandeses se trasladen a Israel, pero sólo si su decisión se debe a su libre albedrío y no a ser forzados a huir".

"No es que no se puede salir de la casa", explicó Benzion Evers en una entrevista al diario Het Parool, "pero es que resulta necesario ocultar de manera constante y externamente la condición de judío, tener cuidado y examinar cuidadosamente los barrios a los que puedes entrar". También contó que desde hace poco se cuida muy mucho de no dejar en su casa su sombrero de pieles o su gorra de béisbol cuando debe pasar por barrios con altas concentraciones de inmigrantes marroquíes y turcos (para ocultar con ellos su kippa).

Esta entrevista fue citada posteriormente por numerosas publicaciones, y hasta un periódico holandés llegó a declarar que "la historia se repite".

Estas declaraciones llegan a continuación de la tormenta política provocada la semana pasada por el ex comisario europeo Frits Bolkestein, el ex jefe del Partido Liberal holandés, cuando declaró que los "judíos conscientes (de lo que está sucediendo y apego a su seguridad) deben irse de Holanda, donde ellos y sus hijos no tienen futuro, para trasladarse a los EEUU o Israel".

Bolkestein admitió ser pesimista con respecto al conflicto israelí-palestino, que, en su opinión, está avivando las llamas del antisemitismo en su país. "Holanda tiene canales árabes de televisión que promueven el antisemitismo", señaló. "No tengo esperanzas en las diversas sugerencias que se plantean en ocasiones para combatir la incitación contra los judíos, y no veo ninguna solución rápida en el horizonte. El antisemitismo seguirá existiendo, porque los jóvenes marroquíes y turcos no prestan atención a los esfuerzos para una reconciliación".

La organización One Hand fue fundada en Holanda hace 20 años con el objetivo de promover esfuerzos para acabar con el antisemitismo en el país. "Hasta el momento, no hay casos registrados de ataques violentos", dijo el gran rabino Binyomin Jacobs, pero señaló que "las creencias y sentimientos antisemitas se están convirtiendo en cada vez más visibles".

"Cuando los judios haredíes van a la sinagoga, suelen ser insultados por "judíos" por los jóvenes en la calle y, recientemente, alguien arrojó pintura en la puerta de la sinagoga".

En una entrevista a Arutz 7, añadió, "Los gentiles siempre encontrarán excusas para el antisemitismo. Dirán que los judíos son muy ricos, que se separan del resto de la sociedad, que son unos genios, etc... Ninguna de estas razones justifica el antisemitismo, pero no se puede cambiar el panorama del odio a los judios a través de argumentos racionales".

No hay necesidad de convencer a Evers: Cinco de sus hermanos y hermanas ya han abandonado Holanda, y él ya tiene sus maletas preparadas. Él estima que "el 60% de la comunidad ortodoxa de Ámsterdam tiene la intención de emigrar de Holanda. La emigración es la única solución para nosotros, y cuando mi padre termine su mandato como rabino y se retire, lo más probable es que también abandone Holanda".

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Futuros líderes de la izquierda en el Reino Unido: "¿Una lider de los estudiantes británicos antisemita [N.P.: o quizás más de lo necesario]?"



Clara Salomón ha sido instada a dimitir por escribir en Facebook que "la opinión de que los judíos han sido perseguidos durante toda la historia ha sido fabricada durante los últimos 100 años con el objeto de justificar la persecución de los palestinos".

Los estudiantes británicos ocuparon los titulares de los medios durante la semana pasada con ocasión de las manifestaciones masivas contra la subida drástica de los gastos de las matrículas universitarias. Ahora se están produciendo llamamientos para que uno de los principales organizadores de la protesta dimita después de que ella enviara un mensaje antisemita en Facebook, informa el Daily Mail de este domingo.

Según este diario, Clara Salomón, de 37 años, presidenta de la University of London Union, escribió que "la opinión de que los judíos han sido perseguidos durante toda la historia ha sido fabricada en los últimos 100 años o más para justificar la persecución de los palestinos. Pintar una visión de lo sucedido como si todos los judíos, durante su historia, hubieran tenido que huir constantemente de las persecuciones es manifiestamente incorrecta".

Carly McKenzie, una responsable de la campaña de la Unión de Estudiantes Judíos, fue citada por el Daily Mail, afirmando: "Hemos perdido la confianza en su capacidad para representar a los estudiantes judíos. Afirmar que el sufrimiento judío es una invención deliberada va más allá de la ignorancia y manifiesta verdadera malicia. Sus comentarios no tenían nada que ver con su oposición a Israel, y sólo manifiesta su desprecio hacia el pueblo judío en general".

Adam Levine, presidente de la Queen Mary Jewish Society, le dijo al periódico británico que Salomón "debería saber, antes de realizar esos "fuertes comentarios" [NP.: las comillas son mías, asombrado por la dureza del tono de Mr. Levine], lo que significa ser judío".

A la luz de los llamamientos a su renuncia, Salomón, que fue educada como mormona, dijo el TheJC: "Esos comentarios fueron mal redactados ya que los escribí a toda prisa en Facebook. Lamento cualquier malentendido".

Uhmm, "un malentendido", menos mal. Como comentario, las palabras finales del discurso del periodista judeo-alemán Henryk Broder ante la Comisión de Asuntos Internos del Parlamento alemán:
Señoras y caballeros, no vamos a resolver el problema de antisemitismo: no será en esta audiencia, ni en la próxima. Pero el mero hecho de que ustedes estén discutiendo del tema - cuando también existen otros y más urgentes problemas que necesitan atención - es una buena señal. Si se me permite quisiera realizar modestamente una sugerencia: dejen el viejo antisemitismo para los arqueólogos, los historiadores y los anticuarios. Dediquen su atención al moderno antisemitismo, ese que lleva el disfraz del antisionismo, y a sus representantes. Ustedes encontrarán algunos de ellos entre sus propias filas.

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Saturday, December 18, 2010

Es difícil en tantos sitios..., hasta en los "países de progreso" y en las "alegrías de la huerta"


















Y encima hablamos del más inmediato presente...

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Israel no necesita la Ribera Occidental para su seguridad - Martin van Creveld - Forward



Cuando todo esté dicho y hecho, hay que preguntarse cómo es de importante la Ribera Occidental para la defensa de Israel.

Para responder a esta pregunta, nuestro mejor punto de partida es la situación anterior a la guerra de 1967. En ese momento, las fuerzas armadas árabes que rodeaban a Israel superaban al ejército del Estado judío en una proporción de 3 a 1. No sólo estaban las tierras altas de Judea y Samaria en manos jordanas, sino que la capital de Israel, el oeste de Jerusalén, estaba rodeada por tres lados por territorio hostil. Los ejércitos árabes aún estaban a unos 14 kilómetros de Tel Aviv. Sin embargo, nadie por aquel entonces involucrado en este tipo de preocupaciones nos hablaba como hoy de "fronteras defendibles", por no hablar de la famosa denominación de Abba Eban de las "fronteras de Auschwitz". Cuando llegó el momento, el ejército israelí sólo necesitó seis días para aplastar a todos sus enemigos juntos.

Desde entonces, por supuesto, mucho ha sucedido. Aunque las relaciones con Egipto y Jordania no siempre son color de rosa, ambos países han dejado "el círculo de la enemistad", como dice la expresión hebrea. Después de dos décadas y media de crecimiento sorprendente, el PIB de Israel es ahora más grande que el de Líbano, Siria, Jordania y Egipto juntos. En cuanto al poder militar, baste decir que Israel es el quinto exportador de armas más grande del mundo.

Siria, principal vecino hostil a Israel, sigue ahí, pero su estado nunca ha sido lo suficientemente fuerte como para amenazar seriamente a Israel. Y si bien Damasco está adquiriendo armas a Irán, éste país no es un verdadero sustituto para una superpotencia como lo era la antigua Unión Soviética.

Por lo tanto, y en general, la posición de Israel es mucho más fuerte de lo que lo era en cualquier momento del pasado. Entonces, ¿cómo encaja la Ribera Occidental en este cuadro?

Una de las principales amenazas que Israel enfrenta en la actualidad es la de los misiles balísticos. Sin embargo, todo el mundo sabe que aferrarse a la Ribera Occidental no ayuda a Israel a defenderse contra unos misiles provenientes de Siria o Irán. Incluso el halcón más duro debería admitir este punto. En cuanto a la amenaza de una invasión terrestre, es cierto que la distancia entre la antigua Línea Verde y el Mediterráneo es muy pequeña - en su punto más estrecho, lo que a veces es conocido cariñosamente conocido el "Viejo Israel”, sólo tiene nueve millas de ancho -.

Como ya señalamos antes, también es cierto que la Ribera Occidental comprende una zona montañosa desde la que se divisa la llanura costera de Israel. Por otro lado, la Ribera Occidental está rodeada por Israel en tres partes, cualquiera que trate de entrar en Israel desde el este estará introduciendo la cabeza en un lazo. Para empeorar las cosas para un potencial invasor, el ascenso desde el valle del Jordán a las alturas de Judea y Samaria resulta topográficamente una de las empresas más difíciles en la tierra. Sólo cuatro caminos llevan del este al oeste, todos los cuales son fácilmente bloqueables mediante ataques aéreos o por medio de misiles de precisión. Para poner la guinda en este pastel, las fuerzas israelíes estacionadas en Jerusalén podrían cortar rápidamente la única carretera que conecta la parte sur de la Ribera Occidental con su parte norte en el caso de un conflicto armado.

La defensa de la Ribera Occidental por parte de unas fuerzas árabes sería una empresa realmente suicida. El difunto Rey Hussein así entendió los hechos. Hasta 1967 tuvo la precaución de mantener la mayor parte de sus tropas al este del río Jordán. Cuando se olvidó momentáneamente de estas realidades en 1967, a Israel sólo le llevó tres días de combates para recordárselo.

Por lo tanto, al igual que Israel no necesita la Ribera Occidental para defenderse de los misiles balísticos, tampoco necesita ese territorio para defenderse de una guerra convencional. Si se pudiera mantener una presencia de seguridad en el valle del Jordán, se mantuviera el eventual estado palestino desmilitarizado, además de conservar el control del espacio aéreo correspondiente, todo estaría bien y a salvo. Sin embargo, ninguna de estas condiciones se daban antes de 1967, y en vista de la geografía y del equilibrio de fuerzas, ninguna es realmente esencial hoy en día.

¿Y qué pasa con el terrorismo? Como la experiencia ha demostrado en Gaza, una cerca (o, preferiblemente, una barrera) puede detener la entrada de terroristas suicidas. Como también ha demostrado la experiencia en Gaza, no se puede detener las granadas de mortero y los cohetes, y este fuego desde Cisjordania podría ser muy desagradable. Por otra parte, Hezbolá, Siria e Irán ya tienen misiles capaces de alcanzar cualquier punto de Israel, Tel Aviv incluido. Muchos de esos misiles son grandes y poderosos. En comparación con el daño que ellos pueden causar, cualquier cosa que lancen los palestinos (actualmente) probablemente no alcanzaría la gravedad de lo anterior.

Por otra parte, en los últimos años Israel ha demostrado que puede lidiar con ese tipo de amenazas si realmente lo quiere. Desde 2006, cuando en la Segunda Guerra del Líbano murieron quizá 2.000 libaneses, muchos de ellos civiles, y destruyó toda un área de Beirut (la residencia de Hezbollah y de la población chiíta), la frontera norte ha estado muy tranquila. Desde la Operación Plomo Fundido, que causó la muerte de tal vez 1.200 habitantes de Gaza, muchos de ellos civiles, y se produjo la destrucción de gran parte de la ciudad de Gaza, ni un solo israelí ha sido asesinado por un proyectil de mortero o por cohetes procedentes de la Franja de Gaza (sí un trabajador extranjero de un kibbutz). Desde entonces, granadas de mortero y cohetes siguen siendo lanzados de vez en cuando, pero su incidencia es accidental. Resulta evidente que Hamas, mientras se muestra reacia a renunciar a lo que llama "resistencia", está teniendo cuidado de no provocar demasiado a Israel.

Teniendo en cuenta todos estos hechos - y siempre que Israel mantenga y conserve su fuerza militar y construya una barrera para detener a los terroristas suicidas -, parece evidente que Israel podría permitirse el lujo de renunciar a la Ribera Occidental. Estratégicamente hablando, el riesgo de hacerlo es insignificante. Lo que no es insignificante es el reto demográfico, social, cultural y político que los más de 2,5 millones de palestinos ocupados plantean - nadie sabe exactamente cuántos - , y que Israel debería gobernar si mantiene el dominio de la Ribera Occidental, y que podría dar lugar a una situación a la que el país podría deslizarse rápidamente: a saber, un Estado de apartheid que sólo puede mantener su control por medio de acciones represivas de la policía secreta.

Para salvarse de ese destino, Israel debe deshacerse de la Ribera Occidental, y debe incluirse expresamente la mayor parte de la Jerusalén árabe. Si es posible, debería hacerlo de acuerdo con la Autoridad Palestina, si no, entonces debería proceder de manera unilateral, como - en mi opinión, un gran éxito – fue el caso de la retirada de Gaza. Y es que si no fuera así, les recomendaría vivamente a mis hijos y nietos que buscaran otros horizontes, menos ciegos y menos rígidos, para vivir.

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