Saturday, March 31, 2012

Itinerario de la Marcha Global islamista a Jerusalén - Ronny Gordon

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Friday, March 30, 2012

J Street, misión imposible – David Suissa – Jewish Journal



Después de pasar tres días en la conferencia de JStreet, en Washington DC, y oír orador tras orador hablar de la importancia de una solución de dos estados, he llegado a la conclusión de que los judíos son bendecidos con dos atributos: uno, su capacidad ilimitada para tolerar una tediosa repetición de lo obvio, y dos, una extraordinaria capacidad para trabajar en la mejora de nosotros mismos y para asumir la responsabilidad de lo que nos sucede.

Es de este segundo impulso del que me gustaría hablar. A lo largo de la conferencia - desde Amos Oz declarando el imperativo urgente de "divorciarnos" de nuestros vecinos palestinos, a Peter Beinart reafirmando su llamamiento a un boicot de los asentamientos, y un sinnúmero de oradores exhortándonos a aspirar a los más altos ideales del judaísmo y del sionismo - la implicación resultante era meridiana: de alguna manera, todo está en nuestras manos.

La sombra de la eterna recomendación de nuestros padres judíos, que nos esforzamos, se cernía sobre la conferencia: “Hijo(a), si pones tu mente en ello, puedes lograr cualquier cosa”.

Después de todo, somos judíos, ¿no es cierto? Somos el pueblo de los milagros, de los mares que se dividen y se abren para nosotros, de los ejércitos enemigos que se inclinan a nuestra voluntad, los constantes ganadores de Premios Nobel que son una maravilla para el mundo.

Sí nosotros, el gran pueblo elegido, no podemos asumir la responsabilidad de llevar la paz al Oriente Medio, ¿entonces quién podrá?

Había algo halagador, aunque extrañamente tranquilizador, en este nivel de autoconfianza. Es agradable saber que aún hay judíos que tienen fe en nuestra capacidad de lograr lo imposible. Pero al mismo tiempo había algo en su entusiasmo y confianza que me inquietó.

Cuando la gente de JStreet veía un camino lógico y evidente hacia una solución de dos estados, lo único que yo veía era una pared de ladrillo levantada por el rechazo árabe. Cuando la gente de JStreet veía la necesidad de presionar a Israel, lo único que yo veía era que el blanco estaba equivocado.

Después de hablar en un panel de discusión, alguien se levantó y se quejó de que sus "amigos de la derecha" la llamaban "anti-israelí" porque eser miembro de JStreet. Le respondí que etiquetas como "pro-Israel" y "anti-Israel" no son útiles porque describen a las personas en lugar de las acciones a llevar a cabo.

Por ejemplo, JStreet promueve poner la mayor parte de la presión sobre Israel para agilizar la paz. Creo que su idea es errónea y será contraproducente. Pero en lugar de llamar a sus miembros "pro-Israel" o "anti-israelíes", yo prefiero llamarlos "a favor de ejercer presión sobre Israel". Es más preciso.

Desde esa perspectiva, ellos están "a favor de ejercer presión sobre Israel" y yo soy "favorable a ejercer presión sobre los palestinos". Con esto no quiero decir de ninguna manera que Israel está libre de culpa o no comete errores, sino que pienso que vamos a estar más cerca de la paz si presionamos a los palestinos que si presionamos a Israel.

Y puedo llegar a esa conclusión porque no creo que "toda la responsabilidad, todo el esfuerzo, deba recaer sobre nosotros".

Para dar crédito a los organizadores, invitaron a un orador que también habló en ese sentido de una manera alta y clara: el rabino Donniel Hartman, del Instituto Shalom Hartman. Hartman habló de equilibrar el poder con la humildad a "la hora de hacernos únicamente responsables”, de permitir diferentes puntos de vista sobre la mencionada responsabilidad y de reconocer que "no siempre es cuestión nuestra".

Es una señal de cuán firmemente cree JStreet en su solución de "ejercer presión sobre Israel", cuando el segundo del embajador de Israel Baruj Binah hizo una defensa entusiasta de Israel en la gala de clausura, fue golpeado con un repentino estallido de indiferencia.

Está claro que JStreet está tratando de consolidar y ampliar su movimiento. Para ello, me gustaría hacer dos sugerencias para el próximo año:
(a) Si realmente quieren promover la paz, amplíen sus objetivos de crítica. Pongan tanta presión sobre los palestinos como lo hacen sobre Israel. Deben mostrar más sensibilidad por el miedo que muchos israelíes sienten ante una solución de dos Estados que de lugar a otro Estado de terror anti-judío, justo en el momento del auge de un Irán nuclear. Defiendan a Israel tanto como lo critican.

(b) Si realmente quieren potenciar su relación con Israel, amplíen su misión. No pongan todos sus huevos en el conflicto palestino. No importa lo mucho que odien la ocupación, los israelíes no van a decidir acabar con ella si ven dicha retirada como un suicidio nacional. (Incluso Leon Wieseltier, el autodenominado "paloma de línea dura", me dijo que no esperaba ver una solución de dos estados en vida)
Así, mientras seguimos trabajando para la existencia de una solución de dos estados, ampliemos nuestra misión para incluir una "solución de 22 estados". Debemos mostrar al mundo que los judíos se preocupan por todos los árabes, no sólo por los palestinos para que nos puedan dar una solución de dos estados. Los judíos también deben preocuparse por los palestinos que sufren en los miserables campos de refugiados de Jordania y el Líbano, al igual que por la situación de las mujeres y de otros pobres pueblos oprimidos de todo el Oriente Medio.

Sí, Israel es una democracia imperfecta que necesita mejorar bastante, y debemos seguir ayudándola a mejorarse. Pero seamos realistas: Sería extraordinario si todos los países del Oriente Medio tuvieron las mismas oportunidades, libertades y derechos humanos que esta nación judía defectuosa e imperfecta ya ofrece.

Israel ha aprendido una enormidad en sus 64 años de existencia, y eso también puede beneficiar a los países de su entorno. Jennifer Laszlo Mizrahi, del Proyecto Israel, señaló en la conferencia que ahora existe una oportunidad de iniciar un movimiento "pueblo a pueblo" utilizando las redes sociales y que se pueden sembrar las semillas de asociaciones económicas y de una coexistencia pacífica.

A mi modo de ver, llegar a una solución de 22 estados siempre mejorará las perspectivas de una solución de dos estados, no al revés.

Piensen cómo potenciaría y qué ennoblecedor sería para Israel ser visto como un modelo y un participante activo en una nueva primavera en el Oriente Medio. Por supuesto, hay tanta animosidad dirigida a los judíos de Israel que esto sería una tarea monumental.

Pero somos judíos, ¿acaso no lo recuerdan? “Si ponemos nuestras mentes en ello, podemos lograr cualquier cosa”. Basta con mirar a este pequeño país milagro que hemos construido.

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La reacción tras los asesinatos de Toulose: el síndrome patológico de Francia – Shmuel Trigano – JForum



La reacción a la masacre de Tolouse es un laboratorio a cielo abierto que nos proporciona la posibilidad de contemplar el síndrome patológico que Francia, y más largamente Europa, sufre desde hace ya más de 10 años y en que se enmarca el “nuevo antisemitismo”. Hablando de síndrome hacemos referencia a procesos que escapan a la conciencia.

Haré 4 observaciones:

1.- Un escenario automático y consensual se ha impuesto de manera inmediata para explicar la presencia de los hechos antisemitas: el antisemitismo no vendría más que de la extrema derecha y no de los medios musulmanes. Como un regreso brutal de lo reprimido, hemos vistos surgir durante los primeros días, antes de hacerse efectiva la pista islamista, en los platos de televisión a los protagonistas de ese discurso propio de los años 2.000 que solo culpabiliza a la extrema derecha: Vaillant, Jospin, SOS-Racisme y el antiguo presidente de la UEJF (una organización judía francesa) y, al diapasón, una manifestación espontánea con a la cabeza todas las figuras del Partido Socialista Francés. Todo este dispositivo propio de los años socialistas se ha montado en tromba para quedar totalmente ridiculizado al día siguiente cuando se ha conocido que la pista a seguir era la islamista.

El velo ideológico que imposibilitó la confrontación con la realidad y la puesta en funcionamiento de un verdadero combate contra el antisemitismo durante esos años se desgarró ante las nuevas noticias como por encantamiento. Como si nada hubiera pasado en los últimos 10 años, como si finalmente no se quisiera abandonar esa idea hecha y falsa.

2.- Los símbolos religiosos siguen siendo muy solicitados y especialmente una alianza simbólica judeo-musulmán.

Nos debemos preguntar por qué el Eliseo ha invitado a una reunión, en alusión a las víctimas, a los representantes judíos y musulmanes, y no a los católicos, puesto que uno de los paracaidistas asesinados era católico. Es, reparemos en ello, cuando los niños judíos han sido asesinados cuando los medios comienzan a hablar de una manera extraña para lo habitual de la religión de los paracaidistas, pero olvidando al católico. Lo que nos muestra hasta que punto el elemento musulmán era importante en la gestión simbólica por parte del poder y de los medías de ese acto antisemita motivado, según el asesino, por su apego al Islam.

Sin duda el presidente Sarkozy estuvo muy pronto al corriente de la pista islámica. Era pues necesario preparar a la opinión para una reacción equilibrada puesto que entre las víctimas también había musulmanes – algo incontestable -. ¿Pero entonces, por qué ocultar al católico? Es necesario participar, sin lugar a dudas, de la ideología bienpensante, es decir, del sistema de las “dos comunidades” enemigas en una Francia espectadora (Mitterand dixit), en otros términos potenciar la explicación de las “tensiones intercomunitarias” y no hablar de mero antisemitismo (lo que implica que hay una víctima y un culpable).

Nos perderíamos en conjeturas si quisiéramos conocer a qué venía la apelación en el Eliseo al Gran Rabino de Francia para que no se hicieran amalgamas. Se podría pensar que estaba destinada a los judíos en general, supuestamente susceptibles de querer vengarse, pero… ¿Cuándo se ha visto un acto de venganza por parte de los judíos desde hace más de 12 años? Todo eso no hace más que acreditar de facto la tesis puesta a la venta de las “las tensiones intercomunitarias”. Esa apelación no provendría más que del papel ejercido por el presidente.

¿Y por qué nuestro presidente y el resto de poderes de la República no piden jamás a las autoridades musulmanes francesas que denuncien expresamente el antisemitismo religioso que impera en las tierras del Islam, así como las fatuas que condenan a los judíos? Desde ese punto de vista, podemos juzgar la determinación anunciada por el gobierno a la luz de la invitación de la UOIF (organismo mayoritario musulmán), la sucursal de los Hermanos Musulmanes en Francia, para la asistencia a su congreso del 6 de abril al imam Qaradawi, por otro lado presidente del Consejo de la Fatwa para Europa, y que hace varias semanas llamó ante casi un millón de personas en la plaza Tahrir a matar a los judíos como un deber religioso.

A lo que parece el ministerio le ha acordado su visa al igual que a otras dos personalidades musulmanes similares. ¿Determinación gubernamental de fachada? – [N.P.: finalmente Sarko ha comentado que su presencia no sería oportuna]

3.- La exculpación por parte de los poderes del Estado y mediática del Islam me ha recordado que al día siguiente del atentado de las torres gemelas el diario Le Monde, y otros órganos mediáticos, habían consagrado dos grandes páginas a “El Islam religión de paz”. No dudo ni por un momento que son numerosos los musulmanes franceses que rechazan el odio al judío, y lo celebro, pero también deber asumir la responsabilidad – y por qué no disociarse – de lo que las altas autoridades institucionales del Islam (y entre ellas la más alta, la universidad de El Azhar) apelen sin cesar, y de manera interpuesta por la TV por satélite – a la muerte de los judíos. Los franceses no saben apenas nada de esto porque sus medios de comunicación guardan un silencio total sobre estas informaciones que son moneda corriente e omnipresente en el mundo árabe-musulmán, mientras que por el contrario Israel es escrutado con lupa. Nuestros medios de comunicación parecen querer recrearse en el mito de la “primavera” incluso cuando ésta abre la vía a los islamistas.

Esas apelaciones, fatwas y sermones repercuten en todas las mezquitas. Así, el primer ministro palestino Fayyad ha tenido a bien condenar la masacre mientras el mufti oficial de la Autoridad Palestina apelaba recientemente, en enero del 2012, en Jerusalén y bajo la misma nariz de los israelíes – apreciemos su liberalismo -, a matar a los judíos en nombre de un Hadith con fuerza de ley,

No se trata pues de realizar amalgamas, sino de confrontarse con la realidad. En cuanto a la amalgama, observo que es corrientemente practicada en los medias y en los discursos políticos desde hace al menos 10 años en lo que concierne a Israel y los judíos. Y nuestros esfuerzos para contrarrestar esta tendencia no han tenido éxito.

La confesión de un amigo del terrorista para explicar su gesta es a este propósito muy significativa: “Él los odiaba. Los judíos matan a los niños en nuestras casas”. Es una muy viva ilustración del impacto en esta situación del escenario acusatorio infundado (y que retoma la propaganda de guerra palestina) que propagan los medios franceses desde al menos hace 11 años. La acusación vacía de pruebas lanzada por el canal France 2 contra el ejército israelí de haber matado a sangre fría al niño Al-Dura, ha convertido esa escena en la bandera de las violencias islámicas desde hace 12 años, reavivando el mito antisemita de la muerte ritual. Después de esto, ya se sabe, los “judíos matan a sangre fría a los niños”.

4.- El carácter de tabú o la sacralización de los judíos (cuya formula ritual parece ser: “Cuando se toca a un judío, se toca a la República”) acompaña dialécticamente esta amalgama. El que se les coloque a ellos solos en la balanza ante toda la República resulta muy inquietante, ya que provoca, bajo la apariencia de dotarles de una suerte de excelencia, que los judíos parezcan estar fuera de toda norma y así les expone a una adversidad radical que escapa a toda ley. ¿Por qué los judíos y no el resto, los ciudadanos?

Puede resultar incluso fascinante contemplar ese salto abrupto desde la atmósfera deletérea y venenosa de estos últimos tiempos, con respecto a los judíos, al reciente unanimismo compasivo de toda Francia con respecto a los niños asesinados. Suspensión de la campaña electoral, minuto de silencio y funerales casi oficiales han puesto de manifiesto esta especie de “comunión”. Sobre el plano de la conciencia resulta ciertamente loable, pero también nos recuerda que después de los affaires antisemitas de Copernic y de Carpentras, durante el mismo 60 aniversario de Auschwitz en 2004, se ha llegado a lo más alto del antisionismo europeo. No podemos pues separar estas recientes comuniones paroxísticas de esos otros peligrosos procesos que tienen como blanco a los judíos de Francia.

Este contraste constituye de hecho un fenómeno eminentemente inquietante. Atrae la atención sobre el carácter ambiguo – pero totalmente inconsciente – de esas manifestaciones de comunión emocional. Nos hallamos aquí dentro del engranaje de un sistema arcaico de tótem y tabú: de la mañana a la noche, el tótem exaltado y deseado puede convertirse, a los ojos de sus adoradores, en algo monstruoso y execrable, por ejemplo, con la “supuesta ejecución” del niño Al-Dura, el “supuesto genocidio” acontecido en Jenin, el “genocidio” que se lleva a cabo en Gaza, el “apartheid” de Israel y mañana mismo con cualquier otro hecho “odioso” adicional, y que van a la par con el “deber de memoria y la condena del antisemitismo”.

Es todo esto lo que podemos encontrar detrás de la compasión mostrada en Toulouse. Las palabras de la ministra de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, comparando a los niños de Toulouse con los de Gaza, es una señal más que evidente de la patología que padece una Europa confrontada a los problemas de la inmigración.

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Saturday, March 24, 2012

Dos ideas subyacentes tras la solución de un único Estado - Norman Geras - Normblog



Un alto asesor del líder supremo de Irán, Ali Jamenei, ha comentado que "borrar a Israel del mapa" no es el objetivo de Irán en un sentido militar. Haaretz informa que Mohammad Javad Larijani dejó esto muy claro hablando para la CNN:
El alto funcionario iraní ... con referencia al comentario citado recientemente por [el presidente Mahmud] Ahmadineyad en el que afirmaba que Israel debe ser "borrado del mapa", nos comenta que tal comentario "definitivamente, no tiene un sentido militar", y que tal medida no forma parte "de la política de Irán".
Es bueno que lo haya aclarado. Sin embargo, para aquellos tentados a considerar dicho punto de vista de una manera completamente benigna, quiero señalar que eliminar a Israel del mapa de una "manera no militar" requiere que se delimite de una vez cómo se llevará a cabo dicho objetivo. Supongo que a lo que se refieren es a una solución de un único Estado para Israel-Palestina. Si eso es lo que debemos suponer, entonces deberían especificar además cómo lograrían alcanzar dicho objetivo. Dos enfoques distintos, lógicamente, se imponen.

En el primero de ellos la solución de un único Estado es decidida, y aceptada, por los judíos de Israel y por los palestinos en una votación por separado, con el fin de respetar el derecho a la autodeterminación de ambos pueblos, tal como debe ser. Se trata de un escenario democrático totalmente legítimo y por lo tanto difícil de criticar. Obsérvese, sin embargo, que implica que sólo sería válido si ambos, judíos y palestinos, lo apoyan y lo aprueban. Y esto supone afirmar que si la gente, de uno o de ambos lados, no lo apoya, ese escenario ya no resulta posible. Por lo tanto, los que preconizan la retirada de Israel de los mapas por medios no militares deben estar dispuestos a reconocer que su sueño puede que no se materialice nunca, y por lo tanto, deben aceptar expresamente dicha posibilidad. ¿Están pues de acuerdo con esto?

En el segundo enfoque, la solución de un único Estado debe imponerse a la fuerza, incluso en contra de los deseos de la mayoría de los judíos de Israel. Puesto que resulta difícil contemplar cómo Israel, tal como ahora está constituido, pudiera aceptar esto, los defensores de lo que yo llamo "la solución de un único Estado de cualquier manera", están obligados a repensar su declarado compromiso con tal idea, o bien, su insistencia en que la vía elegida para obtener su objetivo "sería la no militar".

También deberían explicarnos por qué los judíos - o cualquier otra persona que respete el derecho de los judíos a la autodeterminación nacional - deben considerar su "solución de un único Estado, se quiera o no se quiera", con ecuanimidad.

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La incómoda y desagradable verdad: El asesino inconveniente - Hermann Tertsch - ABC



El chico le dio largas a la Policía. Pero Mohammed Merah ya sabía que saldría de aquel cerco policial con los pies por delante. A ser posible tras haber matado un poco más. Lo único que parecía lamentar era no haber matado algo más antes de ser localizado. Pero ya había cumplido su cometido con creces. El mártir se iba servido.

Los que nos quedamos tenemos menos motivos para estar satisfechos. Cierto que se localizó a Merah horas después de su peor matanza en el colegio judío. Y se evitó siguiera matando como pretendía. Pero Policía y servicios de información habrán de dar ciertas explicaciones. Porque el asesino no era un jovencito gris y aburrido de un suburbio que un día, aburrido, decide ponerse a matar a gente. Era un chico con recursos y mucha iniciativa. A sus 24 años había vivido para llamar la atención. Y la había llamado aunque lamentablemente no lo suficiente. Había viajado a Paquistán y Afganistán, entrenado en la región de Waziristán y sobrevivido en la cárcel de Kandahar. Y había tenido la inmensa suerte — nuestra desgracia — de, una vez en manos norteamericanas, ser enviado a Francia y no a Guantánamo. También había estado en una reunión de salafistas en Cataluña donde desde ya hace años tenemos un serio problema del que todavía se ríen algunos insensatos de la izquierda patria. Merah no sólo se proclamó miembro de Al Qaeda. También decía tener vínculos con Forsanne Alizá (Los caballeros del orgullo), un grupo que reclutaba yihadistas en Francia para combatir en Afganistán. Que está vinculado con el imán Abu Hamza, uno de los peores fanáticos islamistas que predica en el Reino Unido, uno de esos bárbaros que incomprensiblemente los países europeos permiten vivan y agiten en su territorio. Porque son esos imanes — o el de Tarrasa que condena nuestras leyes por ser contrarias al Islam — los que llevan la voz cantante para esos jovencitos. No los amables y civilizadísimos sabios que acuden al Elíseo a dar su pésame y se abrazan con el presidente de la Comunidad Judía francesa.

¡Cuánto más fácil habría sido para todos que el autor de todas estas salvajadas de Toulouse hubiera sido un francés blanco y rubio! Saturado de lecturas nazis y racistas, con algunos contactos de camaradas en otros países, a ser posible en Alemania. Eso es lo que se creía y por eso había sido organizada una gran manifestación en París para el sábado. Todos unidos contra el nazismo. Y algunos un poco más satisfechos que los demás por las posibilidades evidentes de echar parte de culpa a la niña Le Pen o al propio Sarko. Esa manifestación habría tranquilizado todas las conciencias. Ya estaba preparada para la escenificación de la unidad de razas, credos e ideologías contra el gran satán. Pero Merah lo estropeó todo. Y la manifestación tuvo que ser desconvocada. Rápida y vergonzantemente. La gran foto de la magna expresión nacional de repulsa al crimen abominable ya no era posible. Y no porque el crimen hubiera cambiado. Sino porque lo había hecho la identidad del criminal.

¿Quién convoca una manifestación contra Al Qaeda? ¿Y contra el islamismo político? ¿Contra los salafistas? ¿O contra el imán Amu Hamza? Unos se habrían desmarcado por considerarla una manifestación contra el islam. Otros no habrían ido por miedo. Al islamismo o a ser tachados de islamófobos. Y los entusiastas antifascistas son difíciles de motivar para estos menesteres «tan complicados». Y ahora, con las siete víctimas ya enterradas, aquí estamos los supervivientes, conminados una vez más al silencio porque el asesino no es el conveniente.

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Hablando de boludas, miren el caso de este otro boludo que actuó recientemente en Buenos Aires



Nueva Sión es una interesante web argentina más o menos próxima al espíritu que representa el partido Meretz en Israel (se denomina periodismo judeo-argentino con compromiso) y suele publicar algunos artículos que valen la pena leer.

El Meretz, para aquellos que aún no lo conocen, es el partido israelí representante de la izquierda ashkenazi exquisita – en Francia, a la versión francesa se la denomina “izquierda caviar" – no hace mucho se publicó un artículo en el Haaretz donde el autor, desde su proximidad a dicho partido, criticaba su falta de apertura hacia otros horizontes israelíes y su fijación en su clientela habitual ashkenazi, kibbutzim y telaviviana -. Si ustedes quieren identificar su proyección en España no la encontrarán, y es que la Izquierda (des)Unida hispana huele a la naftalina propia de esa izquierda comunista que perdió el rumbo y su lugar tras la caída del Muro, y que desde luego no tiene el “glamour intelectual progre”, para bien y para mal, que desprende el Meretz.

Ayer, revisando su web, me tope con un artículo interesante de Daniel Schulman, ligado a la organización sionista argentina de izquierdas (o extrema izquierda) Hashomer, y que se titulaba “Fui a ver a Roger Waters, ¿querés que te cuente?”.

Tras realizar una descripción breve del espectáculo multimedia del concierto, el autor nos describe entre sorprendido e ingenuo sus aspectos más boludos:
Hablemos ahora del contenido del espectáculo: la película de Alan Parker estrenada en 1982 desarrollaba la historia de Pink, una estrella de rock a la que han afectado profundamente la muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial, una escuela autoritaria, una madre sobreprotectora, diversos fracasos sentimentales, hasta que termina creando un muro psicológico que lo aísla del mundo como forma de protegerse. Intenta suicidarse con drogas y en el éxtasis de su alucinación se convierte en un Hitler. Finalmente es realizado un juicio en el que se dictamina que el muro sea derribado para que el personaje vuelva a vivir en el mundo.

En el espectáculo que nos ocupa las cuestiones psicológicas se han minimizado y el acento está colocado en una declaración anticapitalista y antibélica. El propio Roger Waters por momentos se personifica en el dictador, se cubre con una capota negra, se coloca guantes negros, lentes oscuros y desde las alturas dirige el desfile de sus tropas. La sensación que crea en el espectador es de agobio, de encierro. Todo apunta a hacer sentir en carne propia la brutalidad y la arbitrariedad. Y aquí surge la primera reflexión: ¿es lícito combatir la brutalidad utilizando la agresión? El alegato que se presume pacifista en realidad es violento y genera violencia interna.
Déjenme realizar un inciso sobre estos millonarios del “show business” que producen “espectáculos y productos anticapitalistas”. Hace escasamente un mes se cerró el panfleto Público, un diario de extrema izquierda creado por un “millonario anticapitalista” catalán – él afirmaba no sentirse un empresario, sino un militante –, el cual funcionó a la sombra y bajo el sostén de su protector gubernamental, nada menos que el inefable Zapatero. El diario cerró tras la debacle socialista y el fin del apoyo gubernamental y dio boleto a los camaradas del ideal, pero sobre todo porque era un negocio poco rentable que necesitaba un par de millones de euros para subsistir, no obstante, y según noticias de la prensa económica, su ex patrón, el militante anticapitalista, posee propiedades e inversiones en Holanda valoradas un centenar de millones de euros. Parece ser que “el anticapitalismo solamente es sostenible con dinero gubernamental”. Seguro que nuestro militante hombre de negocios ya ha divisado otros productos anticapitalistas que tomen el relevo.

Pero sigamos con la narración de Daniel Schulman:
En forma repetida se ven imágenes de aviones que tiran bombas, pero no se trata de bombas comunes: son cruces, medias lunas y estrellas, hoces y martillos, signos pesos, logotipos de Shell y muchas, pero muchas estrellas de David. Llamativamente no caen bombas con forma de cruces esvásticas, ni con la forma del león británico o del águila americana. Confieso que ver mezclado nuestro símbolo nacional con todas esas imágenes resulta chocante. Uno piensa: bueno, es una imagen alegórica, luego vendrán otras. Pero no, la cuestión se repite en forma consistente a lo largo del espectáculo.

Me gusta la ingenuidad de Daniel Schulman: “Llamativamente no caen bombas con forma de cruces esvásticas, ni con la forma del león británico o del águila americana”. Raro, no creen, y más con las aún recientes guerras de Irak y Afganistan, el multiuso de Obama de los drones y de los asesinatos preventivos, y las últimas fechorías de la tropa estadounidense. Pero... ¿dónde creen que reside y tiene la mayor parte de sus negocios y su pasta el cantante anticapitalista? Como se suele decir de la izquierda: “haz lo que digo pero no lo que hago”.
El "summun" lo constituye un enorme cerdo negro inflable que sobrevuela todo el estadio durante un buen rato, que tiene cuernos y una mirada feroz y representa al capitalismo salvaje y belicista, que en su cuerpo porta inscripciones diversas como "deberías confiar en nosotros", "quien muere de hambre, muere asesinado", martillos cruzados, signos pesos, hoces y martillos, logotipos de Shell y por supuesto, una estrella de David coronando todo. Ese cerdo es finalmente atacado por la multitud, que lo "acuchilla" y termina destruyendo en una especie de "pueblada".

Ver aparecer nuestro símbolo nacional sobre el lateral del cerdo resulta bastante chocante. Mientras esto sucedía, me preguntaba: ¿Qué estarán sintiendo los cientos o miles de judíos que están presenciando este espectáculo?

¿Lo aceptarán como algo natural y lógico? ¿Se sentirán culpables? ¿Ocultarán las medallas que llevan colgadas? ¿Lo aceptarán como algo natural y lógico? ¿Se sentirán culpables? ¿Ocultarán las medallas que llevan colgadas? ¿Sentirán náuseas?

Lo primero que pensé es que Roger Waters está bastante desinformado y que por eso tergiversa la realidad. Luego sentí que no, que en realidad todo tiene una intencionalidad de transmitir un mensaje, llámese antiisraelí, antisionista o antijudío. Colocar el símbolo de nuestro pueblo que a lo largo de la historia fue acosado, perseguido, quemado, asesinado, gaseado en masa en el lugar de los victimarios que someten al mundo a la guerra, al hambre y a la destrucción es una maniobra artera, que está puesta allí especialmente para nosotros. Sobre el final del espectáculo Waters se dirige a nosotros y nos recomienda: "No sean paranoicos".

Daniel Schulman termina su artículo preguntándose “¿qué nos queda por hacer? ¿Prohibirles a nuestros hijos que asistan al espectáculo? ¿Ignorarlo como si no existiera? ¿Tomarlo como un hecho artístico exento de otra intencionalidad que la de impactar?”.

En mi caso, y conociendo de antemano otras manifestaciones de este sujeto, hubiera pasado de un bolo oneroso más que visto que solo tiene como objeto rellenar las arcas de un millonario jubilado y ocioso y que va de anticapitalista por interés pero sin práctica. En todo caso, no está mal que haya gente en la izquierda sionista que empiece a dejar de lado ciertas admiraciones y alineamientos fruto de un supuesto “compromiso” y del automatismo progre, y quizás la próxima vez puedan llegar a decirles a estos boludos “concienciados”: “Soplapollas pijoprogre, vete a hacer negocio a costa de Obama y de la Reina”.


PD. Hace unas semanas hice una incursión en el blog post (anti)-sionista 972, y venía un reportaje de unas conferencias celebradas en Alemania en la Fundación Heinrich Boll (novelista alemán, premio Nobel y cristiano de izquierdas). Carlo Strenger, en el Haaretz, también se refirió a ello en un artículo donde afirmaba, más o menos, que los invitados alemanes - según él - más conservadores tenían puntos de vista similares, al cambio, a los del Meretz en Israel. Sobran las palabras para describir el gran abanico de perspectivas.

Pero lo que más me llamó la atención fueron dos invitados israelíes, uno de ellos al menos un profesor universitario y el otro un ¿académico? árabe israelí, los cuales defendieron más o menos lo mismo: Israel debería abandonar su identificación con Occidente y sumergirse de una vez por todas en el medio ambiente del Oriente Medio. El invitado árabe israelí promovía además su inclusión en la Liga Árabe, diciendo además que era el país que había contribuido menos a su labor, lo que de entrada me planteó muchas dudas sobre los supuestos logros de la Liga Árabe.

Pero todo esto viene a colación de una entrevista recogida en el boletín del mes de Marzo de Nueva Sión, y donde el titular de una entrevista a un académico de Haifa, con ocasión del número dedicado a la situación de la mujer, decía lo siguiente: “En Israel, la norma es que el hombre se comporte de manera parecida a la cultura árabe".

Teniendo en cuenta el objetivo anunciado por esa izquierda israelí que desea mimetizarse con el Oriente Medio y no con Occidente, y el titular ya mencionado, ¿creen ustedes que representa un desarrollo positivo que el hombre israelí, en su comportamiento con las mujeres, haya acortado tanto las distancias en este aspecto con la cultura árabe?

Por otro lado, ¿qué piensan ustedes que dirían estos intelectuales de la izquierda israelí partidarios de la mimetización medio-oriental si el gobierno de derechas actual, y por lo que ahora mismo parece los que luego vengan, llegara a aplicar las características y comportamientos típicos de las “democracias árabes” en vez de los de la democracia israelí actual, con unos “odiosos criterios occidentales”?

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Una encuesta del ADL realizada en diez países europeos demuestra que el antisemitismo se mantiene en unos niveles alarmantemente altos



Nueva York, 20 de marzo 2012 - “Las actitudes antisemitas en diez países europeos se mantienen en niveles alarmantemente altos", según una nueva encuesta de la Anti-Defamation League (ADL) publicada hoy, y donde se investiga si grandes franjas de la población europea adoptan las clásicas nociones antisemitas de que “los judíos tienen demasiado poder en los negocios”, “son más leales a Israel que su propio país" o "hablan demasiado de lo sucedido durante el Holocausto”.

Las actitudes hacia los judíos en diez países europeos” una encuesta de opinión de la ADL llevada a cabo sobre una base de 5.000 adultos, 500 en cada uno de los diez países europeos, ha revelado que las más perniciosas creencias antisemitas siguen vigentes en casi un tercio de los encuestados. La encuesta fue realizada entre el mes de Enero del 2012 en Austria, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia, España y el Reino Unido. La encuesta tiene un margen de error de entre + / - 4.43 y + / - 4,85, según el país específico.

"La encuesta es preocupante por el hecho de que el antisemitismo se mantiene en niveles altos en todo el continente, e infecta a muchos europeos a un nivel mucho mayor de lo que experimentamos aquí, en los Estados Unidos", dijo Abraham H. Foxman, director de ADL. "En Hungría, España y Polonia, las elevadas cifras de las actitudes antisemitas son, literalmente, muy preocupantes, y exigen una respuesta seria de los líderes políticos, cívicos y religiosos".

En Francia, donde un tiroteo en una escuela judía en Toulouse se cobró la vida de tres niños pequeños y un profesor, el nivel general de antisemitismo aumentó hasta el 24% de la población, un incremento de un 20% sobre la anterior encuesta del 2009. En Francia, el 45% de los encuestados atribuyó la violencia contra los judíos europeos a sentimientos anti-judíos, un incremento con respecto al 39% que opinaba lo mismo en 2009.

Otros hallazgos informan que, en el caso de Francia, el 45% de la población respondió "probablemente cierto" a la frase de que los "judíos son más leales a Israel que a este país”, un 35% coincidió en que los "judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios”, y un 24% cree que los "judíos hablan demasiado sobre lo que les sucedió durante el Holocausto”.

Cuando se le preguntó por su opinión sobre la violencia antisemita contra los judíos y si esa violencia es el resultado de sentimientos anti-judíos en comparación con los sentimiento anti-israelíes, en general, el 39% de los europeos respondieron que eran el resultado de sentimientos anti-judíos. "En Francia existe una mezcla volátil", asegura Foxman. "Francia ha visto un aumento en el nivel de antisemitismo. Al mismo tiempo, hay más gente hoy en día que cree que la violencia dirigida contra los judíos europeos está impulsada por las actitudes antijudías en comparación con el sentimiento antiisraelí. Ese incremento es aún más preocupante a la luz del ataque a la escuela judía en Toulouse”.

En comparación con una encuesta similar de ADL realizada en 2009, varios de los países mostraron niveles peligrosamente altos en el nivel general de antisemitismo, mientras que otros países experimentaron aumentos más modestos.

Las conclusiones generales entre los países para los cuales los datos de comparación está disponible:

Austria .......: experimentó una ligera disminución, un 28% frente al 30% en 2009.
Francia .......: El nivel general de antisemitismo aumentó al 24% frente a un 20% en 2009.
Alemania ....: el antisemitismo aumentó un punto porcentual, al 21% de la población.
Hungría ......: El nivel se elevó a 63% de la población, en comparación con el 47% en 2009;
Polonia .......: El número se mantuvo sin cambios, con un 48% de la población que muestra unas actitudes antisemitas profundamente arraigadas
España ........: Un 53% de la población, comparado con el 48% en 2009.
Reino Unido: las actitudes antisemitas aumentaron a un 17% de la población, frente al 10% en 2009.

Los resultados de cada país según las preguntas sobre sus prejuicios y actitudes antisemitas

- Respondieron "probablemente cierto" a la afirmación de que los "judíos son más leales a Israel que su propio país”:

Austria ........: 47%, sin cambios desde 2009
Francia ........: 45%, frente al 38% en 2009
Alemania .....: 52%, por debajo del 53% en 2009
Hungría .......: 55%, frente al 40% en 2009
Italia ............: 61% en 2012
Países Bajos: 47% en 2012
Noruega ......: 58% en 2012
Polonia ........: 61%, por debajo del 63% en 2009
España ........: 72%, frente al 64% en 2009
Reino Unido : 48%, frente al 37% en 2009

- Respondieron "probablemente cierto" a la afirmación los "judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios":

Austria ........: 30%, por debajo del 36% en 2009
Francia ........: 35%, frente al 33% en 2009
Alemania .....: 22%, frente al 21% en 2009
Hungría .......: 73%, frente al 67% en 2009
Italia ............: 39% en 2012
Países Bajos: 10% en 2012
Noruega ......: 21% en 2012
Polonia ........: 54%, por debajo del 55% en 2009
España ........: 60%, frente al 56% en 2009
Reino Unido : 20%, frente al 15% en 2009

- Respondieron "probablemente cierto" a la afirmación los “judíos tienen demasiado poder en los mercados financieros internacionales":

Austria ........: 38%, frente al 37% en 2009
Francia ........: 29%, frente al 27% en 2009
Alemania .....: 24%, frente al 22% en 2009
Hungría .......: 75%, frente al 59% en 2009
Italia ............: 43% en 2012
Países Bajos: 17% en 2012
Noruega ......: 23% en 2012
Polonia ........: 54%, sin cambios desde 2009
España ........: 67%, por debajo del 74% en 2009
Reino Unido : 22%, frente al 15% en 2009

- Respondieron "probablemente cierto" a la afirmación los "judíos aún hablan demasiado sobre lo que les sucedió en el Holocausto":

Austria ........: 45%, por debajo del 55% en 2009
Francia ........: 35%, frente al 33% en 2009
Alemania .....: 43%, por debajo del 45% en 2009
Hungría .......: 63%, frente al 56% en 2009
Italia ............: 48% en 2012
Países Bajos: 31% en 2012
Noruega ......: 25% en 2012
Polonia ........: 53%, por debajo del 55% en 2009
España ........: 47%, frente al 42% en 2009
Reino Unido : 24% frente al 20% en 2009

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Friday, March 23, 2012

En vez de promover el “Boicot sionista” sugerido por Peter Beinart, mejor tratar de “Comprender (a las partes) Ahora” - Yehudah Mirsky – Zion Square



La Línea Verde corre a lo largo de toda mi familia. Una de las hermanas de mi esposa vive en Ofra, un buque insignia ideológico de los asentamientos en Samaria. Otra es una activista de izquierdas que nunca cruza la Línea Verde, ni siquiera para celebrara la bar-mitzva de su sobrino, si exceptuamos su participación en manifestaciones contra los colonos de las colinas del sur de Hebrón. Una noche fuimos sus anfitriones, y ambas asistieron a una velada de diálogo entre colonos y activistas de izquierda de Jerusalén. Esa noche la Línea Verde corría por nuestra sala de estar.

En cierto modo, dicha línea discurre a través de mí. Yo creo que la empresa de los asentamientos es un gran y trágico error moral y político, es injusta con los palestinos y amenaza con deshacer el logro extraordinario y precioso que representa el Estado de Israel. Y a pesar de mis profundos desacuerdos con los colonos, me preocupo profundamente por ellos.

Mi cuñada de Ofra es una persona maravillosa, una trabajadora social en Samaria, y a través de ella he tomado conocimiento de la pobreza y de la desesperación en muchos de los asentamientos. Ella me dijo hace un tiempo que ella estaba dispuesta, en principio, a vivir bajo la soberanía palestina (pero eso fue antes del acuerdo entre Fatah y Hamas). Ella sabe que estoy en profundo desacuerdo con sus ideas, pero también sabe que me importa.

Mi cuñada de izquierdas, aparte de la esa noche en nuestro cuarto de estar, se niega a dialogar con los colonos y se muestra ciega a su humanidad, aunque por contra sí ve la de los palestinos y está dispuesta a pasar por alto su patriarcado, su dogmatismo religioso y sus divisiones de clase, esas que por otro lado crítica tan duramente en la sociedad israelí.

Lo que estoy tratando de decir es bastante complicado. Y es que la ausencia de un sentido de cómo son las cosas hace las propuestas más difíciles, y por eso no puedo estar de acuerdo con el argumento de Peter Beinert de forzar un final del conflicto mediante la cauterización de los asentamientos mediante su boicot y aislamiento (Lo que Beinart denomina un Boicot Sionista). Simplemente, eso no va a funcionar.

En primer lugar, no entiendo cómo Peter Beinart no puede mencionar en sus reproches al liderazgo palestino, el cual, sin lugar a dudas, ha puesto mucho de su parte para llevarnos al lugar en el que estamos hoy. Cuando todo parecía listo para la paz, como en 2006, los israelíes votaron a un gobierno cuya plataforma política defendía una retirada expresa de los territorios. Una amputación de los territorios del tipo de la sugerida por Beinart aliviaría a los palestinos, una vez más, de tener que negociar seriamente con Israel acerca de las cosas que Israel, genuina y legítimamente, requiere.

En segundo lugar, cuando se participa en un boicot se habla de penalizar a los gobiernos y no a la personas (de hecho, me gustaría que Obama hubiera sido más claro sobre esto cuando habló ante la AIPAC sobre Irán). Sin embargo, la táctica que Beinart nos sugiere en su artículo en el NYTimes es precisamente apuntar y amargar a las personas. Como Tal Becker ha señalado recientemente, en última instancia la única manera de avanzar (y sí, todavía puede ocurrir) es convencer a las personas de ambos lados que realmente tienen algo que ganar, y el carácter punitivo del boicot propuesto por Beinart va en contra precisamente de eso.

Los boicots de los consumidores son una forma legítima de protesta. Pero si los judíos estadounidenses – los verdaderos protagonistas del “Boicot sionista” - quieren ser efectivos, en lugar de declarar la guerra a las personas que producen sales del Mar Muerto, miel orgánica y software, deberían pedir explicaciones a los líderes israelíes a los que regularmente prestan su apoyo sobre dónde van sus contribuciones.

En tercer lugar, y fundamentalmente, la propuesta de Peter Beinart de un “Boicot sionista” repite uno de los grandes errores históricos de la izquierda israelí: demonizar a los colonos en lugar de hablar con ellos. Como una vez me dijo uno de los más grandes periodistas de Israel y un hombre de la izquierda: "Isaac (Isaac Rabin) cometió el gran error de no hablar con los colonos". Sharon se equivocó también durante la retirada de Gaza al no tratar de explicarse y mitigar la angustia de los colonos, alimentando de paso la especulación de que la retirada solamente era una maniobra de diversión para tapar los escándalos de corrupción en los que podría estar implicado.

Peter Beinart cita con aprobación la negativa de AB Yehoshua y David Grossman a dar conferencias en Ariel. Pero eso sólo facilita que las partes eviten los auténticos problemas: la derecha no tiene que hacer frente a gente seria que formula argumentos serios, y la izquierda no tiene que enfrentarse a preguntas difíciles, legítimas y razonables acerca de las verdaderas intenciones palestinas, y al mismo tiempo cómo propone mantener y hacer crecer la identidad judía de Israel en el futuro.

No me malinterpreten, el diálogo no es una panacea. Y no estoy pidiendo que vuelvan las "conversaciones de conciliación" insoportablemente serías que estaban de moda (comprensiblemente) tras las secuelas del asesinato de Rabin. Al final del día habrá conversaciones difíciles y complicadas, tendrán que tomarse duras decisiones políticas, algunas vidas serán trastocadas y otros corazones serán rotos, y el diálogo no logrará que eso desaparezca. Pero tenemos que encontrar una manera de transmitir a los colonos que por mucho que no estamos de acuerdo con ellos, no son el enemigo. Debemos poder estar conectados con ellos tal como sugiere Michael Walzer, "críticamente conectados", donde nuestra persuasión provenga precisamente de nuestra profunda conexión con unas personas y unas sociedades que sin embargo criticamos, y de una manera, tal como él expresa, "constante, paciente, tenaz y fiel".

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Thursday, March 22, 2012

¿Apoya demasiado EEUU a Israel? Depende de la afiliación política del encuestado – Shmuel Rosner - Jewish Journal



El viernes pasado, la Republican Jewish Coalition (RJC - Coalición Republicana Judía) emitió un comunicado expresando su preocupación por la "clara brecha” que sobre Israel existe entre los dos principales partidos americanos. El apoyo republicano a Israel supera en 25 puntos al apoyo de los demócratas, y, de acuerdo con Gallup, sólo una escasa mayoría, el 53% de los demócratas, mantiene una simpatía manifiesta con Israel. "Esta brecha no es un fenómeno nuevo, y debe dar motivos de preocupación a los judíos interesados en conservar la buena relación con los EEUU". Hace tres años, sólo el 31% de los demócratas encuestados apoyaron la Operación Plomo Fundido de Israel en Gaza (comparados con el 62% de los republicanos). Hace dos años, se informó de que la brecha entre demócratas y republicanos con respecto a Israel era "más grande que nunca", a raíz de una encuesta de Gallup en la que había una diferencia del 37% de apoyo entre los votantes de los dos partidos.

En la encuesta de Gallup más reciente, la que es reseñada por la RJC, el 78% de los republicanos simpatizan más con Israel que con los palestinos, mientras que el porcentaje para los demócratas es del 53% (los independientes tienden a comportarse de manera similar a los demócratas cuando se trata de Israel: un 56%). Aunque no gusta mucho esta pregunta – y considerando supuestamente que el simpatizar con Israel / Palestina es un juego de suma cero -, si resulta una índice medio de la opinión favorable hacia Israel entre los estadounidenses, y como se puede ver en el gráfico de Gallup, tiende en este siglo XXI a que el apoyo a Israel de los republicanos sea mucha más fuerte que el de los Demócratas:


Otra diferencia interesante, y similar, entre los votantes de ambos partidos se puede encontrar en una reciente encuesta de Pew. Esta encuesta mide el grado en que los estadounidenses quieren que los EEUU apoyen a Israel: más que actualmente, menos que actualmente e igual que ahora o casi lo mismo. Mientras que "una pluralidad de la opinión pública (46%) dice que el apoyo actual de los EEUU a Israel es el correcto, un 22% opina que los EEUU apoyan demasiado a Israel (es decir, deberían apoyarlo menos) y un porcentaje similar (20%) dice que no lo apoya lo suficiente".

Los datos resultantes vuelven a mostrarnos significativas diferencias entre republicanos y demócratas. Casi el 40% de los republicanos no creen que los EEUU estén apoyando lo suficiente a Israel (un 38% para ser exactos), pero sólo el 8% de los demócratas piensan lo mismo y sólo el 4% de los "demócratas liberales" comparten esa opinión.

Al profundizar en los números se puede ver fácilmente cómo los grupos se dividen. Un 48% de los "republicanos conservadores" consideran que EEUU no presta el "suficiente apoyo" a Israel. El 40% de los evangélicos blancos encuestados comparten esta opinión (aunque el 39% creen que el apoyo estadounidense a Israel es "el adecuado"). Echen un vistazo:



Y aquí está otro ejemplo que nos demuestra la brecha creada entre ambos partidos con respecto a Israel. Hace aproximadamente un año, una encuesta de la CBS News hizo una pregunta similar: "¿Cree usted que Estados Unidos le da demasiado apoyo a Israel, le proporciona poco apoyo a Israel o le da el adecuado?" En esta encuesta, las diferencias seguían siendo evidentes, aunque no tan marcadamente como en la encuesta de Pew:

- Republicanos: 23% demasiado apoyo, 26% poco apoyo, 42% el adecuado.
- Demócratas: 33% demasiado apoyo, 11% poco apoyo, 44% el adecuado.

En la misma encuesta, el 58% de los republicanos consideran a Israel un "aliado", en comparación con sólo el 29% de los demócratas. Hay más demócratas que definen a Israel como "un amigo, pero no un aliado" (40%, comparado con el 26% de los republicanos), y casi el 20% de los demócratas definen a Israel como "poco amigo" (8%) o incluso un "enemigo" (9%).

Y cuando el concepto abstracto de "apoyo" se vuelve más específico - tal como "¿Si Israel ataca a Irán para detener su programa de armas nucleares, qué debería hacer los EEUU?" - el resultado repite la conocida fórmula:
El 62% de los republicanos considera que los EEUU "deben apoyar la acción de Israel" frente al 33% de los demócratas. El 34% de los republicanos abogan por permanecer "neutrales" frente al 57% de los demócratas. Esto no resulta sorprendente si se tiene en cuenta el hecho de que la gran mayoría de los republicanos valoran emprender una acción militar contra Irán para evitar que "desarrollen armas nucleares" (74%), en comparación con el 50% de los demócratas que apoyarían tal acción frente el 38% que no lo haría ("sólo el 16% de los republicanos se muestran favorables a evitar un conflicto militar, incluso si Irán podría desarrollar armas nucleares").
La conclusión es simple: durante más de una década los votantes republicanos han tendido a apoyar a Israel más que los votantes demócratas. El aumento de la preocupación por esta brecha - como lo hizo la RJC la semana pasada - plantea la sospecha de que alguien está jugando a la política con una noticia ya antigua. Por otro lado, que sea antigua no significa que sea menos problemática, podría ser incluso al revés.

Entonces, ¿qué se puede hacer para subsanar esta "brecha"? En los últimos días asistí a una conversación con algunos israelíes inteligentes y bien informados sobre esta cuestión, y algunos de ellos sugirieron un cambio en las políticas de Israel como la única forma de reparar esa brecha. Pero esa no es una buena idea: nuestras políticas deben basarse en los mejores intereses de Israel, y uno debe intentar convencer al público - incluidos a los demócratas de EEUU - que son las políticas adecuadas.

Que los demócratas no están convencidos de la bondad de esas políticas no es necesariamente una señal de que esas políticas deban cambiar, sino más bien una señal de que Israel no ha logrado construir una argumentación convincente que influya en los votantes escépticos. Por otro lado, que los votantes republicanos apoyen las políticas de Israel no significa necesariamente que las políticas de Israel sean las adecuadas en todos los temas.

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!! Judíos, prepárense para abandonar Europa !! - Giulio Meotti - Arutz Sheva7


Una Marianne bastante cruel de Ronny Gordon

(El siempre excesivo Giulio Meotti bajo los efectos del sangriento atentado de Toulouse)

Mientras que la intelectualidad judía estadounidense discute la legitimidad de un ataque israelí contra Irán, el antisemitismo europeo levanta cabeza dejando en el suelo tres niños judíos y un rabino en Toulouse.

Durante el Holocausto los judíos fueron enviados a las cámaras de gas (en Francia la policía local hizo el "trabajo sucio").

Setenta años después, en una moderna y democrática Europa que, presumiblemente, se había desembarazado del legado de esa época, los judíos son objeto de ataques una vez más. Los testigos de la matanza de Toulouse en la escuela judía hablan de la caza de estudiantes por parte del terrorista en el interior del edificio.

Lo mismo ocurrió hace cuarenta años en Maalot, cuando los terroristas árabes mataron a veinte estudiantes israelíes en una escuela local.

Hace un año, en Toulouse, que estuvo bajo el régimen pro-nazi de Vichy, las palabras "Israel nazi" y "sionistas nazis" volvieron a aparecer en los edificios judíos.

El terrorista pretendía matar niños judíos solamente porque eran judíos.

La escuela no tenía absolutamente nada que ver con "la ocupación", pero tiene todo que ver con la cuestión judía.

El ataque se asemeja a la masacre de Itamar, cuando hace un año el padre, la madre y sus tres hijos fueron asesinados en sus camas por dos jóvenes árabes.

El ataque de Toulouse es la culminación de una larga campaña antisemita. Hace dos semanas el Ministerio del Interior de Francia publicó las estadísticas de la ola anti-judía: 389 ataques antisemitas - solamente - en 2011, por lo menos una cada día.

En 2006, Ilan Halimi fue secuestrado en París por un grupo de jóvenes musulmanes. Fue torturado durante cuatro semanas mientras algunos leían las páginas del Corán, y luego arrojado moribundo a un vertedero cubierto de heridas mortales.

Francia no es un caso aislado. El antisemitismo existente en Europa Occidental es "el peor desde la Segunda Guerra Mundial" de acuerdo con la Agencia Judía. Y sólo va a empeorar en el futuro.

Libros como Mein Kampf y Los Protocolos de los Sabios de Sión permanecen bien visibles y son los más vendidos en las tiendas musulmanas de Edgware Road, en el corazón de Londres.

En Suecia, un país descrito por The Guardian como "el mayor éxito que el mundo ha conocido", los judíos están abandonando las grandes ciudades como Malmö debido a razones de seguridad y con el fin de escapar de los ataques antisemitas.

Los Países Bajos, que una vez fueron un refugio para los judíos españoles y portugueses que huyeron de la Inquisición de los siglos XV y XVI son ahora un reino del miedo, la intimidación y el sometimiento.

Los judíos también huyen de Amberes, la ciudad que una vez ostentó con orgullo el lema "la Jerusalén del Norte".

La vida judía en Francia y en Europa no que esté bajo cuestión, es que puede ser historia.

Maalot, Itamar y Toulouse.. Siempre el mismo objetivo: el pueblo judío y el Estado de Israel, ese país al que el embajador francés Daniel Bernard calificó en Londres de "ce petit pays de merde".

Tan cómoda como pudiera ser la vida en los distritos de París, es hora de que los judíos franceses consideren volver a casa. Antes de que sea demasiado tarde, deberían dirigirse a Israel. La situación en Europa sólo empeorará.

El antisemitismo es una erupción de barbarie en nuestra civilización y los judíos siempre han sido un barómetro de la tolerancia. Europa está viviendo su nueva pesadilla y el antisemitismo clásico se ha convertido en una mezcla potente y peligrosa en países con enormes poblaciones musulmanas.

No se sorprenden si un día, bajo la bandera de Eurabia, estos nuevos europeos tratan de expulsar a los descendientes del Holocausto de la tierra de Israel. Esta segunda Shoah se denominará "Paz y Justicia para Palestina".

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Abusando del Tikkun Olam - Joel Alperson – Forward



Tecleen en Google Tikkun Olam junto con "matrimonio homosexual", "calentamiento global" o “aborto" y obtendrán decenas de miles de entradas. Sin embargo, en estos casos, al menos en muchos de ellos, ese Tikkun Olam invocado por grupos judíos o por judíos particulares está desconectado de su verdadero significado.

En primer lugar, la frase original y completa es "tikkun olam b'malchut shaddai", es decir, "reparar el mundo en el Reino de Dios”. Sospecho que la mayoría de los judíos que utilizan la versión abreviada de dicha frase se sorprenderían al saber que Dios es una parte necesaria del concepto, ya que judaicamente hablando, un Tikkun Olam sin Dios es imposible.

En segundo lugar, el Tikkun Olam es casi siempre anunciado o utilizado en apoyo de las posiciones políticas de centro-izquierda o izquierda, con lo que implica que tanto el judaísmo como, por lo tanto, Dios mismo, apoyan un programa determinado.

¿No es posible que "reparar el mundo" pueda interpretarse como salvaguardar los puestos de trabajo de los ciudadanos estadounidenses reforzando el control sobre nuestras fronteras? ¿No podría significar la protección de la vida del no nacido? ¿Y no podría haber sido utilizada para apoyar una guerra en Irak en contra de uno de los mayores enemigos del pueblo judío?

La cuestión no es si cada judío está de acuerdo con las declaraciones anteriores, sino ¿por qué las posiciones o causas políticas defendidas por la izquierda son consideradas mayoritariamente como formando parte del Tikkun Olam, Cuantas más sinagogas entran en la arena política más están politizando el judaísmo. Y cuanto más se mezclan judaísmo y política menos distinguibles se vuelven. Teniendo en cuenta las luchas protagonizadas por las denominaciones no ortodoxas a la hora de construir un compromiso judío entre sus miembros, es contraproducente para dichas denominaciones que casi equiparen el compromiso judío con el compromiso político, ya sea a la derecha o a la izquierda. A pesar de que no utilizan el concepto de Tikkun Olam, los ortodoxos también hacen lobby para las causas en que creen, aunque tienden a permanecer más implicados en el ámbito de la defensa del judaísmo o el apoyo a Israel. Las denominaciones liberales, sin embargo, parecen haber llevado esa politización a otro nivel.

Por ejemplo, en una visita a la web del movimiento del judaísmo de la Reforma podemos hallar una lista de 40 resoluciones que se han aprobado o propuesto en sus conferencias bienales desde 2007. Sólo cuatro de ellas tratan directamente con la mejora del estudio y la observancia judía, mientras que las otras 36 se refieren a cuestiones tales como la guerra en Irak, el cambio climático, el seguro sanitario, la reforma migratoria y, más recientemente, en su bienal de 2011, “los principios de la justicia económica en un momento de crisis fiscal”, todo desde una perspectiva decididamente liberal y de izquierdas.

Del mismo modo, en el hogar del judaísmo Conservador, la Sinagoga Unida del Judaísmo Conservador, una lista en su página web nos informa de sus posiciones relativas a cuestiones tales como el medio ambiente, la inmigración, "la educación sexual apropiada según la edad" y la reforma del bienestar, entre otros temas.

El dramático alejamiento de los judíos del judaísmo no ortodoxo nos sugiere poderosamente que un enfoque más atractivo y más judío se vuelve necesario. En la más reciente conferencia bienal rueda de movimiento de reforma más reciente conferencia bienal del judaísmo de la Reforma, Leonard Saxe, profesor de la Universidad de Brandeis, presentó un informe que indicaba que sólo la mitad de los asociados al movimiento de la Reforma se identifican ahora mismo con el judaísmo de la Reforma. La mayoría de esos otros judíos que optan por salir del movimiento, según dice el informe, favorecen al grupo de más rápido crecimiento en la comunidad judía estadounidense, ese grupo conocido como "solamente judíos" o “no afiliados”.

En respuesta a este reto, algunos líderes del movimiento de la Reforma han sugerido buscar nuevos medios de llegar más allá en busca de los judíos situados más allá de las paredes de la sinagoga. Sin embargo, para atraer y retener a más judíos estos movimientos no ortodoxos podrían comenzar a reconsiderar la calidad y cantidad de contenido judío que están entregando.

Hay muchos otros lugares donde los judíos pueden participar en actividades políticas, ya sean lugares liberales o conservadores, y por el contrario hay muy pocos donde pueden ir a encontrar experiencias significativas sobre el ritual y la educación judía. Por otra parte, ¿por qué esos judíos que de una manera u otra manera se unen o apoyan a una sinagoga judía o una organización judía específica tendrían que determinar en primer lugar si pueden aceptar las políticas promovidas por estas instituciones? Ya es bastante difícil conseguir que los judíos entren por la puerta de esas organizaciones por lo que representan.

No me importa de qué lado del espectro político se sitúen los judíos si al menos hacen una lectura intelectualmente honesta del judaísmo y al menos están informados de las posiciones que adopta. Me pregunto cuántos judíos que incluyen el Tikkun Olam en sus programas de orientación política ha consultado la Torah con respecto a los asuntos que defienden.

También me pregunto: ¿Por qué no hay más judíos con problemas acerca de la inclinación política de sus organizaciones y por qué no cuestionan más a menudo y públicamente ese sesgo?

Por último, el Tikkun Olam proviene de la oración conocida como “Aleinu”, pronunciada ritualmente por los judíos observantes varias veces al día. En esta oración, los judíos le piden a Dios "remover todos los ídolos de la Tierra, y cortar completamente con todos los falsos dioses, para reparar el mundo en el Reino de Dios". Irónicamente, y con demasiada frecuencia, la propia apelación al Tikkun Olam, esa parte de la oración del Aleinu que pide la eliminación de los ídolos y de los falsos dioses, se ha convertido en sí misma en un falso Dios.

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“Un acuerdo general sobre la conversión al judaísmo es muy poco probable" – S. Rosner



El Dr. Daniel Gordis y el rabino David Ellenson discuten sobre la conversión al judaísmo en su nuevo libro: "Juramentos de lealtad judía: Las leyes de conversión y la formulación de las políticas ortodoxas en las responsas del siglo XIX y XX".

- Las personas que se convirtieron al judaísmo en los 3.500 años de historia judía, ¿se convirtieron sobre todo a la religión judía o a la nación judía?

Como señalamos en la introducción de nuestro libro, una de las cosas que hace que el tema de la conversión sea tan problemático hoy en día es que ahora nosotros distinguimos entre categorías que hace siglos se consideraban como superpuestas. Ser miembro de la colectividad judía no era un tema sujeto a los deseos o creencias propias de un individuo, sino que era algo dictado por las reglas de la ley judía y las estructuras comunitarias que las reforzaban. Los límites entre los judíos y los no judíos estaban claramente delimitados, pero los límites entre la religión judía y la nación judía eran casi impensables. El fenómeno de las personas que desean formar parte del pueblo judío, por ejemplo, sin aceptar los principios y costumbres de la religión judía (o viceversa) es un hecho moderno. Hace miles de años, esta distinción, que nos parece tan natural hoy en día, simplemente no se daba.

- ¿Cuál sería la mejor opción para el pueblo judío como un todo: ¿tener muchos conversos aunque están menos comprometidos con el judaísmo y con la identidad judía, o tener un pequeño número de conversos mucho más comprometidos?

Es importante destacar que el nuestro es un libro académico, que trata de describir lo que creemos que estaba sucediendo en la ortodoxia en los siglos XIX y XX, sin prescribir lo que creemos que debería suceder. Como señalamos en la conclusión, citamos a muchas autoridades que tienen opiniones muy claras sobre estas cuestiones, pero nuestro objetivo explícito fue describir lo que ellos creían en lugar de escribir acerca de lo que cualquiera de nosotros podría pensar que sería deseable. En nuestro libro, señalamos a las autoridades situadas a ambos lados de esta brecha crítica. Tenemos al rabino David Hoffmann, el más importante rabino ortodoxo alemán durante el primer trimestre del siglo XX, haciendo grandes esfuerzos para encontrar formas de convertir a incluso judíos que él conocía que no eran observantes. En el período contemporáneo, hay rabinos como Yoel Bin Nun que instan a "coraje, mis colegas, coraje", y aboga por una conversión en masa de los inmigrantes rusos de Israel.

Pero también hay ejemplos opuestos. El rabino Moshé Feinstein, la más importante autoridad ortodoxa halájica en los Estados Unidos (y quizás del mundo) en el siglo XX, quien de manera explícita criticó a sus colegas ortodoxos que fueron indulgentes. "¿Qué creen ustedes que están haciendo por el pueblo judío", les preguntó. Para el rabino Feinstein, aquellos que se
Convierten y no están completamente comprometidos con el sistema halájico no representan ningún valor para el pueblo judío. Rabinos como Hoffmann y Bin Nun, por mencionar sólo dos de los que hablamos, claramente no están de acuerdo con Feinstein y abogan por un enfoque más abarcador. Tal como se deduce de nuestro libro, su excelente pregunta es la que ha dividid al pueblo judío y a sus autoridades legales durante bastante tiempo. Nuestra esperanza es escribir otro libro en el que expresemos nuestras propias opiniones sobre esta cuestión.

- ¿Necesitamos criterios diferentes para la conversión de las personas al judaísmo en Israel y en las comunidades de la diáspora judía?

A primera vista, podría parecer que no debería haber ninguna diferencia en las políticas de conversión en Israel y en la Diáspora puesto que los dictados de la ley judía no suelen cambiar de un lugar a otro. Pero como muy bien sugiere su pregunta, las cosas no son tan sencillas. Varias de las autoridades que estudiamos entienden que cuando alguien se convierte al judaísmo en los Estados Unidos, por ejemplo, se están convirtiendo en parte de una pequeña minoría, rodeada de un discurso y una cultura cristiana en su vida diaria. Por lo tanto, resulta poco probable que esa cultura más amplia en la que viven favorezca una profundización en sus compromisos judíos.

En Israel, sin embargo, las personas viven inmersas en un rico ambiente judío, en el que el lenguaje de la calle, las fiestas nacionales, el discurso en la plaza pública y mucho más, permitirían reforzar sus compromisos judíos con el tiempo. Por esta razón, algunas de estas autoridades han alegado que las normas en Israel podrían ser diferentes y más serviciales.

Sin embargo, y para estar seguros, no todas las autoridades de las que hablamos aceptarían este punto de vista. En un caso fascinante, el rabino Isaac Halevi Herzog, el primer Gran Rabino del Estado de Israel, señaló que la conversión debe llevarse a cabo "por el bien de los cielos", es decir "sin segundas intenciones". ¿Pero que sucedía con aquellos que se quisieron convertir específicamente para poder hacer aliyá y sumarse así al esfuerzo de construcción de un nuevo Estado judío? En diciembre de 1948 se determinó que, en algunos casos, la conversión por el “bien de la aliyá” debía considerarse una conversión por el “bien de los cielos”.

De este modo, tanto por la diferente naturaleza de la vida pública en la Diáspora y en Israel, como por la santidad especial que algunas autoridades religiosas atribuyeron al proceso de construcción del Estado judío, de hecho, ambos hechos han propiciado diferentes normas para la conversión en la Diáspora y en el Estado judío.

- ¿Hay alguna posibilidad de que el pueblo judío puede alcanzar un cierto nivel de unanimidad sobre la cuestión de las conversiones, o estamos condenados a tener que vivir con muchos tipos de conversiones, algunas reconocidas por ciertas comunidades y negadas por otras?

Teniendo en cuenta que prácticamente no hay tema sobre el cual el pueblo judío haya logrado la unanimidad hoy en día, es muy poco probable que, con respecto a la conversión - que como se demuestra ha sido un tema conflictivo desde la época de la Mishná - vayamos a lograr nada ni remotamente aproximado a tal acuerdo universal. La cuestión es lo que realmente significa estar "condenado (a no alcanzar esa visión general)". De alguna manera, por supuesto, una política unificada en todos los dominios del pueblo judío haría la vida mucho más simple. Todos estamos de acuerdo en quién es judío y quién no lo es, quién puede casarnos y quién no, etcétera. Pero, como hemos demostrado a lo largo de nuestro libro, las normas que uno emplea para la conversión representan, en muchos sentidos, una guía de lo que uno piensa que es la esencia misma del judaísmo. ¿Ser judío representa, en esencia, unirse a un pueblo (judío)? ¿Es una experiencia nacional? ¿Un compromiso halájico? ¿Un conjunto de principios morales?

Dependiendo de cómo se responda a esas preguntas, diferentes normas para la conversión surgirán. Para complicarlo aún más, tal vez los judíos estén en su salsa en la constante discusión sobre lo que es y representa el judaísmo, y las implicaciones políticas derivadas de las diferentes respuestas que proporcionan los judíos. Desde luego, sería mucho mejor que estos debates pudieran llevarse a cabo de una manera mucho más respetuosa de la que, lamentablemente, se lleva hoy en día.

- Y, por último, en su opinión, ¿cuál sería la solución adecuada para los inmigrantes de Israel procedentes de la antigua Unión Soviética Unión que aún no están reconocidos como judíos por parte del Estado (el Rabinato)?

Una vez más, como señalamos anteriormente, nuestro libro es de tipo descriptivo y no prescriptivo. Lo hemos escrito para un ámbito académico, nuestro papel para ilustrar lo que ha sucedido en la comunidad judía, no sugerir políticas. Pero en el último capítulo de nuestro libro, y que trata de Israel, sí mencionamos una serie de autoridades halájicas que ven a la población de origen ruso no convertida en una bomba demográfica retardada, y por lo tanto instan a la conversión masiva de estos inmigrantes rusos, posiblemente a través de la égida del ejército, en el que muchos de ellos sirven.

Lo que sin duda creo que servirá al mundo judío en general, tanto en Israel como en la Diáspora, es un retorno a la valentía y a la creatividad personal que caracterizaron a las autoridades y principales pensadores ortodoxos en los siglos precedentes, pero que, lamentablemente, hoy solamente se encuentra en los escritos de algunos valerosos aunque pocos individuos.

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Monday, March 19, 2012

Caligrafía hebrea - Times of Israel


El calígrafo Avraham Borshevsky


Obra de la rabino masortí Hanna Klebansky

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De Roma a Jerusalén - Matti Friedman - Times of Israel



Antes de llegar a su hogar actual en una vitrina del Museo de Israel en Jerusalén, este pequeño disco de cristal y oro fue enterrado en las catacumbas de Roma hace 1.700 años, saqueado, conservado en el castillo de una condesa polaca, robado por los nazis, vendido en el mercado de antigüedades de Viena, localizado y recuperado por sus dueños anteriores, y luego vuelto a comprar de nuevo.

En el año 70 a. C. las legiones romanas destruyeron el Templo de Jerusalén, llevándose cautivos a muchos judíos y a los tesoros del Templo de regreso a la capital imperial. La imagen de la menorah de siete brazos del Templo fue esculpida en el Arco de Tito, construido para celebrar la derrota de los judíos.

Dos o tres siglos más tarde, un judío falleció en Roma y fue enterrado en las catacumbas romanas junto a una imagen de esa misma menorá en pan de oro prensado entre dos piezas redondas de cristal. Los descendientes de los exiliados de Judea optaron por utilizar la imagen del candelabro del Templo para representarse a sí mismos.

El disco de 4,5 pulgadas (11 centímetros) de diámetro, fue originalmente la base de un vaso, probablemente uno utilizado para un banquete fúnebre. Las imágenes de oro, que también incluyen leones y un arca de la Torá abierta, muestran tres estantes de pergaminos, convirtiéndolo en uno de los primeros objetos hallados fuera de Israel que contienen los símbolos asociados con el Templo.

"La comunidad judía romana que lo creó estableció un enlace directo con la destrucción de Jerusalén", dijo James Snyder, director del Museo de Israel: "los judíos de la ciudad eran la primera comunidad de la segunda diáspora".

Los ladrones de tumbas robaron el disco de una pared de estuco en las catacumbas, y por la década de 1800 se había convertido en parte de una colección de antigüedades y obras de arte reunidas por la condesa Isabella Dzialynska y conservadas en su castillo en Goluchow, Polonia.

Después de que los nazis invadieran Polonia en 1939, se apoderaron de la colección y la trasladaron a un castillo de Austria, donde fue saqueada después de la derrota alemana. Las piezas de la colección fueron dispersadas ​​entre los museos y colecciones privadas de todo el mundo. En 1966, el disco volvió a aparecer en el mercado abierto de Viena, donde fue comprado y donado al Museo de Israel.

Dos discos romanos similares de la colección Dzialynska fueron comprados al mismo tiempo por el museo. Uno de ellos fue decorado con símbolos judíos, entre ellos dos menorahs, así como una inscripción evocadora que parece haber sido dirigida a la persona enterrada junto a él: "Beber y vivir, Elares".

"Los herederos de la condesa pasaron años recorriendo Alemania y Austria buscando las piezas que faltaban de la colección perdida después de la guerra", dijo el conde Adam Zamoyski, su tatara-tatara-sobrino en 2008. Ese fue el año en que el Museo de Israel restauró los tres discos de vidrio para la familia. Los dos con símbolos judíos, a los que Snyder se refiere como "preciosos", fueron adquiridos por segunda vez y permanecen en la pantalla.

Entre 250.000 y 600.000 piezas de arte robadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial no han sido reclamadas.

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Saturday, March 17, 2012

¿Saldrá del armario la izquierda israelí? Activistas femeninas israelíes de la izquierda denuncian abusos y acoso sexual en Cisjordania y el silencio de sus organizaciones


La periodista sudafricana Lara Logan, jefe de corresponsales extranjeros de la CBS, y que sufrió un violento ataque sexual en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo, el "núcleo" espiritual de la denominada en Occidente "primavera árabe". Su violación fue silenciada en los medias de comunicación de Europa, entusiasmados por la supuesta efusión primaveral, hasta su amplia repercusión en EEUU

Activistas israelíes de izquierda: Estamos siendo objeto de acoso sexual en Cisjordania - Avi Issacharoff - Haaretz

"Hola a todos, escribo esto aquí (en su blog) porque no estoy muy segura de que cuando será próxima reunión. En la manifestación de hoy (10 de febrero de 2012), en Kfar uno-Dik, me di cuenta de las miradas y de como me señalaban con el dedo los Shabab (apodo para los jóvenes palestinos), lo que me hizo sentir un cierto malestar. Hablaban entre sí, y no conmigo, pero la palabra que usaban se aproximaba mucho fue a "zorra" mientras sus miradas se dirigían hacia mí. Cuando conocí a A. y H. (dos hombres), les comente esto, y H. permaneció a mi lado. A pesar de esto, todo parecía "accidental", pese a algunos incidentes posteriores en los que la gente me llamó "zorra". Al final del día resultó una experiencia muy desagradable".

Esta carta, escrita por una activista de la izquierda israelí, es sólo uno de los motivos del acalorado debate que ha tenido lugar en la red entre los activistas de derechos humanos y de izquierda en Israel.

La activista envió la carta a sus amigos de Anarquistas Contra el Muro, y en ella describía los incidentes de acoso sexual que había experimentado en Kfar uno-Dik, una aldea de Cisjordania, donde la organización celebra manifestaciones de protesta en apoyo a los palestinos cada cierto tiempo.

Esta correspondencia, junto con otros testimonios obtenidos por Haaretz, hablan de un fenómeno más amplio de acoso sexual y de asalto a manifestantes israelíes y extranjeras en Cisjordania. En los últimos dos años, por lo menos seis incidentes se registraron en Cisjordania y Jerusalén Oriental: dos en Sheikh Jarrah, cuatro más en la zona del Monte Hebrón, en el Masra, en Kfar A-Dik, y un supuesto caso de intento de violación en Umm Salmona, cerca de Belén, que fue revelado al diario Haaretz.

Recientemente, se ha creado un foro especial por un grupo de mujeres de los grupos de izquierda israelíes con el fin de tratar y monitorizar este tipo de incidentes. "El objetivo es aprender de estos incidentes", dice una de las componentes del grupo. "Queremos desarrollar herramientas y directrices para la creación de un entorno con un menor número de casos de acoso".

Las protestas populares de activistas de izquierda israelíes y extranjeros junto a los palestinos ya habían comenzado a mediados de la década anterior, pero se han vuelto más populares en los últimos años. Las protestas en Bil'in y Sheikh Jarrah se han convertido en puntos de peregrinación para los activistas de la izquierda israelí y del extranjero, que se unen a los palestinos en señal de protesta todos los viernes cuando estas protestas tienen lugar. En Sheikh Jarrah, la protesta comenzó cuando los palestinos fueron desalojados de sus casas cuando estas fueron devueltas a sus propietarios israelíes por orden judicial (y se negaron a pagar un alquiler por su uso). En otras organizaciones, los activistas ayudan a los palestinos cuando están bajo el hostigamiento constante de los colonos en lugares como el sur del Monte Hebrón.

La actividad conjunta de activistas israelíes de izquierda por un lado, y de locales palestinos por el otro, ha creado algunos casos de cooperación en este tiempo de conflicto. Pero al mismo tiempo, las quejas de acoso sexual protagonizados por los palestinos comenzaron a surgir. En abril de 2010, un activista pacifista americana presentó una denuncia contra un palestino acusándole de intento de violación. El sospechoso fue puesto en libertad algo más tarde cuando la activista retiró su denuncia.

Hanna Beit Halachmi, una veterana activista feminista de la izquierda, afirma que las protestas comenzaron en la primavera de 2010, cuando la organización israelí de solidaridad con Sheikh Jarrah emitió un mensaje solicitando a las activistas femeninas que acudieran a las manifestaciones vestidas de una manera modesta en consideración con los residentes palestinos.

La declaración creó una brecha entre las activistas femeninas de dicha organización y los activistas masculinos que alegaron que su respuesta fue exagerada. Poco después, las activistas comenzaron a celebrar reuniones en las que abordaron, entre otros temas, la cuestión del acoso sexual.

Junto a la lucha contra el acoso sexual, las activistas femeninas han criticado las respuestas de sus socios masculinos israelíes. La ira de muchas de los activistas en el pasado y actualmente se dirige a sus asociados en la izquierda que, según ellas, están menospreciando la importancia de los hostigamientos y acosos, todo en el nombre de "la oposición a la ocupación".

El artículo continúa, para leerlo en su integridad, aquí

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Friday, March 16, 2012

¿Fue adecuada y correcta la analogía de Netanyahu sobre el peligro de un nuevo Holocausto? - Benny Morris - Zion Square


Unos israelíes de la comunidad sureña de Nitzan utilizan el interior de una tubería de aguas residuales como refugio después de que sonaran las sirenas advirtiendo de la llegada de cohetes lanzados desde Gaza - Baz Ratner/Reuters

Ya en octubre de 2001, justo después del 11-S, el entonces el primer ministro israelí Ariel Sharon advirtió a Occidente que no tratara de "apaciguar" a los árabes a expensas de Israel. "No dejaremos que se repitan los terribles errores de 1938, cuando las democracias ilustradas sacrificaron a su aliado Checoslovaquia, con la esperanza de comprar a Hitler. Israel no será la nueva Checoslovaquia", afirmó Sharon. George W. Bush, según los informes. se mostró muy enojado con la comparación [N.P.: ¿y los europeos? Quizás pensarán, nos han pillado].

Los judíos siempre han sido conscientes de la historia. De hecho, en un reciente sondeo de opinión el 95% de los judíos de Israel destacan al Holocausto como una gran influencia en sus vidas (a pesar del hecho de que casi la mitad de los judíos de Israel, en gran medida de origen sefardí, no se vieron afectados por el nazismo).

Benyamin Netanyahu, el actual primer ministro de Israel, no es una excepción. De hecho, en su discurso durante la pasada semana ante la AIPAC, invocó teatralmente el Holocausto blandiendo dos documentos: una carta de 1944 del Congreso Judío Mundial apelando a Roosevelt para que bombardeara las vías ferreas a Auschwitz para detener o al menos interrumpir el asesinato de judíos por los nazis y la carta de respuesta del gobierno de Estados Unidos negándose a realizar tal operación. Antes del Holocausto, Estados Unidos, junto con la mayoría de las democracias occidentales, había cerrado sus puertas a una inmigración masiva judía, la cual habría podido salvar a muchos de los que posteriormente perecieron en los campos de exterminio.

Estoy totalmente de acuerdo con la comparación de Netanyahu y con el temor que genera Irán con su liderazgo actual, representando una amenaza existencial para Israel. Si obtienen armas nucleares, Ahmadinejad y Jamenei también pueden usarlas contra Israel y, dado el tamaño del Estado judío y la concentración de la población en la llanura costera entre Tel Aviv y Haifa, un ataque atómico paralizaría al país si no lo destruiría. En efecto, la mera posesión de un arsenal nuclear por el régimen iraní probablemente dañaría severamente a Israel, haciéndolo poco atractivo para los inversionistas extranjeros y para los candidatos a la inmigración judía, y con toda probabilidad, impulsaría a bastantes de sus ciudadanos, teniendo en cuenta la perspectiva de la destrucción nuclear, a buscar fortuna en otra parte.

Netanyahu no explicó todo esto detenidamente, pero su mensaje era simple, tal vez incluso crudo: Irán es la Alemania nazi actual, los judíos están una vez más amenazados de destrucción (la población judía de Israel equivale a la población judía aniquilada a manos de los nazis), y Obama se está comportando como Roosevelt. De hecho, el presidente Obama, quien en uno de sus primeros actos en la presidencia pronunció un discurso conciliador en El Cairo con el mundo musulmán (mientras que deliberadamente se negó a visitar Israel), no sólo se niega a bombardear las "líneas de ferrocarril" actuales, sino que además restringe poderosamente la posibilidad de que Israel lance su propio ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de Irán, y ello al tiempo que niega a Israel algunas de las herramientas necesarias para hacer efectivo dicho ataque, es decir, las últimas bombas revienta-búnkeres y los dispositivos de reabastecimiento aéreo en vuelo.

Durante la visita a Washington de Netanyahu, el presidente Obama le dijo al primer ministro israelí - y al mundo - que todavía había tiempo para que la diplomacia y las sanciones persuadieran a los líderes iraníes para que detuvieran su proyecto nuclear. Gran parte de la disputa entre Israel y los Estados Unidos es referente al tiempo que resta. Según el ex jefe del Mossad, Meir Dagan, los jefes de Inteligencia de Israel están de acuerdo en este punto con Obama y el grueso de la opinión pública israelí, la cual según un reciente sondeo de opinión parece oponerse a un ataque israelí preventivo en estos momentos. Sin embargo, Netanyahu, su ministro de Defensa Ehud Barak y otros ministros de su gabinete creen que el tiempo se está agotando rápidamente: Ellos argumentan que los iraníes están trasladando gran parte de su capacidad de enriquecimiento de uranio a centros subterráneos a gran profundidad, lo que hará que sean inmunes los ataques convencionales; y en cualquier caso, nadie sabe realmente qué tan de cerca están los iraníes de alcanzar la bomba ya que algunas de sus actividades nucleares y sus centros más probables han pasado desapercibidos.

En una cosa la mayoría de los israelíes en puestos de responsabilidad están de acuerdo: con un Irán armado dirigido por sus gobernantes actuales y con armas nucleares – irracionales y mesiánicos según los criterios occidentales – no se puede descartar que no vayan a usar la bomba una vez que la tengan. Es posible que hayan puesto en marcha su programa nuclear, en virtud del ayatolá Jomeini y allá por la década de 1980, con miras a impedir o superar a su vecino beligerante, Irak, pero desde entonces el único objetivo claro para este tipo de armas es Israel. Los líderes iraníes han pedido en repetidas ocasiones su destrucción – ellos llaman a Israel "el régimen sionista" -, y niegan el Holocausto para empezar. Los líderes de Israel temen que la disuasión no puede funcionar con unas personas que son irracionales y que creen que Dios los protege, o bien creen que la destrucción del Estado judío es un imperativo divino y vale la pena cualquier precio.

Los críticos de Netanyahu, y algunos comentaristas estadounidenses, sostienen que, en términos de poder potencial, "Irán no es la Alemania nazi" y no amenaza con buscar la dominación mundial. Esto puede ser cierto aunque ambos, Jomeini y Ahmadineyad, han afirmado que veían un mundo futuro dominado por el Islam. Sin embargo, para los israelíes, la amenaza de destruir a Israel ya es bastante mala. Y además, Irán se manifiesta claramente como una de las amenazas principales para los intereses de EEUU (e internacionales), así, lo ha reconocido recientemente el propio Obama.

Las armas nucleares son hoy lo que fue el Colt 45 fue en el Salvaje Oeste, un ecualizador. Un Irán islamista no puede ser la potencia industrial y científica que fue el Tercer Reich, pero la posesión de armamento atómico lo convertiría inmediatamente en un muy temido actor principal, intimidando al resto de países del Oriente Medio y amenazando y chantajeando a Occidente con el suministro de petróleo. Un Irán nuclear también desencadenaría una más que probable carrera armamentista en la región (Arabia Saudita, Turquía, Egipto vienen inmediatamente a la mente), la cual, por su propia existencia, amenazaría de muerte la estabilidad regional e internacional.

Vale la pena recordar que, incluso sin armas nucleares, Irán, blandiendo una amplia gama de amenazas, ha logrado disuadir a Israel y a Occidente de responder a algunas de sus actividades más escandalosas (en 1992, sus agentes hicieron estallar la embajada de Israel en Buenos Aires, en 2007, tomaron como rehenes a más de una docena de infantes de marina británicos en el Golfo Pérsico, y en la última década ha armado y entrenado guerrilleros antiestadounidenses en Irak y Afganistán, y probablemente incluso orquestado algunas de sus operaciones, y los tres países no respondieron robustamente). Estos hechos parecen paralelos a los éxitos de Hitler en contra de Occidente, incluso antes de que Alemania estuviera completamente armada (la reintroducción de la conscripción militar y la Luftwaffe, ambos prohibidos por el Tratado de Versalles, en 1935, la remilitarización de Renania en 1936, etcétera).

Irán, al igual que Hitler en la década de 1930, está constantemente poniendo a prueba los límites de la paciencia de las democracias, y Occidente, como en la década de 1930, es muy reacio a ir a una guerra. Al igual que Hitler por aquel entonces, el Irán actual percibe a Occidente como un "poder blando". Y el espectro de las guerras en Irak y Afganistán funcionan hoy en día como lo hizo la Primera Guerra Mundial en la década de 1930, cuando avivó el miedo a la guerra dentro de las democracias. Al referirse al Holocausto, los líderes israelíes suelen apuntar a lo que ven como la principal diferencia entre hoy y 1940: el pueblo judío posee actualmente un poderoso estado soberano para sí mismo y no está indefenso.

Pero de hecho, a falta de usar su armamento no convencional, Israel por sí solo no puede destruir definitivamente el proyecto nuclear iraní. Para ello se requiere del poder americano. Es por eso que los líderes de Israel, del pasado y del presente, mientras están tocando constantemente los tambores y despliegan sus medios encubiertos para sabotear y retrasar el proyecto iraní, hasta ahora han rehuido el desencadenamiento de un ataque principal por parte de la Fuerza Aérea y de Marina de Israel. La verdad es que Israel sigue siendo vulnerable (y la toma del control por los islamistas de la mayor parte del mundo árabe en los últimos meses en la denominada "primavera árabe" no ha hecho más que aumentar su sensación de vulnerabilidad) y necesita a Estados Unidos.

Obama ha dicho en repetidas ocasiones que los EEUU no permitirá que Irán obtenga la bomba nuclear, pero los israelíes consideran sus palabras como algo menor a un compromiso definitivo. Los israelíes esperan que unos EEUU mucho más capacitados den cuenta de las instalaciones nucleares iraníes. O al menos que proporcione a Israel las herramientas para hacer el trabajo y le apoyo políticamente cuando se embarca en este ataque, y si los iraníes renuevan su lucha por conseguir armas nucleares complete la tarea que Israel comenzó.

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